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Las restricciones y el distanciamiento social por el Coronavirus obligaron a las iglesias a organizar reuniones virtuales para congregarse (Heb. 10:24-25). Aunque es una buena medida, debemos preguntarnos ¿cómo cumplimos la Gran Comisión frente al escenario que nos presenta el Coronavirus?

Para responder a esta pregunta cada individuo necesita evaluar su contexto. Sin embargo, los siguientes consejos te pueden orientar para cumplir la gran comisión durante el aislamiento social.

1) Acepta esta nueva realidad temporal

Esta crisis es temporal, pero la manera de cumplir la Gran Comisión en este tiempo será diferente. Obedecer el distanciamiento doméstico no es un acto de traición al mandato del Señor. Pero ignorar las medidas del gobierno, y evangelizar sin restricciones, traería serias consecuencias sanitarias que resultarían perjudiciales incluso para nuestro testimonio.

En cambio, obedecer a las autoridades es un acto de amor y compasión al no servir como transmisores de esta enfermedad (Mc. 12:31). No estoy sugiriendo que nos abstengamos de todas formas de evangelismo. Más bien, debemos ser sabios y cautelosos mientras aprovechamos los nuevos métodos para evangelizar.

Debemos ser sabios y cautelosos mientras aprovechamos los nuevos métodos para evangelizar

2) Ajusta tus métodos evangelísticos

La crisis por Coronavirus nos impide involucrarnos en las misiones internacionales, pero nos permite conectar con nuestros vecinos. Este virus revela que somos vulnerables y necesitamos tomar medidas drásticas para preservar la vida. Sin embargo, estas medidas tienen un impacto devastador en la estabilidad económica mundial.

Muchas personas tienen temor y desesperanza porque han perdido lo que les brinda consuelo y seguridad, esto las hace más receptivas al Evangelio. Por eso, este es el momento para proclamar que la vida eterna se encuentra solo en Cristo. Por la gracia de Dios somos sus mensajeros de reconciliación y no debemos retroceder por temor (2 Co. 5:18-20).

Como delegados de la Gran Comisión, queremos compartir el Evangelio y alcanzar a los perdidos. Aunque el COVID-19 nos ha obligado a cambiar nuestros métodos, no puede detener el avance del Evangelio. Un individuo con la mentalidad de la Gran Comisión está buscando oportunidades para transformar conversaciones cotidianas en conversaciones evangelísticas.

Mientras estés en cuarentena, identifica quiénes a tu alrededor necesitan de Cristo y, salvaguardando la salud de todos, conéctate con ellos para conocer sus necesidades. Recuerda que este es el momento de presentar el Evangelio por medio la compasión: escucha sus preocupaciones, y ayuda a suplir necesidades en la medida de tus posibilidades. Finalmente, ora para que estos actos puedan crear oportunidades de compartir la esperanza que hay ti (1 P. 3:15). Este es el tiempo de que la iglesia demuestre las inescrutables riquezas de Jesús (Ef. 3:8).

3) Dale propósito a este tiempo

No malgastes tu cuarentena: crece en tu relación con Cristo, discipula a tu familia, y practica la Gran Comisión en tu hogar como un proyecto a largo plazo. Pablo les advirtió a los efesios que manejaran su tiempo sabiamente (Ef. 5:15-16). Nuestra tendencia será malgastar nuestro tiempo durante esta cuarentena, pero te aliento a que aproveches esta oportunidad para ser un discipulador más efectivo:

1. Enfócate en tu crecimiento espiritual. Los discipuladores deben priorizar el Gran Mandamiento y cultivar una relación íntima con Cristo (Mt. 22:37-40; Jn. 15:4). Así que, agradece a Dios por este tiempo, aprovéchalo para crecer en Él y en su Palabra. Ora para que por medio de esta situación Dios revele la presencia de cualquier ídolo en tu corazón.

2. Promueve una cultura de discipulado en familia. Sé intencional. Toma tiempo para agendar estudios bíblicos, tiempos de adoración, y oración con tu familia. Desarrolla estudios sobre cómo leer y estudiar las Escrituras; equípalos para que sepan alimentarse de la Palabra. Conversa con ellos sobre la crisis global y ofréceles una perspectiva bíblica. No olvides que nuestros hijos siempre recordarán cómo respondimos ante el Coronavirus.

Crece en tu relación con Cristo, discipula a tu familia, y practica la Gran Comisión en tu hogar como un proyecto a largo plazo

4) Sigue o empieza a ofrendar para las misiones

Puedes permanecer involucrado en la Gran Comisión durante la pandemia, ofrendando para los misioneros. El impacto económico que tendrá el COVID-19 es incierto y devastador. Como resultado, las ofrendas destinadas a las misiones van a disminuir y muchos hermanos se verán obligados a dejar el campo misionero por falta de sustento económico.

Te sugiero que te pongas en contacto con hermanos que permanecen en el campo misionero. Dales aliento y, si está en tus posibilidades, confirma tu compromiso de seguir ofrendando para su sustento financiero.

Unas últimas palabras de aliento

Después de la resurrección los discípulos se reunieron en el monte en Galilea y adoraron. Pero Mateo también menciona que unos dudaron (Mt. 28:17), y fueron esas dudas, preocupaciones, y temor que llevaron a Jesús a prologar la Gran Comisión con la declaración: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra” (Mt. 28:18). Jesús posee autoridad absoluta sobre todas las cosas (Mt. 11:27). Esta declaración alentó e impulsó a los discípulos a obedecer la Gran Comisión.

Si bien es cierto que nuestras circunstancias son diferentes a las de aquellos discípulos, nos beneficia recordar que Cristo aún tiene toda autoridad. El Coronavirus no ha destronado a Cristo, y tampoco ha anulado su misión. Su autoridad divina permanece sobre todas las cosas, incluyendo esta pandemia (Mt. 28:19). Recuerda, no existe pandemia ni cuarentena que pueda impedir el éxito de la Gran Comisión.

Tenemos la certeza de que la cuarentena no puede contener el Evangelio de la gracia de Dios.

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