Bienvenidos a una nueva semana. En esta ocasión retomamos el tema de la IA. Lo abordamos recientemente en un episodio anterior, «John Piper sobre ChatGPT». Allí, pastor John, explicaste que el hedonismo cristiano nos ofrece una perspectiva única sobre la IA, enfatizando que Dios es glorificado cuando los humanos no solo lo entienden sino también se regocijan en Él de corazón; algo que la IA, al carecer de afectos espirituales y un corazón sobrenatural, no puede replicar. La IA está fundamentalmente desconectada del propósito que Dios tiene para la inteligencia. Desde entonces, has continuado con más reflexiones en tu mensaje en la Conferencia Sing!, explicando por qué nunca oímos hablar de «emociones artificiales».
Supongo que todavía hay mucho que abordar aquí. Mientras desarrollas tus ideas sobre la IA, retomamos el tema con dos nuevos enfoques planteados por oyentes del podcast: un pastor y un líder de ministerio universitario. El primer correo electrónico, de un pastor anónimo, pregunta: «Pastor John, ¿crees que está bien usar plataformas de IA como Gemini o ChatGPT para ayudar a redactar un sermón, una lección para jóvenes o un estudio bíblico, siempre que yo lo revise, ajuste y me asegure de que esté alineado con la Palabra de Dios?». El segundo correo electrónico proviene de un líder de ministerio universitario: «¡Hola, pastor John! Gracias por este podcast y las formas en que ha bendecido a tantos. Mi pregunta es: ¿Puedo usar la IA para escribir mi boletín para quienes apoyan el ministerio? Proporciono actualizaciones reales y hechos verdaderos, pero encuentro la escritura particularmente frustrante. Aunque la IA me ayudaría a escribir boletines con mayor rapidez y frecuencia, me preocupa que pueda resultar engañoso para quienes me apoyan. ¿Cuáles son los peligros potenciales de que los pastores usen la IA para tareas ministeriales como la preparación de sermones y la redacción de boletines?».
Comencemos con una definición. La obtuve directamente de Google. Es otra inteligencia artificial definiendo inteligencia artificial: «La inteligencia artificial es una tecnología que permite a las computadoras y máquinas simular el aprendizaje humano, la comprensión, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la creatividad y la autonomía».
Lo que la IA siempre carecerá
Lo que acabas de mencionar, Tony, en la pregunta es mi mensaje en Sing! donde señalé que en esa definición, en esa lista de cosas que simula, falta la emoción. Los sentimientos no están incluidos allí. ¿Por qué? Hice mucho énfasis en esto. Porque el propósito final del universo es que Dios sea glorificado, y Él es glorificado no meramente al ser pensado correctamente o comprendido lógicamente, sino al ser disfrutado, admirado, apreciado y valorado correctamente. Dios es más glorificado cuando estamos más satisfechos en Él, lo que significa que ninguna inteligencia artificial podrá jamás adorar.
Dios es más glorificado cuando estamos más satisfechos en Él, lo que significa que ninguna inteligencia artificial podrá jamás adorar
La adoración no es simplemente pensar correctamente, algo que las computadoras pueden hacer. La adoración es sentir correctamente acerca de Dios. Esto es realmente crucial, a menos que comencemos a pensar que la inteligencia artificial puede reemplazar a los seres humanos en el cumplimiento del propósito divino en el universo. No puede. Los afectos del corazón humano son fundamentalmente de otra naturaleza que el proceso de pensamiento lógico de la mente humana. No nos molesta, a mí no me molesta en absoluto, que una computadora pueda simular el razonamiento lógico humano, pero consideramos ridículo cuando una máquina intenta regocijarse, deleitarse, alegrarse, asombrarse, maravillarse, sentir dolor o miedo. Sabemos que estas son expresiones del alma humana tan únicas que no serán reemplazadas por máquinas. La frase misma «emoción artificial» es un oxímoron.
Ese fue el punto del mensaje en Sing! Creo que esta distinción entre inteligencia artificial y emoción artificial nos libera de una reacción excesivamente temerosa ante lo que la IA puede y no puede hacer.
Lo nuevo de la IA
Lo que tenemos, esencialmente, en forma de inteligencia artificial —llamada ChatGPT u otras, pero me enfoco en ChatGPT ya que es la que conozco mejor y con la que he trabajado más— es un poderoso asistente en línea diseñado según su propia definición. Si escribes en ChatGPT: «¿Qué eres?», te dirá: «[Soy un asistente] para entender y generar texto similar al humano basado en la entrada que recibe. Los usuarios pueden hacer preguntas, buscar información o entablar una conversación, y ChatGPT responde con texto relevante y coherente». Esto es crucial.
Ahora, eso es nuevo. Google no escribe ensayos ni poemas. ChatGPT sí lo hace. Puedes obtener mucha información de Google, hacerle todo tipo de preguntas y obtener las respuestas que quieres. No te escribirá un poema, pero ChatGPT sí. Lo que significa que ChatGPT tiene al menos estas dos funciones distintas: información y composición. Puedes pedirle a ChatGPT que te dé los síntomas de la enfermedad de Parkinson, por ejemplo. Puedes decir: «Escríbeme un párrafo de cien palabras describiendo los síntomas», y escribirá un hermoso párrafo de cien palabras describiendo los síntomas de la enfermedad de Parkinson y te dará una lista.
En esencia, ChatGPT es simplemente una herramienta muy sofisticada que se suma a otras fuentes que usamos con regularidad para adquirir conocimiento y comprensión: diccionarios, enciclopedias, artículos, libros, búsquedas en Google, entre otras. Durante siglos, hemos recurrido a otros para ayudarnos a entender lo que necesitamos. Si utilizas ChatGPT de esta manera, no es más que una extensión moderna de un método tradicional.
Lo verdaderamente novedoso es que ahora puedes pedirle a ChatGPT que escriba un sermón de dos mil palabras sobre la parábola del hijo pródigo en Lucas 15. Incluso puedes especificar: «Escribe un sermón de dos mil palabras sobre el hijo pródigo en Lucas 15 en el estilo y lenguaje de John Piper, Juan Calvino o R. C. Sproul». Obtendrás un sermón sorprendentemente bien estructurado y redactado en el estilo del teólogo que hayas elegido. También puedes encargarle la redacción de tu boletín mensual: solo necesitas proporcionarle algunos datos, indicarle la extensión deseada y, con gran probabilidad, lo hará tan bien como tú.
La IA haciendo Ask Pastor John
Aquí tienes algo en qué pensar. Cuando vi el tema que querías que abordara sobre la inteligencia artificial, Tony, fui a ChatGPT y escribí lo siguiente: «Por favor, escribe una respuesta de 800 palabras, en la teología y el estilo del teólogo John Piper, a la pregunta: “¿Cuáles son los peligros de que un pastor use inteligencia artificial?”». Eso fue lo que pedí. En solo cinco segundos, generó un ensayo de 857 palabras que era tan bien escrito que, si lo estuviera leyendo ahora mismo, dudo que tú, Tony, o los oyentes pudieran notar que proviene de ChatGPT. Fue sorprendente.
Somos un pueblo de verdad, transparencia y honestidad en todo sentido, o no somos nada
El ensayo tenía una introducción y luego desarrollaba varios puntos. Primero, advertía sobre el peligro de desconectarse de lo divino, respaldándolo con una cita de 1 Corintios 2. Luego, señalaba el riesgo de un ministerio impersonal, con una referencia a Juan 10, porque, por supuesto, John Piper tiende a citar la Escritura constantemente. Después, abordaba el desafío de mantener la integridad teológica, citando Hebreos 4. También mencionaba el peligro de comprometer principios éticos. Finalmente, advertía sobre la amenaza de convertir la eficiencia en una forma de idolatría, incluyendo una referencia al Salmo 127. El ensayo concluía con una sección titulada «Un llamado al discernimiento». En otras palabras, era excelente. Increíble.
Si hubiera leído ese ensayo como si fuera mío, habría sido perverso. Eso es lo que quiero que todos escuchen: perverso. Uso una palabra fuerte porque creo firmemente que este asunto es serio. Toca el corazón de Dios, el significado del cristianismo y la integridad de la iglesia y sus ministros. Ni Dios ni su pueblo hablan de manera que induzca a otros a tener ideas falsas sobre quiénes somos o sobre lo que decimos, ni generan en ellos emociones inapropiadas respecto a nosotros. No engañamos. Somos un pueblo de verdad, transparencia y honestidad en todo sentido, o no somos nada.
Un atajo alarmante
Mi respuesta es clara: no dejes que ChatGPT escriba tu boletín. No lo hagas, a menos que pongas en letras bien visibles en la parte superior: «Este boletín fue creado por ChatGPT». Eso sería honesto, y probablemente a no le agradaría a quienes te apoyan.
No permitas que ChatGPT escriba el primer borrador de tu sermón para luego revisarlo, ajustarlo y personalizarlo
Incluso el mundo secular, sin compartir nuestros compromisos cristianos, ha establecido principios sobre este tema. Por ejemplo, El manual de estilo de Chicago, que dicta normas sobre citas y referencias, ya incluye directrices para acreditar contenido generado por ChatGPT. Si incluso ellos consideran necesario reconocer el uso de la IA, ¡cuánto más nosotros, que estamos llamados a vivir con verdad e integridad en todo lo que hacemos!
En segundo lugar, no permitas que ChatGPT escriba el primer borrador de tu sermón para luego revisarlo, ajustarlo y personalizarlo. Francamente, la sola idea me horroriza. Me escandaliza. Sé que siempre han existido recursos y sitios web diseñados para ayudar a los pastores a tomar atajos: generar bosquejos, proporcionar ilustraciones, indicar cómo hacer investigación, entre otras cosas. No es algo nuevo, y siempre me ha parecido preocupante por una razón fundamental: una de las calificaciones bíblicas para ser anciano, pastor o predicador es el don o la capacidad de enseñar, didaktikos (1 Ti 3:2).
Esto significa que debes tener la habilidad, el don, de leer un pasaje de la Escritura, comprender su mensaje, experimentar las emociones que busca transmitir, explicarlo con claridad, ilustrarlo y aplicarlo para la edificación de la iglesia. Ese es un don esencial. Es tu tarea principal. Si no lo tienes, no deberías ser pastor.
Aprovechemos ChatGPT y otras herramientas para obtener información, incluso para inspirarnos, de la misma manera en que usamos comentarios, artículos, libros, himnos y poesía. Pero no lo utilices para redactar, a menos que estés dispuesto a darle el crédito correspondiente. Si decides que ChatGPT escriba el primer borrador y luego lo ajustas, entonces deberías decirle con honestidad a tu congregación: «Esta mañana, la inteligencia artificial ha compuesto la palabra de Dios para ustedes».