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Uno de los problemas más comunes de la humanidad tiene que ver con su actitud frente a las leyes divinas. Sin embargo, cada ley de Dios nos revela su amor y cuidados para que no nos desviemos por caminos lamentables. Juan lo resumió así: “Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles” (1 Jn 5:3).

Estos son 36 versículos bíblicos sobre la ley. Te invitamos a leerlos a la luz del evangelio.


“Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todas las ordenanzas. Todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: ‘Haremos todas las palabras que el Señor ha dicho’” (Éxodo 24:3)

“Y el Señor dijo a Moisés: ‘Sube hasta Mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos’” (Éxodo 24:12)

“Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que el Señor estableció entre Él y los israelitas por medio de Moisés en el monte Sinaí” (Levítico 26:46)

“Una sola ley habrá, una sola ordenanza, para ustedes y para el extranjero que reside con ustedes” (Número 15:16)

“Moisés escribió esta ley y la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto del Señor, y a todos los ancianos de Israel” (Deuteronomio 31:9)

“Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito” (Josué 1:7-8)

“Entonces Samuel dio al pueblo las ordenanzas del reino, y las escribió en el libro, el cual puso delante del Señor. Y despidió Samuel a todo el pueblo, cada uno a su casa” (1 Samuel 10:25)

“Porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar Sus estatutos y ordenanzas en Israel” (Esdras 7:10)

“Y leyeron en el libro de la ley de Dios, interpretándolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura” (Nehemías 8:8)

“¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche!” (Salmo 1:1-2)

“La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo” (Salmo 19:7)

“Escucha , pueblo mío, mi enseñanza; inclinen ustedes su oído a las palabras de mi boca” (Salmo 78:1)

“Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón” (Salmo 119:34)

“Si Tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción” (Salmo 119:92)

“Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad” (Salmo 119:142)

“Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi enseñanza como la niña de tus ojos” (Proverbios 7:2)

“Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación” (Proverbios 28:9)

“¡Ay de los que decretan estatutos inicuos, y de los que constantemente escriben decisiones injustas, para privar de justicia a los necesitados, para robar de sus derechos a los pobres de mi pueblo, para hacer de las viudas su botín, y despojar a los huérfanos!” (Isaías 10:1-2)

“Préstame atención, pueblo mío, y óyeme, nación mía. Porque de mí saldrá una ley, y estableceré mi justicia para luz de los pueblos” (Isaías 51:4)

“Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo” (Juan 1:17)

“Porque en Dios no hay acepción de personas. Pues todos los que han pecado sin la ley, sin la ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados. Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los que cumplen la ley; esos serán justificados” (Romanos 2:11-13)

“Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión” (Romanos 2:25)

“¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe. Porque concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley” (Romanos 3:27-28)

“Pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley” (Romanos 5:13)

“La ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 5:20-21)

“Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros” (Romanos 7:22-23)

“El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley” (Romanos 13:10)

“La mujer está ligada mientras el marido vive; pero si el marido muere, está en libertad de casarse con quien desee, solo que sea en el Señor” (1 Corintios 7:39)

“No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano” (Gálatas 2:21)

“Esto es lo único que quiero averiguar de ustedes ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?” (Gálatas 3:2)

“Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Gálatas 5:14)

“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente” (1 Timoteo 1:8)

“Pero evita controversias necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la ley, porque son sin provecho y sin valor” (Tito 3:9)

“Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley” (Hebreos 7:12)

“Si en verdad ustedes cumplen la ley real conforme a la Escritura: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’, bien hacen. Pero si muestran favoritismo, cometen pecado y son hallados culpables por la ley como transgresores” (Santiago 2:8)

“Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4)

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