¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Vivimos en un mundo donde la pornografía es prevalente. La industria pornográfica tiene ganancias de miles de millones de dólares al año. Algunos estudios ponen este valor en 6 mil millones, pero otros cerca de los 100 mil millones. Parece inevitable que un adolescente terminará siendo afectado por este cáncer que consume a la sociedad, destruye matrimonios, y daña las mentes de nuestros jóvenes.

Por si eso no fuera poco, el acceso a la pornografía es más fácil que nunca en la historia de la humanidad. Por medio de los teléfonos móviles, tabletas, y computadoras, cualquier persona tiene acceso casi inmediato a este veneno mental. Si eres un joven batallando con esto, o simplemente quieres protegerte de caer, ¿qué puedes hacer? Y si eres un padre que busca proteger a sus hijos, permíteme compartirte algunos consejos, también.

La forma principal en que una persona se puede proteger de la pornografía es al amar a Cristo por encima de cualquier otra cosa.

Un amor más grande

Para luchar contra la pornografía, lo principal es amar algo por encima de este pecado. Cada vez que hay pecado se producen afectos más grandes por el pecado que por Cristo. (Por “afectos” me refiero a emociones profundas y reales que todos tenemos como seres humanos). Así que la forma principal en que una persona se puede proteger de este terrible mal es al amar a Cristo por encima de cualquier otra cosa. 

Pablo en Efesios 3 hace una oración por los creyentes de Éfeso que aplica a la lucha contra todo pecado.

“Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le ruego que Él les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo habite por la fe en sus corazones. También ruego que arraigados y cimentados en amor, ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios”, Efesios 3:14-19.

Nos fortalecemos en el hombre interior cuando entendemos el gran amor de Cristo por nosotros. Cuando comprendemos esto, nuestro amor por Él aumenta y se vuelve más glorioso y más deseable. Jesús es aquello que puede satisfacerlo todo. 

Por lo tanto, para ganar esta batalla, se debe conocer el evangelio. El evangelio nos muestra con mayor grandeza Su amor por nosotros. Nos muestra que Él dio su vida para que nosotros podamos vivir, que su amor reflejado en la cruz es lo único que puede darnos afectos por Cristo al punto de que todo lo demás sea basura. Nuestra meta es que podamos decir como Pablo en Filipenses 3 que todo es basura con tal de conocer a Cristo. Así que luchamos contra este pecado no principalmente al establecer reglas o al implementar aspectos prácticos, sino desarrollando afectos por algo más glorioso que la pornografía. Lo más glorioso es Jesús.

Padres, debemos predicarles el evangelio a nuestros hijos desde niños.

Padres, debemos predicarles el evangelio a nuestros hijos desde niños. Más que protegerlos de formas prácticas, los protegemos al dejarles saber que ellos son pecadores que necesitan de un salvador. Muchas veces les hacemos creer a nuestros hijos que pueden ser buenos y obedientes en sí mismos. En lugar de ello, debemos decirles que sin Cristo sus afectos los llevarán a entregarse a otros ídolos, y que solo al amar a Cristo podemos luchar contra las cosas que el mundo nos ofrece. Este principio es el que necesitan en la adolescencia, y es el principio que necesitan hasta que vayan a la tumba, ya que la lucha contra la pornografía será para toda la vida. 

Una batalla bien pensada

¿De qué formas prácticas podemos ayudar a nuestros hijos en la lucha contra la pornografía? Si eres creyente en Jesucristo, hay varias cosas que puedes hacer:

  • Sé un ejemplo de pureza motivada por amor a Cristo. La pureza que no nace del evangelio es simplemente fariseísmo, y el fariseo nunca ayuda a otro motivado por la gracia. 
  • Modela amor y respeto por tu cónyuge. Que tus hijos vean que realmente encuentras satisfacción en tu pareja de pacto (Pr. 5:18). 
  • Sé sabio en la administración del uso de celulares y computadoras. Recuerda que uno de los principales problemas hoy es el fácil acceso a la pornografía. Muchos padres les dan los medios de acceso a sus hijos sin supervisión ni límites necesarios. No veo una buena razón para que un adolescente tenga un teléfono inteligente. A esa edad debe ser más que suficiente usar computadoras y tabletas solo en lugares comunes del hogar y con la supervisión adecuada. 
  • Para poder ayudarles en la lucha contra este pecado, debemos desarrollar una cultura de gracia en el hogar, donde ellos puedan venir, confesar sus pecados, y recibir gracia y ayuda en amor. No estoy diciendo que no deban haber consecuencias, pero sí que puedan sentir apoyo y guía bíblica de parte de sus padres. Que en lugar de decirles, ¿Cómo pudiste hacer esto?, puedan escuchar, Estoy aquí para ayudarte. 
  • Ayuda a tus hijos a que se conecten con su iglesia local y desarrollen amistades con jóvenes piadosos que deseen caminar en pureza. Esto les debe animar a andar juntos en este difícil camino. 
  • Háblales sobre los peligros de la adicción y las consecuencias negativas en sus relaciones al estar expuestos a la pornografía. Tus hijos deben saber el lado oscuro de esta industria y su relación con el tráfico de humanos. 

Por lo tanto, nuestros hijos deben conocer que hay gracia en el evangelio para caminar este trecho. Cristo es mejor que la pornografía. Deben ver que sin afectos por Cristo la lucha es en vano. Oremos que Dios pueda usar esta lucha para mostrar que solo Cristo da libertad.


Imagen: Lightstock.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando