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La Biblia no señala explícitamente por qué Dios permitió la poligamia en el Antiguo Testamento (AT). Sin embargo, con base en lo que enseña la Escritura sobre el matrimonio y el evangelio, tenemos la certeza de que la poligamia no es el propósito de Dios para la humanidad.

La poligamia y el matrimonio

El término “poligamia” implica que una persona tiene más de un compromiso matrimonial o que un hombre tiene muchas mujeres (Dt 17:17; Jue 8:30; 1 R 11:1-8). Ambos casos van en contra del mandamiento que Dios estableció para la familia. Según Génesis 1:27 y 2:24, el modelo de matrimonio conforme a la voluntad de Dios es de una relación monógama entre un hombre y una mujer. El mismo Jesús cita estos pasajes en asuntos de divorcios para reiterar el modelo establecido por Dios “desde el principio” (Mt 19:4-6). Particularmente debe notarse el uso constante del singular: “Por tanto el hombre (singular) dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer (singular), y serán una sola carne” (Gn 2:24, Mt 19:5, énfasis añadido).

Si bien en el Antiguo Testamento muchos personajes practicaron la poligamia, en las Escrituras nunca se respalda esta práctica. Aunque la poligamia no fue un impedimento para que Dios usara a ciertos personajes, todos los que la practicaron sufrieron dolor, represalias y decadencia espiritual en algún momento de sus vidas (Gn 21:11; Jue 9:5,18; 1 R 11:1-8; Neh 13:26).

Por lo tanto, Pablo con conocimiento de las Escrituras y sabiduría indicó que cada líder de la iglesia sea “marido de una sola mujer” (1 Ti 3:2; 3:12; Tit 1:6, énfasis añadido). En este mismo sentido, “por razón de las inmoralidades”, Pablo instruye a los creyentes a que “cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1 Co 7:2). Por pasajes como estos, el pensador cristiano Norman L. Geisler destacó que Pablo “enfáticamente excluye la poligamia” de la vida cristiana.

La poligamia y el evangelio

Una de las cosas más importante al considerar el tema de la poligamia es que el matrimonio tiene el propósito de apuntar al evangelio. Quizá te preguntas de qué forma. En Efesios 5:31, Pablo cita los primeros pasajes de la Biblia para hablar de los roles en el matrimonio y luego revela que él habla “con referencia a Cristo y a la iglesia”. En otras palabras, el matrimonio original entre un hombre (singular) y una mujer (singular) prefigura el matrimonio celestial entre Cristo y su “esposa”, la Iglesia (Ap 19:7, 21:2; cp. Is 54:5; 62:4-5). Por ende, la desviación del patrón original del matrimonio resulta en la distorsión de la verdad que ella comunica del evangelio.

Conclusión

Aunque Dios permitió la poligamia en el AT, sabemos que el matrimonio monógamo es el modelo de familia establecido para la humanidad. Sobre todo, porque la poligamia es una desviación del patrón original del matrimonio; y esto refleja, en última instancia, una distorsión del evangelio.

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