¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Debido a mi profesión en el área de la salud y mi pasión sirviendo a la iglesia, he tenido la oportunidad de acompañar a múltiples jóvenes en el proceso de iniciar su vida matrimonial y ser parte de la consejería prenupcial. Está claro que al iniciar una vida de matrimonio y, por ende, una vida sexualmente activa, existe la posibilidad de ser “visitados por la cigüeña”. Esto normalmente trae mucha preguntas: ¿Es correcto planificar? ¿Qué métodos existen? ¿Cuáles son métodos abortivos? ¿Posee la planificación efectos secundarios? ¿Qué dice la Biblia?

El tema de la anticoncepción —particularmente la que es no por medio de métodos naturales— es de cierta controversia entre los cristianos. Parte de la razón es que al estudiar las Escrituras no encontramos ningún texto que haga alusión directa a este tema. Hay grupos que se oponen abiertamente a cualquier método anticonceptivo; otros solo apoyan los métodos naturales. Hay quienes están a favor de todos los métodos siempre y cuando no sean abortivos. Y también existen quienes tienen una posición totalmente abierta a cualquier método. Pero en lo que todos los cristianos debemos estar acuerdo es que los hijos son una bendición del Señor (Sal. 127:3-5), son parte del llamado matrimonial (Gn. 1:28; 9:7), y es nuestra responsabilidad el instruirlos y criarlos en el camino del Señor (Pr. 22:6).

Como creyentes estamos convencidos de que Dios es soberano y da vida cuándo Él quiere y cómo Él quiere. Que por más que nos afanemos en obtener descendencia, si no es la voluntad de Dios, Él no la va a dar. Y que por más que trabajemos en no tenerla, cuando Él la quiere dar, la dará. En las Escrituras tenemos ejemplos de esto: Abraham (Gn. 18:9-14), Raquel (Gn. 30:23), Ana (1 Sam. 1), Elizabeth (Lc. 1:36-37), y María (Lc 1:31).

A la vez, entendemos que la bendición de ser padres incluye múltiples responsabilidades. Algunas de ellas:

  1. Responsabilidad espiritual: Es nuestro trabajo como padres instruir a nuestros hijos, orar por ellos y con ellos, modelarles a Cristo, inculcarle amor por su Palabra y el evangelio.
  2. Responsabilidad emocional: Cada hijo es diferente, tienen personalidades y necesidades propias, por lo que necesitamos inteligencia emocional para poder trabajar de manera individual con cada uno de ellos y a la vez permanecer en equilibrio con nuestro cónyugue.
  3. Responsabilidad social: La familia es el núcleo de la sociedad, y la preparación moral que enseñemos en nuestros hogares afectará directamente a la sociedad en que vivimos.
  4. Responsabilidad educativa: Debemos proveer una educación a nuestros hijos, lo que implica tiempo, esfuerzo y recursos.
  5. Responsabilidad financiera: Para tener una calidad de vida mínima y mantener hijos con techo, comida y abrigo es necesario poseer cierto bien económico. Es decir, no podemos tener hijos que no logremos sustentar con dignidad.
  6. Responsabilidad física: Ser padres es agotador, por ende necesitamos fortaleza física para trabajar en todas las áreas con nuestros hijos, y en este acápite también mencionamos aquellas mujeres para quienes el embarazo puede representar un riesgo real de salud.

Teniendo claro esto, entendemos que la planificación familiar es parte importante de todo matrimonio y que el tema debe ser tratado en toda consejería prematrimonial donde ambos cónyugues deben estar de acuerdo en este punto, según su posición. De manera personal, entiendo que el primer hijo no debe de evitarse con ningún método, ya que en la mayoría de los casos no sabemos si portamos alguna condición médica que dificulte lograr un embarazo. En lo que sigue presentaré un breve resumen de los diferentes métodos anticonceptivos: cómo se clasifican, cómo actúan, cuáles son abortivos y cuáles no.

Tipos de métodos

Los métodos anticonceptivos se dividen en 6 grandes grupos:

  1. Métodos de barrera: Entre estos podemos mencionar el preservativo femenino, preservativo masculino, diafragmas, capuchones cervicales, y esponjas espermicidas. Están diseñados para evitar que el espermatozoide tenga contacto con el óvulo. Estos pueden ser utilizados por cualquier mujer, incluyendo aquellas con alguna enfermedad sistémica (como la hipertensión, enfermedades hematológicas, trastornos cardiacos) que contraindique el uso de otro método.
  2. Métodos naturales: Estos se basan en el funcionamiento del aparato reproductor no haciendo uso de ningún medio externo agregado. Estos métodos exigen de mucha disciplina por parte de la pareja. Dentro de los mismos están:
    1. Método del ritmo: Consiste en calcular los días fértiles del ciclo menstrual y evitar las relaciones sexuales durante este tiempo. Debe ser utilizado solo por mujeres con ciclos regulares.
    2. Coito interrumpido: En este el hombre eyacula fuera de la vagina para evitar el contacto del semen con el óvulo. Este método no es confiable puesto que el flujo lubricante del hombre también posee espermatozoides.
    3. Temperatura corporal: Consiste en llevar un registro diario de la temperatura de la mujer al momento de despertarse, el cual suele ser de 36 a 36,5 °C. En el día de la ovulación suele aumentar a 37°C. Se deben evitar las relaciones sexuales ese día.
    4. Moco cervical: Para los días de la ovulación, el moco cervical disminuye su espesor, con la finalidad de que el espermatozoide pueda ascender más fácilmente al útero, y toma una forma muy similar al de la clara de huevo. La pareja deberá evitar tener relaciones sexuales durante los días en que el moco cervical presente esta apariencia.
  3. Métodos hormonales: Después de los métodos de barrera, estos son los más utilizados. Deben ser prescritos por profesionales de la salud y expertos en el área, puesto que están contraindicados en algunas circunstancias. El objetivo de la mayoría de estos es evitar la ovulación (y al no ocurrir ovulación, no hay embarazo). Dentro de este grupo tenemos:
    1. Píldoras anticonceptivas orales: Son píldoras de uso diario que están compuestas por combinaciones hormonales. Hay muchas clases y su prescripción depende de la necesidad de la paciente.
    2. Parche anticonceptivo: Parche que se coloca en el abdomen que libera hormonas paulatinamente, evitando la ovulación.
    3. Varillas implantables: Son del tamaño de un palillo de fósforo; se implantan en la parte interna del brazo y liberan hormonas de manera paulatina. Estos implantes duran de 2 a 5 años, dependiendo del tipo.
    4. Píldora de emergencia (píldora del día después): Es un compuesto hormonal de alta concentración que algunos recomiendan cuando ocurre coito sin protección previa. Esta tiene un efecto anovulatorio (de un 20 a 33%) en caso de que la ovulación no haya ocurrido, como también un efecto anti-implantación (75% de los casos). Como cristianos creemos en la vida y la defendemos desde la concepción hasta la muerte natural, por tanto, no estamos a favor de este método puesto que puede catalogarse como un método abortivo, si ha ocurrido fecundación, formando un medio hostil en el útero que evita la implantación del cigoto en el útero.
  4. Dispositivos intrauterinos (DIU): son dispositivos en forma de T. Según su mecanismo de acción pueden clasificarse en dos grupos:
    1. DIU de metales (cobre, plata u oro): El metal que posee se va liberando paulatinamente en el útero espesando el moco cervical e impidiendo el ascenso del espermatozoide, evitando que este fecunde al óvulo. En caso de que ocurra la fecundación, la T crea un medio hostil al embrión para que no pueda implantarse, por lo que es considerado también un método abortivo y contrario a las verdades de la Palabra.
    2. DIU hormonal: Es un dispositivo que posee en su interior un compuesto hormonal que se va liberando paulatinamente y que produce anovulación, por lo que no se considera abortivo.

De utilizar algún método anticonceptivo, este debe respetar la vida desde la concepción. Debemos de tener en claro que Dios es quien da la vida, y que son muchos los casos de embarazos aun usando cualquiera de estos métodos (inclusive con la esterilización quirúrgica). Así mismo, vale la pena recalcar que toda bendición viene acompañada de una gran responsabilidad, lo que implica el buscar el rostro de Dios a la hora de recibir la bendición de la paternidad, como en tantas otras áreas de mayordomía de los dones de Dios. Por esta razón, te invito a continuar indagando sobre este tema, puesto que un artículo de ninguna manera es suficiente para llevarte a una conclusión final. Ante cualquier duda, no dejes de acercarte a un especialista en la materia, y de buscar la sabiduría de Dios junto con hermanos y hermanas que tengan más tiempo caminando con Él.

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando