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¿Eres miembro de una iglesia? Si eres creyente, ¡espero que sí! ¿Cómo fue el proceso de llegar a ser miembro de tu iglesia? ¿Tiene la iglesia donde estás clases para las personas que quieran ser miembros de la iglesia?

A continuación planteo cinco preguntas sobre este tema: ¿cómo empezar una clase de membresía?

¿Qué es una clase de membresía?

En pocas palabras, una clase de membresía es una parte del discipulado cristiano por medio de la cual se enseña acerca de la membresía de la iglesia local y se prepara a “los candidatos” para la membresía de la iglesia.

¿Cuál es la razón de ser de una clase de membresía?

Se me ocurren cinco propósitos para tener una clase de membresía:

1)   Fidelidad a la Biblia

Cada iglesia local debe ser fiel a la enseñanza de la Biblia acerca de la membresía de la iglesia. Aunque la Biblia no diga (en tan pocas palabras): “Tienes que hacerte miembro de una iglesia local”, sí enseña claramente que la membresía de la iglesia es algo bíblico, bueno, y necesario (1 Co. 12:27; Ef. 2:16). Una clase de membresía facilita que cada iglesia “funcione” de forma bíblica.

2)   Ser parte del cuerpo de Cristo

A través de la membresía, las personas que han oído el mensaje del evangelio, que se han arrepentido de sus pecados, y que han puesto su confianza en Jesús como su Salvador puedan dar el siguiente paso bíblico y lógico: pasar a formar parte de una iglesia local.

La conversión (arrepentimiento y fe) no es el final del viaje espiritual de una persona, sino solo el principio. Y el libro de Hechos en particular, y otros principios bíblicos generales, enseñan que después de la conversión vienen el bautismo (Hch. 2:41; 8:12, 36, etc.) y la membresía de la iglesia (Hch. 2:47; 11:26, etc.), sea que estos dos pasos se fundan en uno solo o que se traten por separado.

3)   Formar parte de un nuevo cuerpo local

La membresía ayuda a que los creyentes que han sido miembros de otra iglesia, y que ahora están cambiando de iglesia, puedan ser preparados para dar ese paso.

Esta situación suele darse por uno de dos motivos: (1) un cambio de lugar de residencia; o (2) un cambio de iglesia dentro de la misma localidad (quizá por razones doctrinales o por alguna otra razón). El hecho de que alguien ya sea creyente, y aunque venga con una carta de presentación de su iglesia anterior, no es una razón para que no pase por la clase de membresía de su nueva iglesia.

4)   Entender las implicaciones del compromiso

Más vale que salga a la luz cualquier posible problema en una clase de membresía y no después, cuando la persona ya es miembro.

La membresía también ayuda a que no haya ningún miembro de iglesia que no pase por un mínimo de preparación para formar parte de la iglesia de manera formal, para que entienda las implicaciones del compromiso de ser miembro de una iglesia local.

“Más vale prevenir”, dice el dicho. Más vale que salga a la luz cualquier posible problema en una clase de membresía y no después, cuando la persona ya es miembro. Una clase de membresía es un proceso de conocimiento mutuo: la persona a la iglesia, y la iglesia a la persona.

5)   Conocer el testimonio de salvación

Hay personas que piensan ser creyentes pero no lo son. Al pasar por el proceso de membresía, se puede prevenir que cualquier persona que, aun creyéndose creyente, si resulta no serlo, “se cuele” y sea aceptada como miembro. El proceso de membresía, más bien, le ayudará a reconocer su verdadera situación espiritual y a entender y abrazar el mensaje del evangelio.

No es imposible que una persona todavía inconversa pida ser miembro de una iglesia, creyéndose convertida. Una clase de membresía no es un “filtro” infalible, pero sí ayuda a identificar la situación espiritual de las personas.

¿Qué incluir en una clase de membresía?

En la congregación donde yo estoy cubrimos cuatro temas principales en las clases de membresía:

  1. Cuál es la base bíblica de la membresía de la iglesia. Aquí resumimos los argumentos bíblicos a favor de la membresía de la iglesia. 
  2. Cómo es nuestra iglesia. Es muy importante que los candidatos sepan cómo es la iglesia donde están pidiendo ser miembros; que nadie se haga miembro sin conocer bien a la iglesia. 
  3. Quién puede ser miembro de nuestra iglesia. Es lógico que los candidatos quieran saber cuáles son los requisitos para que alguien pueda ser miembro de nuestra iglesia. Nosotros tenemos cinco requisitos: (1) ser creyente (o sea, tener una profesión de fe creíble); (2) haber sido bautizado; (3) estar viviendo como creyente (o sea, no estar viviendo una contradicción del evangelio); (4) haber leído los documentos oficiales de la iglesia; y (5) estar dispuesto a comprometerse con la iglesia. (Sobre este punto habrá algunas diferencias de matiz entre algunas iglesias y otras.) 
  4. En qué consiste el compromiso de un miembro de iglesia. En nuestra iglesia resumimos el compromiso en siete frases clave: (1) orar por la iglesia; (2) asistir a la iglesia (dentro de lo humanamente posible); (3) servir en la iglesia; (4) respetar a la iglesia; (5) defender a la iglesia (cuando es atacada); (6) apoyar a la iglesia (con las ofrendas, pero no solo así); y (7) amar a la iglesia (la última frase y la más importante).

¿Cuáles son los beneficios de una clase de membresía?

Una clase de membresía, bien preparada y bien hecha, honra al Señor y su Palabra.

De lo ya visto se desprenden bastantes beneficios de tener una clase de membresía:

  • Reforzar la enseñanza bíblica acerca de la membresía de la iglesia.
  • Aprovechar la clase de membresía para discipular a los candidatos.
  • Preparar a las personas para ser (buenos) miembros de iglesia.
  • Fomentar la comunión entre los candidatos por medio de la interacción de la clase.
  • Evangelizar a cualquier candidato que resulte no haber entendido el mensaje del evangelio.
  • Subir el nivel general de compromiso de los miembros de la iglesia.
  • Prevenir cualquier posible malentendido o futuro problema.

¿Cómo empezar una clase de membresía?

A la luz de todo lo visto, sería bueno establecer un patrón de clases de membresía. Esto debe empezar a nivel del equipo pastoral de la iglesia y luego ser explicado a los demás miembros de la iglesia. Lo ideal sería hacer las clases más o menos continuamente o por lo menos tres o cuatro veces al año, según la necesidad. Se podrían personalizar las clases en el caso de cualquier candidato que, por razones justificadas, no pudiera asistir a (todas) las clases en grupo.

La membresía es de suma importancia para el creyente. Su compromiso con el Señor se ve reforzado al no ser un mero asistente a la iglesia, sino un miembro de ella. Una clase de membresía, bien preparada y bien hecha, honra al Señor y su Palabra, fortalece a la iglesia local, y refuerza dos cosas tan fundamentales como la evangelización y el discipulado.


Imagen: Lightstock.
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