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Cuando compramos un celular inteligente a nuestros hijos es muy seguro que encontremos en la caja un cargador, un manual del dispositivo y tal vez un par de audífonos. Pero lo que nunca encontraremos será una guía ética sobre cómo utilizarlo con sabiduría. Por lo tanto, nuestra responsabilidad como padres es ayudar a nuestros hijos a que usen sus celulares y redes sociales de una manera que honre a Dios.

Quisiera compartir algunos principios bíblicos que debemos enseñar a nuestros jóvenes para que puedan utilizar adecuadamente esta herramienta tecnológica. 

Dios es primero y la familia es segundo

Y Él le contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y primer mandamiento. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas» (Mt 22:37-40).

Gracias a estas palabras de Jesús aprendemos que la relación más importante en nuestras vidas debe ser la que tenemos con Dios. Debemos apartar una parte considerable de nuestro tiempo para cultivar esa relación a través de la lectura bíblica, la oración y la asistencia a una iglesia. Pero esta no es la única relación que Jesús señala.

Los padres debemos recordarles a nuestros hijos que deben evaluar todo el contenido en Internet a la luz de la Biblia

También debemos enfocarnos en cultivar relaciones con nuestro prójimo. Nuestros prójimos más importantes son los miembros de nuestra familia. De manera que si queremos que estas relaciones crezcan, necesitaremos invertir tiempo de calidad en ellas.  

Es lamentable que nuestros jóvenes pasen la mayor parte de su tiempo libre frente a las pantallas y redes sociales, en vez de dedicarlo a aprender más de Dios y disfrutar de sus familias. Ellos no se dan cuenta de que están desperdiciando muchas horas valiosas que jamás podrán recuperar. 

Los padres debemos ser cuidadosos en cuanto al tiempo que permitimos a nuestros hijos usar sus celulares. Como regla general, considero que dos horas al día es suficiente para que interactúen en sus redes sociales.

Enfocados en lo bueno, lo bello y lo verdadero 

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten (Fil 4:8).

Una de las aplicaciones en relación con el uso del celular es que el contenido de Internet no debe quebrantar ninguna de las virtudes que Pablo enumera. Ya sea el contenido que publicamos, como el que consumimos.

Es triste que mucho del contenido con el que nuestros hijos interactúan en línea no es contenido amable, verdadero, puro o justo. Más bien, suele ser pecaminoso, hiriente, falso y, en ocasiones, hasta violento.

Si queremos que nuestros hijos aprendan a utilizar sabiamente sus celulares debemos recordarles que vean y compartan contenido que esté en armonía con lo verdadero, lo bello y lo bueno. 

Evaluando todo a la luz de la Biblia

Otro gran error que cometen nuestros jóvenes es que no evalúan bíblicamente el contenido que consumen en sus celulares. Por ejemplo, pueden verse muy influenciados por los consejos y opiniones que leen en redes sociales, sin pensar con detenimiento si están de acuerdo con las Escrituras.

Esto es muy peligroso porque terminan creyendo mentiras o afirmando una filosofía de vida errada, solo porque la enseñan sus influencers favoritos. Si alguna vez te has preguntado de dónde sacan ideas tan erróneas nuestros hijos, es muy probable que venga del contenido que consumen en redes sociales.

Si nuestros hijos buscan refugiarse de sus problemas en las pantallas debemos recordarles que solo Cristo puede darles el refugio que sus almas necesitan

Los padres debemos recordarles a nuestros hijos que deben evaluar todo el contenido en Internet a la luz de la Biblia. De acuerdo con el salmista, es el único libro perfecto, digno de confianza, verdadero y justo (Sal 19:7-11). Por lo tanto, enseñemos a nuestros hijos a profundizar en su conocimiento de las Escrituras y luego preguntarse qué dice la Biblia sobre lo que están consumiendo antes de creer cualquier cosa. 

Refugiados en Dios y viviendo para Su gloria 

Muchos de los jóvenes buscan en sus teléfonos alguna especie de refugio cuando se encuentran en situaciones difíciles. Pero los celulares no tienen el propósito de ofrecer alivio verdadero a sus usuarios. Son solo herramientas que nos ayudan a conectarnos con otros y nos brindan acceso a información y formas de entretenimiento.

Por lo tanto, si nuestros hijos buscan refugiarse de sus problemas en las pantallas, debemos recordarles que solo Cristo puede darles el refugio que sus almas necesitan (cp. Sal 11:1). Debemos enseñarles a buscar a Dios en Su palabra y en oración cuando se encuentren en angustia o pasando por alguna adversidad. 

Además existe otro grupo de jóvenes que busca obtener niveles altos de popularidad y aprobación social. Esta es otra forma de temor al hombre (cp. Pr 29:25) y de egocentrismo, cosas que no agradan a nuestro Dios. Debemos recordarles a nuestros hijos que nuestra vida fue diseñada por el Señor, no para que busquemos nuestra propia gloria, sino para que glorifiquemos a Dios en todo, ya que Él es único digno «de recibir la gloria, la honra y el poder» (Ap 4:11).

¿Lo haremos? 

Por favor, hagámoslo. De lo contrario, nuestros hijos desperdiciarán su tiempo en las redes sociales, leyendo y publicando contenido que no los edifica. Serán expuestos a las mentiras que se propagan en el mundo virtual y estarán buscando felicidad o refugio en cosas que nunca podrán satisfacer sus corazones.

Que el Señor nos ayude en esta labor de enseñar a nuestros jóvenes a usar sus celulares con sabiduría y para Su gloria.

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