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Recuerdo que cuando visité una iglesia hace años pensé: ¿Cuándo terminará su introducción y empezará con el texto?

Repentinamente, el pastor concluyó con una oración. Su “introducción” fue el sermón completo, compartiendo historias entretenidas y aplicaciones terapéuticas, solo ligeramente (y vagamente) refiriéndose a la verdad de las Escrituras. Asistí a la iglesia ese día para escuchar a Dios, y escuché un mensaje que podría haberse oído en el show de Oprah. Me sentí estafado.

¿Qué debería hacer un cristiano si se encuentra en una iglesia donde no se predica la Biblia? No hay una respuesta exclusiva, pero podemos practicar la sabiduría cuando enfrentemos esta situación.

¿Por qué necesitan las iglesias una predicación bíblica?

La necesidad de predicar la Biblia se basa en cuatro convicciones clave:1

  1. El Dios que creó el universo ha hablado.
  2. La Palabra oral de Dios ha sido registrada en la Biblia.
  3. Se nos ordena que prediquemos la Palabra de Dios (2 Ti. 4:1-2).
  4. La Palabra de Dios da vida a aquellos que la reciben por fe (Is. 55:11, Stg. 1:21).

La comunicación fiel de la Biblia da vida a las personas y a las iglesias, pues las palabras de Dios influyen en los oyentes. Predicar cualquier cosa que no sea la Palabra de Dios no solo evita que las personas escuchen y reciban el alimento de la Palabra, sino que potencialmente conduce a la destrucción espiritual (véase 2 Ti. 2:14-19, Jer. 23:9-40).

Predicar cualquier cosa que no sea la Palabra de Dios no solo evita que las personas escuchen y reciban el alimento de la Palabra, sino que potencialmente conduce a la destrucción espiritual.

La falla en comunicar la Palabra de Dios generalmente ocurre de una de estas dos maneras:

  1. Cuando un predicador le agrega a la Palabra de Dios, generalmente insertando reglas u opiniones y/o especulaciones.
  2. Cuando un predicador sustrae de la Palabra de Dios, no proclamando completamente lo que Dios ha dicho. (Muchos hacen esto hoy al no predicar una visión bíblica del pecado y del juicio).

Por lo tanto, los predicadores deben “predicar la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad”.2

Diagnosticando el problema

Antes de abordar los pasos que puedes tomar si tu iglesia no predica la Biblia, veamos el problema de cerca, pues puede ser uno complejo.

Si me dijeras que tu iglesia no predica la Biblia, te preguntaría: “¿Por qué dices eso?”. Hay muchos estilos de predicación que presentan la verdad bíblica de diferentes maneras (predicación expositiva, a través de libros completos; predicación temática; predicación centrada en la aplicación de la verdad bíblica). Algunos que afirman que su iglesia no predica la Palabra, en realidad pueden estar observando que su pastor no predica con el mismo estilo de su predicador favorito al que escuchan en internet.

Otros (y sospecho que es la mayoría de los que hacen la pregunta que este artículo intenta responder) dirían que su pastor predica sus propios pensamientos, temas de conversación política, ideas populares del día, o discursos de motivación.

El hecho de que un pastor cite la Biblia no significa que está predicándola. Es fácil extraer versículos fuera de contexto para defender nuestras ideas. Trágicamente, muchas personas hicieron eso para apoyar la esclavitud en los siglos XVI y XVII, y muchos lo hacen hoy para defender puntos de vista seculares sobre el pecado y la sexualidad. No olvidemos que Satanás tentó a Jesús con las Escrituras en el desierto (Mt. 4:1-11), ¡y ciertamente no estaba predicando la Biblia!

La verdadera predicación bíblica explica y aplica las Escrituras de acuerdo con el propósito de Dios; hace que la Palabra de Dios sea la autoridad, no la palabra del predicador; exalta a Dios, no al hombre; e intenta producir fe y arrepentimiento, además de elevar al Cristo resucitado, quien es el único que puede salvar.

La verdadera predicación bíblica explica y aplica las Escrituras de acuerdo con el propósito de Dios

Si este tipo de predicación es ajena a tu iglesia, es probablemente el momento de dejarla.

¿Qué hacer si tu iglesia no predica la Biblia?

Debido a que cada situación es diferente, estos pasos son sugerencias que se deben considerar cuidadosamente.

1. Ora.

Dios se preocupa por tu situación y por tu deseo de escuchar Su Palabra cada semana en la iglesia. Pídele sabiduría y humildad sobre la decisión que debes tomar. Pídele al Señor que evite que tu corazón engañoso influya erróneamente en la situación.

2. Busca consejo bíblico.

Busca creyentes maduros que te ayuden a evaluar la situación. Si hablas con otras personas en tu iglesia, habla cuidadosamente para no crear una disensión o división innecesaria. Esto puede ser difícil para ti si tus únicas conexiones cristianas asisten a tu iglesia, o a una similar.

3. Habla con tu pastor.

Este paso no es para todos, y debe darse en oración, humildad, y con mucha consideración. Puedes acercarte al pastor con una pregunta como: “¿Cuál es su opinión sobre la manera en que la Biblia debe influenciar la predicación?”, o “¿Puede ayudarme a entender cómo su predicación comunica la Biblia?”.

Tu pastor podría tener una excelente respuesta y ayudarte a hacer diferencia entre el estilo de predicación y el contenido. Tu pastor también podría desenmascararse y decirte que no quiere ofender a las personas con las Escrituras, o que estas son irrelevantes para la vida del siglo XXI.

Rechazar la autoridad y la suficiencia de las Escrituras es una grave señal de advertencia, y una gran razón para abandonar una iglesia. Debido a que los pastores son pecadores y (esperamos) están creciendo en teología y ministerio, Dios podría usar una conversación así para alentar a tu pastor a tener un ministerio más fiel.

4. Si te sientes llamado a quedarte, sé una influencia piadosa en tu iglesia.

Esto significa buscar oportunidades para servir a los demás y transmitir la Palabra de Dios en diversos entornos, como en los grupos pequeños, la escuela dominical, o en las relaciones interpersonales. Cada miembro de la iglesia está llamado al ministerio (Ef. 4:11-14). El Señor puede usarte en la vida de tu pastor y en tu iglesia para moverlos hacia un modelo más bíblico de predicación. (Esto no es fácil, y el Señor no llamará a todos a hacer esto).

5. Si te sientes llamado a partir, encuentra una iglesia comprometida con el ministerio bíblico.

No existen iglesias perfectas; así que asegúrate de que tu razón para irte sea buena. Hay personas que constantemente cambian de iglesia, encontrando fallas en todas. En algunos casos, las iglesias son buenas, y la culpa recae en el detector de fallas.

Cuando no hay una respuesta clara

Desafortunadamente, algunos de los que leen este artículo pueden no tener buenas opciones. Si te sientes atrapado, díselo a Dios. Dios quiere que sus hijos lo adoren en iglesias saludables que proclamen la Biblia (He. 10:24-25), y te guiará a donde Él quiera que vayas (Pr. 3:5-6).

Deja que tu anhelo te lleve a orar por los obreros del evangelio (Mt. 9:38). Aprovecha los excelentes recursos en línea para profundizar en la Palabra (considera que escuchar un sermón en casa es diferente a asistir a la iglesia, y es por lo tanto insuficiente). Para algunos, el anhelo profundo de una iglesia que proclame la Biblia en su ciudad puede ser el llamado de Dios para que ingrese al ministerio a tiempo completo y plante una iglesia.

Me doy cuenta del carácter delicado de este artículo, y estaré orando por ti, para que encuentres una comunidad de creyentes donde se predique la Biblia, y donde puedas crecer en Cristo y usar tus dones para ayudar a otros a crecer también.


[1] Peter Adam en Speaking God’s Words (Hablando las palabras de Dios; INTERVARSITY: 1996), 27.
[2] Vea “Staying on the Line”, en el libro Dig & Discover, en los recursos de liderazgo internacional.

Publicado originalmente en Unlocking the Bible. Traducido por Juana Gervais.
Imagen: Lightstock.
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