¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

La razón por la que hay tantos libros sobre oración es que todavía nos cuesta orar, aun después de leer esos libros. Algunas razones son intelectuales: no sabemos cómo o por qué orar en una situación particular. Algunas son volitivas: nuestros corazones están distraídos o apáticos. Otras razones más se deben a la falta de herramientas prácticas adecuadas.

Mientras meditaba sobre cómo crecer en oración, una solución simple se ha destacado como una herramienta versátil para superar nuestras luchas: el padrenuestro. Esto no debería sorprendernos, ya que esta fue la forma con la que Jesús enseñó a orar a sus discípulos (Mt 6:9-13).

Esta es la manera en que el padrenuestro nos ayuda a superar seis luchas comunes con la oración.

1. Olvidamos por qué la oración importa

Quizás la razón primordial por la que nos cuesta orar es porque olvidamos el propósito de la oración. El padrenuestro nos lo recuerda. Oramos para glorificar a nuestro Padre celestial. Oramos para unificar nuestros corazones con su visión de reino para esta tierra y alinearnos con su voluntad. Oramos por provisión, perdón y protección contra el mal que viene desde adentro y desde afuera de nosotros.

2. No estamos seguros de que Dios nos escucha

Esta sospecha lleva a muchos a descuidar la oración, que es la única forma garantizada en la que Dios no escuchará nuestras oraciones. El padrenuestro nos recuerda que oramos a Dios nuestro Padre. Un buen padre escucha el clamor y las peticiones de sus hijos. Dios, nuestro Padre perfecto, siempre nos escucha y siempre nos responde a su manera y a su tiempo (sin embargo, no siempre de la manera que queremos).

3. No sabemos qué orar

Dios, nuestro Padre perfecto, siempre nos escucha y siempre nos responde a su manera y a su tiempo

A veces los creyentes no saben qué orar; oran lo mismo una y otra vez y dejan de orar debido a la monotonía. El padrenuestro nos da un camino inspirado por el Espíritu para saber qué decir en oración. Puedes adoptar un enfoque general al decir el padrenuestro, utilizando sus peticiones como bosquejo y llenándolas con alabanzas y peticiones específicas.

Martín Lutero recomendó esta técnica en su breve libro A Simple Way to Pray (Una manera sencilla de orar). También puedes utilizar un enfoque específico y filtrar una persona o situación a través de las peticiones del padrenuestro. En mi experiencia personal, esta ha sido una forma útil de orar tanto por las batallas espirituales como por los asuntos cotidianos.

4. Nos distraemos

Pedro nos exhorta a ser «prudentes y de espíritu sobrio para la oración» (1 P 4:7) y Pablo añade que debemos «[perseverar] en la oración, velando en ella» (Col 4:2). No podemos ser sobrios o vigilantes en oración si nuestras mentes están en otro lugar. Mi lista de cosas por hacer, las notificaciones telefónicas y mi hija pequeña: todas quieren mi atención. El padrenuestro nos guía por un camino mental que ayuda a nuestra mente a concentrarse en cada paso del viaje.

El bosquejo del padrenuestro también puede ser una forma útil de continuar la oración después de haber sido interrumpida: si llegué hasta la petición de «hágase tu voluntad» y necesito alejarme por cualquier motivo, hago una nota mental de dónde me quedé para luego regresar y continuar orando «danos hoy el pan nuestro de cada día».

5. Nos sentimos culpables

A veces podemos sentirnos culpables por un pecado específico o quizás porque nuestras vidas de oración son mediocres. El padrenuestro quita nuestra culpa al recordarnos la gracia que viene cuando oramos «perdónanos nuestras deudas». Anímate: Dios prescribe esta petición para los pecadores, lo que significa que Él realmente espera que necesites esta petición y Él quiere responderla en su totalidad. Esta petición tiene la confesión de los pecados incorporada, recordándonos: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad» (1 Jn 1:9). El padrenuestro nos dice: Nuestra culpa no debe ser un impedimento para orar, sino que debe impulsarnos a hacerlo.

6. Estamos ocupados

Nuestra culpa no debe ser un impedimento para orar, sino que debe impulsarnos a hacerlo

La brevedad del padrenuestro tiene algo que enseñar a los entrometidos que siempre buscan una excusa como yo. Orar las 52 palabras del padrenuestro literalmente lleva unos 20 segundos. Si tienes más de 20 segundos, puedes expandir una de las peticiones o más en oración para llenar el tiempo. ¿Cuántos períodos extra de tiempo tienes a lo largo del día que podrías llenar con pequeños espacios de comunión con Dios a través de la oración?

Una herramienta inspirada por el espíritu para una vida centrada en Dios

Es posible que tu mayor necesidad respecto a la oración no sea saber más sobre ella, sino saber cómo usar la herramienta más fundamental y completa que se nos brinda en las Escrituras. Al igual que cualquier herramienta, no encontraremos su propósito enfocándonos en la herramienta, sino más bien poniendo nuestros ojos en nuestro Padre, Rey, Proveedor, Perdonador y Protector digno de alabanza, y en moldear nuestras vidas a la luz de su gobierno y cuidado soberanos.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando