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1. No es malo querer tener relaciones sexuales con tu pareja. Lo preocupante sería si no tuvieras ese deseo. La clave es querer glorificar a Cristo más de lo que desean tener relaciones sexuales el uno con el otro.

2. La clave para glorificar a Cristo más de lo que desean tener relaciones sexuales el uno con el otro es tomar esa decisión una y otra vez.

3. Los que están en una relación de citas o cortejo muestran su mejor comportamiento. Sin embargo, puedes esperar con el paso del tiempo que se pongan “peores”. Mientras la familiaridad crece, la gente baja la guardia y se convierte más en su verdadero yo. El matrimonio no soluciona el mal comportamiento; en todo caso, a menudo se le da más libertad. Damas, esto significa que si tu novio es controlador, desconfiado, verbalmente condescendiente o manipulador, lo será más en la medida en la que su relación continúe. Lo que sea que estés haciendo ahora para excusarlo o pasar por alto será más difícil de ignorar y más prominente mientras su relación continúe. Por la gracia de Dios, la gente en busca de Jesús puede cambiar, pero no puede arreglar al otro; y el matrimonio no lo va a arreglar. Si él es áspero ahora, lo será aún más.

4. Casi todos los cristianos que conozco que están casados con un no creyente aman a su cónyuge y no se arrepienten necesariamente de casarse con ellos. Sin embargo, han experimentado un profundo dolor y descontento en su matrimonio a causa de este yugo desigual, y ahora aconsejarían a un creyente el no casarse con un incrédulo.

5. Suponer que eres especial y eres diferente, y que sus experiencias no reflejan la tuya es ser arrogante y poco inteligente. Las personas que te aman y te están advirtiendo en contra de tu relación podrían ser tontos ignorantes. Sí hay tontos ignorantes. Pero las probabilidades de que tus padres, tu pastor y tus amigos mayores casados sean más sabios de lo que piensas son mayores.

6. Vivir juntos antes del matrimonio es un asesino del matrimonio.

7. El sexo prematrimonial quita el incentivo de un joven a crecer, de asumir la responsabilidad, y liderar a su hogar y su familia.

8. Las heridas en el corazón de una joven causadas por el sexo fuera del matrimonio quizás parezcan imperceptibles al principio, pero serán innegables con el tiempo, mientras ella juega con los beneficios del pacto sin la seguridad del pacto. Esta no es la manera en que Dios diseñó el sexo para satisfacernos. Nunca le des tu cuerpo a un hombre que no se ha comprometido delante de Dios a serte fiel en el pacto del matrimonio, lo que presupone una rendición de cuentas a una iglesia local. En resumen, no des tu corazón a un hombre que no rinde cuentas a alguien que provea una disciplina piadosa.

9. Todas tus relaciones, incluyendo tu relación romántica, tienen el propósito de hacer que Jesús se vea más grande por encima de llenar tus necesidades. Cuando hacemos de la realización personal nuestra última prioridad en nuestras relaciones, irónicamente, nos encontramos frustrantemente insatisfechos.

10. Ustedes son amados por Dios con abundante gracia en la obra expiatoria de Cristo, y el abrazar este amor por la fe en Jesús proporciona el poder del Espíritu Santo y la satisfacción para perseguir relaciones que honran a Dios, y en eso, maximizan tu gozo.


Publicado originalmente para The Gospel Coalition. Traducido por Patricia Namnún.
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