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Romanos 3:1-8

¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado. Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?

¿Cuáles son algunas de las implicaciones —para la vida, la cultura, la historia, y para la adoración— del hecho real de que Dios le ha dado al cristianismo un libro y un texto como este, que ha edificado a la Iglesia?

El cristianismo se declara a través de un Libro, a través de Palabras

Es decir, ¿qué se desencadenó en el mundo por el hecho de que el cristianismo no solo declara la salvación de los pecados mediante la fe en Cristo, sino que también construye su mensaje, su ministerio, y misión basándose en un libro, la Biblia, y en libros de la Biblia como la carta a los Romanos, y párrafos como Romanos 3:1-8? ¿Qué impulsos personales, culturales, e históricos se desencadenaron en el mundo cuando Dios inspiró a Pablo a escribir un párrafo como Romanos 3:1-8 en la forma en que lo hizo?

Ahora usted pude preguntar, “¿Por qué hace esta pregunta aquí? ¿No podía usted hacerla en cualquier otro párrafo del libro, o de la Biblia? ¿Qué le impulsa a hacer esa pregunta aquí?”. Existen al menos dos respuestas. Una es esta: encuentro este pasaje más o menos como el párrafo más difícil de lidiar de cualquiera de los existentes en esta carta. La dificultad para seguir los pensamientos en este párrafo es enorme. Acabo de escuchar un sermón sobre este texto escrito por Martín Lloyd-Jones hace cuarenta años en Londres. Él comentaba al principio que este es uno de los párrafos más difíciles no solo de Romanos, sino también de toda la Biblia.

Luché tan duro tratando de entender cómo funcionaba el argumento de Pablo aquí, y oré tan fervientemente para que Dios me diera luz y me protegiera de cometer un error, que me sentí forzado a preguntar, “Dios, ¿qué significa esto, que hayas inspirado un párrafo así tan difícil en tu Palabra? ¿Qué voy a aprender de esto?”. Alguien podría decir, la dificultad es problema de nosotros, no de Dios; si fuésemos más espirituales, y más dóciles, no encontraríamos la Palabra de Dios tan difícil (lo cual es cierto hasta cierto punto). Deben recordar, no obstante, que el apóstol Pedro dijo en su segunda carta, “nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada [no a nivel de conocimiento intelectual, ¡sino en sabiduría dada por Dios!], os ha escrito, casi en todas sus epístolas […] entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 Pedro 3:15-16).

Note cuatro verdades simples y obvias:

1) Pablo escribió con sabiduría “que le fue dada”, y Pedro se refiere a sabiduría dada por Dios (como dice 1 Corintios 2:13).

2) Por tanto, Pedro dice que las Escrituras de Pablo están en la categoría de las “otras Escrituras”, las escrituras de los apóstoles están en la misma categoría que las Escrituras inspiradas del Antiguo Testamento.

3) Sin embargo, algunas cosas de las que escribió eran “difíciles de entender”. Dios, el comunicador perfecto (porque es perfecto en todos los sentidos), no hace que todo sea fácil cuando guía a un escritor en qué escribir.

4) El que está hablando es un apóstol, no John Piper. Así que me siento en buena compañía cuando digo que Romanos 3:1-8 es un párrafo difícil de comprender.

Entonces, mi primera razón para retroceder y preguntar “¿Qué desencadenó en el mundo un texto como este?”, es que lo encontré muy difícil y que me sentí impulsado a preguntar qué podría estar tramando Dios al inspirar una línea de pensamientos tan difíciles.

Mi segunda razón para hacer esta pregunta aquí, es que existe una especie de justificación para ello en los versículos 1-2: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios”. Si se detienen y reflexionan sobre esto, el versículo 2 nos insta a considerar cuál es el beneficio de que a alguien se le confíe la Palabra de Dios (¡la misma que nos fue confiada!). De modo que aquí, en el comienzo de una de las más difíciles “Palabras de Dios” en la Biblia, Dios nos recuerda que el que se nos haya confiado la Palabra de Dios en un libro (como lo fue con los judíos en el Antiguo Testamento) es algo grandioso. Tanto así que hasta el propio contexto me incita a preguntar: ¿Qué significa que Dios hable de esta manera? ¿Qué significa que Dios deba inspirar párrafos como este en su libro? ¿Qué desencadenó Dios en el mundo al edificar su iglesia sobre el fundamento de una Escritura como esta (Efesios 2:20)?

Lo que desencadenó Dios con una Palabra como cimiento

Permítanme mencionar cuatro resultados y luego balancearlos con el lado menos complejo del evangelio. Los cuatro resultados son desesperación, súplica, meditación, y educación.

1. Desesperación (Una sensación de total dependencia de que Dios nos habilite).

Veo esto en 1 Corintios 2:14, “Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen espiritualmente”. El hombre natural (todos nosotros sin el Espíritu obrando en sus vidas) debemos sentir desesperación ante la revelación de Dios. El hombre natural necesita la ayuda de Dios. Bien, lo mismo también es cierto para las personas espirituales (pero finitas, falibles, y pecadoras) como yo, cuando me encuentro con textos difíciles acerca de la palabra de Dios. Debo sentir desesperación (una desesperada dependencia de la ayuda de Dios). Eso es lo que Dios quiere que sintamos. Eso es algo que ha desencadenado al inspirar textos difíciles.

2. Súplica (una oración a Dios por ayuda).

Esto sigue a la desesperación. Si depende de la ayuda de Dios para que le ayude a ver el significado de un texto, entonces clamará pidiéndole ayuda. Esto lo veo en el Salmo 119:18, “Abre mis ojos, para que vea las maravillas de Tu ley”. Siete veces en ese Salmo el cantor ora, “Enséñame tus estatutos” (119:12,26, 64, 68, 124, 135, 171). O, como dice el Salmo 25:5, “Guíame en Tu verdad y enséñame”. Al inspirar algo difícil de entender, Dios ha desencadenado en el mundo desesperación, que produce súplica (un clamor a Dios pidiéndole ayuda).

3. Meditación (un razonamiento profundo acerca de los textos Bíblicos).

Usted podría pensar, ‘No, no, usted está confundido, Pastor John. Acaba de decir que Dios quiere que oremos pidiéndole su ayuda para entender, no que pensemos a nuestra manera para llegar a una solución’. Pero la respuesta a esa preocupación es: orar y razonar no son alternativas. Esto lo aprendí específicamente de 2 Timoteo 2:7, donde Pablo le dice a Timoteo: “Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo”. Sí, es el Señor quien da entendimiento. Pero lo hace a través del raciocinio que nos ha dado y el esfuerzo que hacemos, con la oración, para razonar profundamente acerca de lo que la Biblia dice. De modo que cuando Dios inspiró textos como Romanos 3:1-8, produjo en el mundo un impulso a razonar profundamente. Junto a la desesperación y la súplica está la meditación. Lo que finalmente lleva a…

4. Educación (un entrenamiento a jóvenes y a adultos para que oren seriamente, lean bien, y razonen profundamente).

Si Dios ha inspirado un libro como cimiento de la fe cristiana, entonces, existe un impulso masivo desencadenado en el mundo para enseñar a las personas a leer. Y si Dios ordenó que algunos de esos preciosos y sagrados libros inspirados por Dios sean difíciles de entender, entonces no solo desencadenó en el mundo el impulso a enseñar a leer, sino también a pensar acerca de lo que leen, cómo leer cosas difíciles y entenderlas, y cómo utilizar la mente de forma rigurosa.

Pablo dijo a Timoteo en 2 Timoteo 2:2, “Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros”. Impártele entendimiento a otros, de forma tal que los capacite para enseñar a otros. En otras palabras, Las Escrituras de los apóstoles —especialmente las difíciles— desencadenan cadenas de educación. La educación está ayudando a las personas a entender algo que anteriormente no entendían. O más exactamente, la educación está ayudando a personas (jóvenes o ancianas) a aprender cómo adquirir un entendimiento que anteriormente no tenían. La educación está cultivando la vida de la mente para que sepa cómo crecer en un verdadero entendimiento. Ese impulso fue desencadenado por Dios al haber inspirado un libro con párrafos complejos y exigentes.

Impacto práctico de la Palabra como cimiento

El impacto personal, cultural, e histórico de estos impulsos ha sido enorme durante los últimos 2000 años. En todos los lugares del mundo donde el cristianismo se ha difundido, se ha difundido la Biblia, y con ella, el impulso a traducirla a otros idiomas (con todas las disciplinas intelectuales que van con una traducción efectiva). Y junto a esto viene el impulso a cultivar un pueblo culto que pueda leer la nueva traducción. Con cada nueva generación, surge el impulso constante de enseñar a los jóvenes a leer, para que tengan acceso directo a la Palabra de Dios. Y con esto el impulso a fundar tanto escuelas como iglesias. Y con el tiempo, ya que traducir y leer la Biblia implica razonar profundamente acerca de muchos temas, surge la necesidad de un mayor aprendizaje, y las escuelas y universidades siguen en el despertar de una cultura que se fundamenta en conocer a Dios a través de su Palabra en un libro. Y en todo esto está presente el impulso a escribir análisis de estos textos difíciles, y así emerge el deseo a la erudición. Y con el tiempo surge el impulso a preservar estos valiosos análisis, y así emergen las bibliotecas y varios medios para copiar e imprimir. Y ya que la exactitud importa tanto al manejar textos sagrados y trasmitir preciosos análisis, una disciplina de exactitud y cuidado se desencadena en el cristianismo por los siglos. Y así continúa la cadena de enseñanza y educación.

Esto es algo de lo que Dios desencadenó en el mundo al inspirar una Biblia con pasajes difíciles, como Romanos 3:1-8.

Equilibrada por Simplicidad

Ahora bien, anteriormente dije que quería equilibrar esto con otra clase de impulsos provenientes de la Biblia, que se derivan del lado menos complejo del evangelio. ¿Cómo haremos esto? Quizás ayude hacerlo así: considere que Dios es amor (1 Juan 4:8, 16), y que Dios es Dios (Isaías 45:22; 46:9). En la verdad de que Dios es Dios está implicado el hecho de que es quien es en todos sus gloriosos atributos y autosuficiencia. Pero en la verdad de que Dios es amor está implicado el hecho de que toda esta gloria está transformando nuestro camino para nuestro eterno disfrute.

Ahora bien, estas dos verdades desencadenan mediante la Biblia impulsos muy diferentes. Y veremos que aquí se introduce un equilibrio, para que no hagamos del cristianismo un asunto elitista, que definitivamente no es.

  • Que Dios es amor desencadena el impulso de la simplicidad, y que Dios es Dios desencadena el impulso de la complejidad.
  • Que Dios es amor desencadena el impulso de la accesibilidad, y que Dios es Dios desencadena el impulso de la profundidad.
  • Que Dios es amor estimula un enfoque en las bases, y que Dios es Dios estimula un enfoque en la comprensión. Una dice, “Cree en el Señor Jesúsy serás salvo” (Hechos 16:31). La otra dice, “No rehuí declararles todo el propósito de Dios” (Hechos 20:27).
  • Que Dios es amor nos impulsa a estar seguros de que la verdad llega a todas las personas, y que Dios es Dios nos impulsa a estar seguros de que lo que llega a todas las personas es la verdad.
  • Que Dios es amor desencadena el impulso hacia el compañerismo, y que Dios es Dios desencadena el impulso hacia la erudición.
  • Que Dios es amor tiende a crear extrovertidos y evangelistas, y que Dios es Dios tiende a crear introvertidos y místicos.
  • Que Dios es amor ayuda a fomentar las culturas folclóricas, y que Dios es Dios ayuda a fomentar culturas finas. Unas ideas que se revelan en la intimidad de Dios y cantan suavemente,

Señor, tú eres más precioso que la plata.
Señor, tú eres mas costoso que el oro.
Señor, tú eres más hermoso que los diamantes,
Nada de lo que yo desee se compara contigo.
Más precioso que la Plata.

(“More Precious than Silver,” Lynn DeShazo, 1982, Integrity’s Hosanna! Music.)

Otras culturas se muestran en la trascendente majestad de Dios y cantan con profunda exaltación,

Por encima, muy encima de tu pensamiento aparecerá su consejo,
Cuando haya culminado totalmente la obra.
Que originó tu innecesario temor.
Deja a su soberana voluntad
Decidir y mandar:
Porque lleno de asombro, reconocerás
Cuan sabia, y fuerte Su mano es.
‘Echa a los vientos el temor’.

(“Give to the Winds Thy Fears,” Paul Gerhardt, 1653.)

¿Pero por qué separar la complejidad y simplicidad de Dios?

Si alguno de se está diciendo, no me gusta esta separación entre Dios es amor y Dios es Dios, entre la cultura folclórica y la fina, entre los evangelistas y los místicos, entre el compañerismo y la erudición, entre la accesibilidad y la profundidad, entre la simplicidad y la complejidad, bien, ¡BUENO!

Porque en mi mente cada una de estas cosas son preciosas, y ambos lados de estos pares son indispensable en el ministerio y misión de Cristo en el mundo.

Mi oración para este sermón es esta: Primero, oro para que viendo estos diferentes impulsos en el cristianismo (y particularmente en la inspiración de una Biblia con cosas difíciles y sencillas) sea usted capaz de abrazar ambos impulsos. Si se inclina hacia uno de los lados (todos lo hacemos), oro para que sea respetuoso y afirmativo para con aquellos que se inclinan hacia el otro lado, de manera que se puedan ayudar mutuamente a abrazar todo lo que Dios quiere desencadenar con su Palabra en el mundo.

Y finalmente, a aquellos de entre ustedes que vinieron sin amor a Cristo en sus corazones, mi oración es que lo que hayan visto, tal vez elimine algunas de las caricaturas y estereotipos del cristianismo y la Biblia, y abran el camino para que puedan ver todo lo que Dios es en Cristo para ustedes, y crean en él.


Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por el Equipo de Coalición. 
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