La Palabra nos invita a cantar con entendimiento (1 Co 14:15). Con este fin, semana tras semana, gran cantidad de creyentes selecciona con cuidado canciones que han de entonar al reunirse como iglesia, las ensayan y dirigen a la congregación en alabanza a Dios. ¡Cuán importante es que el pueblo alabe a Dios con una teología sólida en sus letras!
Por la gracia de Dios, cada vez disponemos de más canciones centradas en el evangelio para cantar con nuestros hermanos. Una muestra de esto lo tenemos en el nuevo álbum Miraré al Rey (encuéntralo en YouTube, Spotify y Apple Music), del ministerio musical de la Iglesia Bautista Internacional, Adoración La IBI (en Santo Domingo, República Dominicana). Esta producción cuenta con once canciones, entre las cuales destacan las nuevas letras «Mi alma te canta», «Solo en Cristo» y «Miraré al Rey».
En esta entrevista, el pastor Luis N. Núñez, director de Adoración La IBI y productor ejecutivo de Miraré al Rey, además de músico, co-productor de los arreglos musicales, co-autor y co-traductor de las letras de varias canciones del álbum, nos cuenta un poco más sobre este nuevo lanzamiento.
¿Por qué lanzar un nuevo álbum de canciones y cómo esperan servir a las iglesias locales a través de esta nueva producción musical?
Jesús dijo a Sus discípulos: «De gracia recibieron, den de gracia» (Mt 10:8). Como ministerio hemos recibido mucho de Dios y, además de invertirlo en nuestra iglesia local, Él nos ha llamado a compartirlo con otros, para contribuir en la transformación de vidas y en el crecimiento del cuerpo de Cristo en nuestro mundo hispanohablante; todo lo cual es parte de la visión y misión particular de la Iglesia Bautista Internacional (IBI). Producir canciones es algo que Dios puso en nuestras manos y que asumimos con temor y temblor, por la gran responsabilidad que representa, pero también con un gran compromiso.
No es un secreto que por muchos años en el mundo hispano veníamos quedándonos cortos de opciones en cuanto a canciones congregacionales que tuvieran un buen contenido bíblico. En muchas canciones había, y aún hay, un énfasis en el ser humano y sus emociones, en lugar de en Dios y Su revelación.
Nuestra convicción es que toda adoración congregacional debe ser fundamentada en la Palabra. Alabar a Dios cantando Su Palabra nos enseña, nos liberta y auxilia en las dificultades; nos hace anhelar y esperar Su ayuda y Su salvación, la cual tenemos en Cristo y por eso le adoramos (cp. Sal 119:169-176). Así mismo, cantar Su Palabra siempre nos enfoca en desear buscar nuestro gozo y deleite en ella, fuente de completa plenitud.
Nuestra convicción es que toda adoración congregacional debe ser fundamentada en la Palabra
Queremos que este nuevo álbum, los anteriores y los que Dios quiera darnos en el futuro representen unos pocos panes y peces que Él quiera multiplicar para alcanzar y alimentar a muchos. Otros ministerios están aportando a esta necesidad también y lo están haciendo muy bien, mostrando así la multiforme gracia de Dios. Estamos agradecidos de ser parte de este movimiento y juntos contribuir al avance de la causa de Cristo, al proclamar Su evangelio en canciones, contando Su gloria y alabanza, para bendición y edificación de Su iglesia.
¿Cómo surge la canción “Miraré al Rey” y por qué deciden titular el nuevo álbum así?
Esta canción la compusimos con el propósito de traer esperanza y estímulo a la iglesia para que permanezca firme en este tiempo difícil, cuando las sombras y huestes de maldad parecen avanzar como nunca antes y la verdad es atacada, así como los valores cristianos de la sociedad. La iglesia es perseguida de diferentes formas en muchos lugares y la fe de muchos corre el riesgo de debilitarse.
Nos inspiramos en pasajes como los salmos 11 y 121, 2 Crónicas 20:12, entre otros, para cantar verdades como un grito de batalla que contribuya a levantar y fortalecer el espíritu de la iglesia, animándole a que confíe y espere en Su Dios. Él está en Su trono. Él es Rey soberano y justo, que todo lo observa y hará justicia. Él guardará, ayudará y guiará a Su pueblo en los momentos de mayor adversidad. Por eso nuestros ojos han de fijarse solo en Él. El concepto de «mirar al Rey» aplica para toda nuestra vida cristiana: debemos poner los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe (He 12:2).
Queremos que, en el poder y dirección del Espíritu Santo, nuestra adoración proclame la gloria de Dios y a la persona de Cristo
Al considerar las canciones del álbum, lo titulamos «Miraré al Rey», pues funciona como un hilo conductor que nos invita a mirar al Rey Jesús como Cordero, como Salvador, como Dios Santo, como Señor, como buen Pastor, como Roca y Refugio y como Ayudador en nuestras aflicciones.
Él es la única esperanza y garantía para terminar la carrera; Él prometió acompañarnos hasta el final; Él es fiel. Debemos mirarlo a Él, el único digno y cuyo nombre es sobre todo. Hemos de postrarnos ante Él en adoración. Por eso queremos que, a través de las canciones de este álbum, en el poder y dirección del Espíritu Santo, nuestra adoración proclame la gloria de Dios, Su carácter y atributos, y a la persona y obra de Cristo, nuestro Salvador, el Rey de reyes y Señor de señores.
Tanto la canción “Solo en Cristo” como “El justo vivirá por fe” exaltan el sacrificio del Señor Jesús por los creyentes. ¿Por qué es importante cantar sobre estas verdades?
La razón por la que cantamos es porque somos salvos, nacidos de nuevo, y esto solo es posible en Cristo. Cuando fuimos rescatados, el Señor puso un cántico nuevo en nuestros labios (Sal 40:3), la canción de la salvación. La iglesia existe por Cristo, quien es la cabeza, así que su eterna gratitud y alabanza a Él han de comenzar aquí y ahora. Como dice el apóstol Pablo, la Palabra de Cristo debe abundar en nosotros (Col 3:16); esto es, de manera continua, cantando salmos, himnos y cánticos espirituales.
La razón por la que cantamos es porque somos salvos, nacidos de nuevo, y esto solo es posible en Cristo
El álbum inicia con la canción «Solo en Cristo», que proclama con pasión y gozo lo que hemos recibido y ahora somos en Cristo. También resalta la confianza que tenemos en Su obra y en la promesa de la vida eterna. Habla sobre el descanso y la perseverancia que se experimentan solo en Él. ¡Todo esto son buenas nuevas!
Canciones como «El justo vivirá por fe» nos recuerdan que estamos corriendo una carrera y cómo debemos terminarla, porque somos conscientes que en todo el trayecto de nuestra vida cristiana hay tropiezos y adversidades que tienden a debilitar nuestra fe. Basada principalmente en Hebreos 12, esta canción nos exhorta a correr con paciencia, con los ojos puestos solo en Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe, y sin desanimarnos.
La razón para esto es precisamente la descripción de Su sacrificio (He 12:2-4). Es decir, ya que Cristo derramó Su sangre por nosotros, confiemos en Su obra que es suficiente y en Su promesa, porque a pesar de las pruebas llegaremos a la meta. Llegará el día en que le veremos y estaremos con Él por toda la eternidad.
La canción “Mi alma te canta” menciona la alabanza de labios, pero también apunta a una adoración de todo el ser. ¿Nos quiere hablar un poco más de esto?
Jesús enseñó que «de la abundancia del corazón habla la boca» (Lc 6:45). ¿Vale decir «y también canta»?
«Mi alma te canta» es un canto de gratitud y celebración con una melodía y arreglo musical muy alegre. Cuenta con letras de la misma Escritura que nos invitan a bendecir y alabar al Señor en todo tiempo y de manera continua (p. ej. Sal 34:1). El canto que sale a través de los labios debe ser el sonido del clamor del alma que deletrea en palabras su respuesta a la obra redentora de Cristo, quien por medio de Su sacrificio al derramar Su sangre en la cruz nos salvó cuando estábamos muertos en delitos y pecados (Ef 2:5), ¡mientras éramos Sus enemigos! Él perdonó nuestros pecados, libró nuestras almas del Seol y las redimió.
Esta canción de gozo celebra Su bondad, Su fidelidad y Su misericordia (cp. Sal 30:11-12), razones más que suficientes para que nuestras almas no callen y, por medio de nuestros labios y con palabras, le canten por siempre.
Por último, ¿qué consejo daría a las iglesias que anhelan crear sus propias canciones?
Primero quisiera observar que, aunque es un buen deseo, no es un deber para todos los líderes de adoración crear canciones propias, porque no todos tenemos el don para componer y, aún si lo tenemos, no todos los dones son desarrollados de igual medida. Dios es soberano y Él reparte dones a cada uno según Su voluntad. Por eso no debemos sentirnos presionados a alcanzar algo que Dios no nos ha dado, o de alcanzarlo en igual proporción que otros.
Lo que sí debemos procurar es ser hallados fieles en nuestro rol de traer a nuestras iglesias canciones que nos permitan tener una adoración centrada en la Palabra de Dios. Canciones que nos ayuden a informar y dirigir nuestras mentes y corazones, que lleven nuestros afectos a Dios y nos hagan contemplar a la persona, obra y gloria de Cristo.
Una definición sencilla de adoración nos ayuda a ver qué deberíamos buscar como ministros. Warren Wiersbe decía: «la adoración es la respuesta a lo que Dios es, dice y hace». Por tanto, mientras llegan canciones propias —o si no llegan—, seamos diligentes en buscar buenas canciones e himnos que podamos cantar en nuestras iglesias como nuestra respuesta a lo que Él es, dice y hace. Esto dará gloria a Dios y nosotros seremos edificados.
Debemos procurar ser hallados fieles en nuestro rol de traer a nuestras iglesias canciones que permitan tener una adoración centrada en la Palabra
Nuestro enfoque, como líderes y ministerios de adoración, debe ser «edificar»; esto es, buscar la unidad de la fe de todo el cuerpo, a través de un mayor conocimiento del Hijo de Dios, para alcanzar la condición de un hombre maduro, a la imagen de Cristo (Ef 4:11-16). En resumen, si buscamos la edificación, crecemos y maduramos.
Siempre digo que nuestra adoración guarda una relación estrecha con el púlpito de nuestras iglesias, porque «cantamos lo que se nos predica». Un mayor conocimiento de las Escrituras nos permitirá escoger —y escribir, si Dios lo concede— canciones con verdades profundas, de acuerdo a nuestra madurez como cristianos.
Martín Lutero decía que la «música es la doncella de la teología cristiana», atribuyéndole a la misma un rol importante, pues sirve al propósito por el cual se enseña la Palabra de Dios. Mientras más conocemos al Dios que adoramos, más rica, profunda y edificante será nuestra respuesta y experiencia de devoción y adoración a Él.