¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×
Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de El Catecismo de la Nueva Ciudad: La verdad de Dios para nuestras mentes y nuestros corazones (Poiema Publicaciones, 2018), editado por Collin Hansen. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

¿Cómo podemos glorificar a Dios?

Glorificamos a Dios disfrutándolo, amándolo, confiando en Él y obedeciendo Su voluntad, Sus mandamientos y Su ley.

Deuteronomio 11:1: “Amen al Señor su Dios y cumplan siempre Sus ordenanzas, preceptos, normas y mandamiento”.

¿Cómo podemos glorificar a Dios? Haciendo lo que Él dijo que hiciéramos, y creyendo todo lo que nos ha dicho.

Para entender bien lo que significa glorificar a Dios haciendo lo que Él nos ha dicho, tenemos que recordar el mandamiento que Él mismo considera como el más importante: amarlo a Él sobre todas las cosas y andar con Él en toda circunstancia. Después de todo, el Señor Jesús dijo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt. 22:37-39).

Si verdaderamente queremos honrar al Salvador, haremos lo que Él ha dicho que hagamos. Pero eso no significa que obedecemos por miedo al castigo. No se trata de eso. Es entender lo grande que es Su amor por nosotros, de tal modo que por amor a Él queramos caminar con Él. Y ese entendimiento significa que comenzamos diciendo: “Entiendo lo mucho que Él me ha amado, así que mi corazón está respondiendo por amor a Él”.

Al hacer esto, mi forma de honrar a Dios no es pensar: “Oh no, me castigará si no lo hago”. Eso significaría que podría estar obedeciéndolo, pero no disfrutando de Él. No, el verdadero amor por Dios implica un deleite en Su ley. Entiendo que cuando Dios me dice: “Camina conmigo”, me está ofreciendo un camino bueno y seguro en la vida. De eso es que tratan los mandamientos de Dios. Nos explican, mostrándonos Su carácter y Su cuidado, que Él nos ha dado este camino seguro para la vida. Si te sales del camino tendrás consecuencias, por supuesto, porque este es el único camino bueno y seguro. Pero no nos mantenemos en el camino pensando que de alguna forma nos estamos ganando Su afecto. En lugar de ello, al contemplar a Cristo y particularmente Su sacrificio por nosotros, entendemos lo grande que es Su amor por nosotros.

Cuando entendemos que la ley o los mandamientos reflejan el carácter de Dios y Su cuidado por nosotros, entonces nos gozamos al caminar por ese sendero porque nos permite experimentar la bondad de nuestro Dios. Eso significa que, independientemente de lo que esté enfrentando, amo a Dios con toda mi vida y quiero caminar con Él en todo momento de mi vida. Es así como honro Su corazón —lo glorifico por lo grande que es Su amor por mí— y muestro mi amor por Él al caminar por Su camino, no solo por obligación, sino para realmente disfrutar de Su bondad en mi corazón y en mi vida.

Hay muchos que piensan que están glorificando a Dios porque asienten con su cabeza y hacen todas las cosas que odian, porque de lo contrario Dios los castigaría. O, en ocasiones, hacen las cosas que piensan que Dios quiere para que Él les conceda más cosas buenas. Pero esta clase de egoísmo disfrazado—cuando hacemos algo para protegernos o promovernos—no es amor por Dios. Cuando hayamos entendido que Dios dio a Su Hijo por nosotros, que nos ha mostrado Su carácter y Su cuidado, entonces entenderemos que amarlo y disfrutarlo implica que nos gozamos al caminar por esa senda buena y segura para nuestra vida.

Caminaré con Él y lo amaré en todo lo que me pida, porque al hacerlo, disfrutaré andar por el camino que Él ha diseñado para mí, con el fin de darme la mejor vida posible

Oración: Señor de gracia, queremos conocerte por completo y disfrutarte. Abre nuestros ojos para verte como eres en realidad, para que podamos confiar en Ti y anhelemos guardar Tus mandamientos. Ya sea por medio de pequeñas bondades o de gran valentía, permite que cada acto de obediencia te dé gloria. Amén.


Consigue este libro en Amazon | Poiema

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando