”¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas que pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, y han descuidado los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Estas son las cosas que debían haber hecho, sin descuidar aquéllas”, Mateo 23:23.
Aquí se encuentra una vez más esa lucha con la que estamos más familiarizados de lo que muchas veces quisiéramos aceptar o reconocer. Así como los escribas y fariseos, nosotros tendemos a enfocamos demasiado en la importancia de lo que hacemos para Dios.
Es cierto que debemos vivir con intencionalidad y obediencia a los preceptos de Su Palabra. Requiere de nosotros disciplina para hacer cosas regularmente hasta que se conviertan en buenos hábitos que impacten y hagan una diferencia a nuestro alrededor.
Pero por otro lado, Jesús habla precisamente de otros asuntos de los cuales dice son aún más importantes. Estos son los asuntos del corazón. Son las “prácticas” que menciona pero que son cosas que fluyen al exterior de la realidad interna de nuestra relación con Dios.
El pasaje habla de los fariseos y cómo les gustaba ser vistos y reconocidos por la gente. Así nosotros recibimos “valor” al ser vistos y reconocidos por lo que hacemos, algo que ocurre y que no nos damos cuenta puesto que no se ve, pero que muchas veces se revela en nuestras frustraciones y emociones.
Lo importante es reconocer la tendencia de nuestro corazón en esta dirección, recordar la provisión de Dios en cuanto a nuestro valor y significado en la obra de Cristo en la cruz del Calvario, y gozarnos en que como Sus hijos hemos recibido por gracia el regalo de nuestra salvación.
Esto nos da la libertad para no solo responder en obediencia personal a Su Palabra, pero poder intervenir en la sociedad buscando estructuras de justicia, extendiendo misericordia a las demás personas a nuestro alrededor, porque nosotros hemos recibido misericordia, y sirviendo a nuestro Señor con fidelidad, independientemente de si somos vistos o no.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.
