Dicen que plantar una iglesia es como construir un avión mientras lo estás volando. Si es así, un plantador sabio se centrará en lo esencial: decidir si necesita un edificio toda la semana o si puede ahorrar dinero alquilando un espacio por horas; determinar qué ministerios infantiles son indispensables y cuáles son simplemente deseables; presupuestar para tener una ayuda administrativa; elegir una fecha meta para empezar a colaborar en misiones transculturales.
Espera. ¿Qué?
¿Las misiones deberían ser opcionales para una nueva iglesia o son algo esencial? Si son esenciales —y yo sugiero que lo son—, ¿cómo puedes desarrollar las misiones en tu iglesia cuando recién está echando raíces? Permíteme sugerir seis maneras.
1. Educa globalmente.
Como plantador de la iglesia, vas a enseñar la Biblia. Y de tapa a tapa, encontrarás temas misioneros. El propósito de Dios es llenar la tierra con reflejos de Su gloria en carne humana. A pesar de que hemos fracasado en cumplir esa misión, Dios no puede fallar. En Cristo, Él consuma Su plan de restaurar y propagar Su imagen perfecta. La misión es unirse a esa tarea no terminada, declarando el plan de Dios e invitando a los portadores de Su imagen al reino de Cristo.
¡No puedes predicar de manera fiel demasiados libros de la Biblia sin llamar la atención a este tema!
Mientras enseñas acerca de las misiones, puedes mostrarle a tu iglesia lo que Dios ya ha hecho en el mundo. Cuenta la historia del cristianismo global. Háblales de lo que Él está haciendo actualmente en lugares como China, Irán e India. Puedes explicar términos como PNA (pueblos no alcanzados) y PNC (pueblos no contactados), para que tu iglesia aprenda dónde se necesitan urgentemente los obreros y cómo orar por ellos.
2. Haz una colaboración limitada.
Mientras educas a tu gente sobre las misiones globales, mantén un enfoque limitado para las labores de tu iglesia. No tienes los recursos ni el tiempo para involucrarte globalmente, así que considera en qué áreas tienes una forma natural de participar profundamente. ¿Tus miembros ya tienen alguna relación con obreros del evangelio en el extranjero? ¿Tu iglesia madre tiene misioneros? ¿Alguno de tus miembros viene de un lugar del mundo donde hay PNA? ¿Hay PNC en tu comunidad? Si es así, al aprender a evangelizar a este grupo puedes maximizar la eficacia y desarrollar habilidades para un ministerio internacional.
Tu enfoque limitado debería verse como una relación. Suscríbete a la carta de noticias de ese obrero en el extranjero. Responde con palabras de aliento. Informa a tu congregación sobre sus peticiones y después ora por ellas pública y regularmente. Haz a tu congregación preguntas rápidas durante las reuniones de oración para probar qué tan bien te comunicas. Fija metas para visitar este trabajo de alguna manera que sea útil para su ministerio. Y, aunque una relación involucra más que mandar una ofrenda, esta no debería faltar.
3. Ofrenda prematuramente.
Nuestra iglesia madre contrató a su primer residente para plantar iglesias cuando no tenía recursos para hacerlo. ¡Ni siquiera tenía lo necesario para pagarle a ese residente! Sospecho que las iglesias que esperan a tener suficiente gente y dinero para plantar iglesias no logran fundar muchas. Lo mismo ocurre con las misiones internacionales. Si esperas a apoyar financieramente a las misiones hasta que tu iglesia tenga suficiente gente y dinero, apuesto a que no harás mucho por las misiones.
Si esperas a apoyar financieramente a las misiones hasta que tu iglesia tenga suficiente gente y dinero, apuesto a que no harás mucho por las misiones
Así que, incluye las misiones internacionales en tu presupuesto desde el comienzo. Si el porcentaje inicial es menor a lo que quisieras, disciplínate para incrementarlo progresivamente año tras año. Cuando lo hagas, no agregues una segunda colaboración inmediatamente. Da más generosamente al enfoque limitado que ya tienes. Si ese obrero no necesita los fondos hoy, en algún momento lo necesitará. Si tienes un superávit al final del año, considera donar una parte o todo a tu colaborador en el extranjero.
4. Ama con liberalidad.
Aunque no puedas dar tu apoyo financiero o incluso relacional a todos los que quisieras, ama a la mayoría de los obreros transculturales que puedas, lo mejor que puedas. Demuestra interés y entusiasmo por su trabajo y sé honesto y directo sobre tu imposibilidad de ofrecer un apoyo financiero. Este acercamiento ha funcionado bien para nuestra iglesia.
En nuestros primeros años después de plantar la obra, invitamos a varios misioneros para que compartan de su labor con nuestra iglesia, a pesar de que tenían su financiamiento completo. Uno me dijo que la iglesia donde fue bautizado no tenía interés en su trabajo. Los misioneros necesitan aliento, al igual que el resto de nosotros. Lo que quizá consideres una simple comida alrededor de la mesa podría ser para ellos un gesto que les infunda mucho ánimo.
5. Ora ambiciosamente.
Incluir la oración por las misiones en tus servicios y grupos pequeños no debería ser complicado. Los misioneros te envían listas de peticiones. No cuesta nada y requiere relativamente poco tiempo para orar. De hecho, puedes orar aun por más de lo que ellos se atreven a pedir.
Pero orar con ambición por las misiones puede eventualmente traer consigo un alto costo. Cuando oras para que el Señor envíe obreros a la cosecha, Dios podría responder a esa petición llamando a tus miembros más fieles.
6. Envía, aunque duela.
Sabías que plantar una iglesia sería difícil. Pero creíste que valdría la pena. ¿Por qué? No porque soñaras con construir un imperio personal. No, sino que viste a las personas que necesitaban a Jesús en un lugar que necesitaba una iglesia. Percibiste que el costo del trabajo era menor que la calamidad de que Jesús no recibiera la adoración que Él merece. La iglesia que dejaste perdió a un obrero fiel y lleno de dones antes de que estuvieran listos, probablemente muchos de ellos. Lo sintieron. Les dolió.
Cuando oras para que el Señor envíe obreros a la cosecha, Dios podría responder a esa petición llamando a tus miembros más fieles
Tarde o temprano, Dios responderá a tus oraciones y enviará obreros de tu equipo de trabajo, personas que no estabas listo para perder. Entonces te tocará sufrir un poco. Ahí tendrás que reclutar voluntarios y capacitar obreros, otra vez. Pero si el dolor para ti significa progreso para la misión, ¿aún puedes regocijarte? ¿Crees que en mil años mirarás atrás y sentirás que te tocó la peor parte del trato?
Levantando vuelo
Sí, las iglesias nuevas pueden hacer misiones internacionales. Deben hacerlo. Ser testigos de Cristo «hasta los confines de la tierra» no es solo una manera de hacer misiones. En última instancia, ese es el objetivo.
No, no puedes ir a todos lados ni hacerlo todo. No deberías. Pero sí puedes poner en práctica estos principios, aun mientras tu iglesia a duras penas haya despegado. Es probable que las misiones incluso aceleren el ascenso. Así es como Dios hace las cosas.