¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

El Credo de los apóstoles es la declaración de los fundamentos doctrinales de la Iglesia. Fue redactado en el siglo V y está compuesto de la siguiente manera:

«Creo en Dios padre, Todopoderoso, creador del cielo y la tierra.
Creo en Jesucristo, su Unigénito Hijo, nuestro Señor; quien fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María; sufrió bajo Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió al infierno. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida eterna. Amén».[1]

John MacArthur afirma que la iglesia ha enfrentado el doble reto de afirmar la verdad y de confrontar el error desde sus comienzos. Un pensamiento que complementa esta afirmación es lo que Albert Mohler también afirma: «Todos los cristianos creen más de lo que abarca el credo de los apóstoles, pero ninguno puede creer menos de eso».[2]

Necesitamos reflexionar en los elementos esenciales que componen este credo, ya que esta es la fe de la iglesia cristiana resumida en una declaración de fe histórica. Este credo es muy necesario ante la irónica crisis de identidad que atraviesan algunos sectores de la iglesia y la consecuente tendencia hacia el secularismo.

El trasfondo doctrinal del credo de los apóstoles nos hace reflexionar en sus implicaciones para los cristianos de hoy y nos recuerda el compromiso que tenemos con el Señor y su Iglesia. Se trata de un tema difícil de tratar por la falta de interés actual en el estudio, una actitud fomentada por el mal entendimiento del cristiano con respecto al estudio de la doctrina. La doctrina se define como una enseñanza sobre un tema y, en general, los cristianos consideran que esto es solo para los teólogos, aunque de ninguna manera sea así.

Nuestra cultura ha perdido el gusto por conocer nuestra herencia teológica. Sin embargo, esto es sumamente importante porque un estudio consciente del credo apóstolico es un acercamiento a nuestras raíces cristianas y a nuestro fundamento.

Me gustaría concluir esta breve descripción con las palabras de Albert Mohler:

«Los cristianos a lo largo de los siglos han confesado la fe en Jesucristo, la fe que Jesús enseñó a sus discípulos, la fe que los apóstoles enseñaron a la iglesia primitiva, la fe “que ha sido una vez dada a los santos” (Jud 3). El credo de los apóstoles es nada más un resumen preciado de la fe cristiana, pero es la declaración doctrinal que más se ha proclamado en la historia cristiana. El credo de los apóstoles no abarca la totalidad de la fe cristiana, como ninguna síntesis podría hacerlo. Sin embargo, los cristianos lo han declarado con valentía a lo largo de los siglos, incluso delante de dictadores y a las puertas de la muerte. Cuando confesamos esta fe, tomamos tomamos nuestro lugar en el largo linaje de fidelidad cristiana cuya existencia supera ya los dos mil años. Me maravilla ese privilegio y me asombra la valentía de una confesión que empieza con Dios Padre Todopoderoso y concluye con la vida eterna. Entre el principio y el final del credo de los apóstoles se encuentra el cuerpo entero de verdad bíblica cuyo centro es el evangelio de Jesucristo».[3]


Este es un artículo adaptado de un contenido que publicamos primero aquí.

[1] Albert Mohler, El credo de los apóstoles (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2020) p. 9.
[2] Ibid., p. 13.
[3] Ibid., p. 232.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando