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Existen temas que son muy difíciles de exponer y compartir con otros; a veces por su naturaleza misma, y a veces por temor a las repercusiones de la conversación. El tema de la inmigración hacia los Estados Unidos es uno de estos temas. Creo que nosotros, los pastores, somos los llamados a estudiar estos temas difíciles para presentarlos ante los miembros de nuestras congregaciones con la correcta perspectiva bíblica.

En humildad

El tema de la inmigración es un tema delicado que debemos tocar con cuidado y en humildad, principalmente porque podemos encontrar diferentes posiciones defendidas por hermanos creyentes, sin perder de perspectiva que compartimos aquello que es de mayor importancia: el evangelio. Teniendo diferentes convicciones y creencias del mismo tema, debemos cuidar nuestros corazones de no caer en juicio pecaminoso unos con los otros.

Básicamente existen dos bandos en el tema: se encuentran aquellos creyentes que piensan que el principio teológico dominante es el someternos a las autoridades terrenales, como lo expone Romanos 13, y el otro lado argumenta que los creyentes somos llamados a mostrar misericordia y ayuda al inmigrante, pues esto va por encima del sometimiento a las autoridades.

La razón por la que ambos bandos defienden sus argumentos con pasión es porque ambos presentan argumentos bíblicos sólidos al respecto. Esto me lleva a pensar que ambos bandos necesitan considerar los argumentos del otro para así encontrar aspectos que puedan ser de beneficio en el argumento contrario. Por ejemplo, aquellos que defienden someternos a Romanos 13 siempre deben tener un corazón sensible por el necesitado. Por otro lado, los que abogan por extender misericordia al inmigrante no pueden olvidar mantenerse dentro de lo que sus conciencias, informadas por la Biblia, les permitan actuar, y mantenerse dentro del margen de la ley.

Realidad de una crisis

Actualmente existe una crisis migratoria por la entrada tan repentina de tantos niños de America Latina a los Estados Unidos. En estos momentos la iglesia está llamada a responder y cuidar de aquellos en necesidad. Esta crisis también nos presenta la realidad de que el sistema migratorio está roto: un sistema donde la separación de familias es un aspecto del día a día.

Debemos pensar en las repercusiones a largo plazo de la situación actual y entender que esta crisis, entre muchas cosas, es parte de un problema mayor al cual llamo confusión migratoria. Gran parte de la crisis es fomentada por una posición ambivalente y confusa del gobierno de los Estados Unidos en aspectos migratorios. Cada gobierno tiene la prerrogativa de crear leyes migratorias para la protección y cuidado de sus intereses nacionales y de sus ciudadanos. A la vez, tienen una responsabilidad moral por los necesitados. En muchas ocasiones, ambos principios están encontrados.

Uno de los problemas es que por muchos años los Estados Unidos de América han aplicado las leyes migratorias de forma inconsistente, y estas prácticas han variado por diferentes administraciones políticas. En otras palabras, Tío Sam le dice al inmigrante “no vengas sin permiso de trabajo”, pero por otra parte le comunica “ven porque necesitamos tu dinero y tu trabajo”. Los inmigrantes indocumentados pueden pagar impuestos por sus ingresos sin represalia de deportación. Al momento de procesar documentación para permiso de trabajo es de suma importancia haber pagado impuestos por ingresos generados cuando trabajaste y no tenías permiso de trabajo. En mi opinión,  esto constituye  una práctica confusa que envía mensajes contrarios a la población migratoria. Este es uno de muchos ejemplos que hacen el tema uno muy complicado éticamente.

Trasfondo bíblico

Que los cristianos deben extender misericordia al inmigrante está claro en la Biblia, y debe ser siempre el impulso de todo creyente. Pero es de suma importancia que tengamos un entendimiento bíblico de prácticas migratorias en las Escrituras. No solamente aplicar Romanos 13 a este argumento, sino ver cómo en las comunidades del medio oriente antiguo se tenían entendimiento de aspectos migratorios. Les recomiendo a aquellos interesados en estudiar con mas profundidad este tema que lean el libro Imigration Crisis de James Hoffmeier. Otro libro que presenta la perspectiva contraria a esta es Christians at the Border de M. Dariel Carroll.

Básicamente, Hoffmeier presenta el argumento de que en el tiempo de Abraham había dos categorías de personas que no eran originarios de una comunidad. En  hebreo el término ger se refería a un residente legal de una región. Esta persona tenía la aprobación de las autoridades para ser parte de la comunidad. Además del permiso de las autoridades, la compra de tierra era un factor importante en el uso de este término. Por eso vemos el empeño de Abraham de comprar la tumba cuando Sara, su esposa, muere. Esto le daba permanencia legal en la Tierra Prometida.

El otro término es neckar o zar y puede ser traducido como extranjero. En tiempos bíblicos este término era utilizado para personas que solamente pasaban por el área y no tenían intenciones de permanecer. Lo que presenta este argumento es que desde tiempos bíblicos naciones tenían fronteras establecidas, y los personajes bíblicos se tenían que someter a estas leyes. Vemos que Abraham al mentirle al Faraón sobre su estado civil con Sara le causa su deportación de Egipto.

Perspectiva Pastoral

Para mí es de suma importancia como pastor que, guiado por la palabra de Dios, yo pueda ayudar a las personas en mi congregación a que honren los principios bíblicos relacionados a este asunto. Por consiguiente, mis conversaciones con personas sobre el tema de la inmigración pueden ser diferentes, y en ocasiones hasta pudiera parecer que me estoy contradiciendo. No tengo una respuesta enlatada sobre el tema: quiero ver con qué áreas de la palabra de Dios la persona que estoy hablando está batallando, y trato de traer principios bíblicos para que su pensamiento sea alineado a las escrituras.

Conversación con nacionales

He tenido muchas conversaciones sobre el tema migratorio con personas de ciudadanía estadounidense. En general sus argumentos se mueven normalmente hacia el llamado a obedecer Romanos 13. A estos hermanos siempre quiero recordarles la importancia de extender misericordia y ayuda al necesitado, y al hecho de que las leyes del gobierno ante este tema son confusas, pues les permiten pagar impuestos a los inmigrantes indocumentados.

El tema es mucho más complicado que simplemente sacar los millones de inmigrantes, debido a las consecuencias sociales y económicas que esto traería. La mayoría de los inmigrantes pagan impuestos y por temor a represalias no piden sus reintegros. No podemos olvidar que estos inmigrantes son seres creados a la imagen de Dios. Al final les exhorto que nos comuniquemos con amor y misericordia sin olvidar la importante perspectiva de obedecer las leyes de una nación.

Conversación con inmigrantes

Siempre animo a los creyentes indocumentados con los que estoy en contacto  a que se sometan a la ley. Les exhorto a que no mientan para encontrar un trabajo, que traten de agilizar sus trámites migratorios y que paguen sus impuestos. Si no tienen permiso de conducir, que usen transportación pública. Básicamente les animo a que sean ciudadanos que dentro de la confusión de las leyes migratorias y la aplicación de las mismas puedan regirse bajo la ley del estado. Estos son principios que presentaríamos a miembros de nuestras iglesias que son residentes legales.

Algo clave y de importancia es que el inmigrante no tenga un sentido de que es un derecho estar en los Estados Unidos, sino que más bien tenga una actitud de agradecimiento, humildad y sumisión al proceso. Sé que por mi trasfondo, al ser ciudadano americano por nacimiento, no me puedo relacionar con algunas de las vicisitudes que nuestros hermanos pasan. Pero en amor puedo animarles a que puedan someterse a la palabra de Dios no importando las circunstancias.

Reforma migratoria

Por último, muchos pedimos una reforma migratoria, pero la iglesia debe estar lista a reaccionar de forma bíblica a esto. ¿Cómo respondería la iglesia si el gobierno crea leyes y las aplican de forma justa y con equidad? Si llegara un tiempo donde los bordes fueran más monitoreados, ¿cómo veríamos esto? Debemos prepararnos, basándonos en las Escrituras,  para contestar estas preguntas y así darle dirección y guianza a la iglesia que Dios ha puesto bajo nuestro cuidado, para que tanto inmigrantes como nacionales podamos darle Gloria a Dios con todo lo que hacemos.

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