¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×
Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado del libro Dios, la avaricia y el evangelio (de la prosperidad) (Vida, 2019), por Costi W. Hinn.

¿Cómo es posible que esta estafa que se hace pasar por cristianismo se haya hecho tan popular?

El evangelio de la prosperidad apela al profundo anhelo de paz, salud, riqueza, y felicidad de todo corazón humano. No hay nada malo en querer una vida buena y feliz, pero el evangelio de la prosperidad usa a Jesucristo como un peón en su engaño sobre enriquecerse al instante. El evangelio de la prosperidad vende la salvación y una falsa esperanza. Pero la paz verdadera y duradera solo puede encontrarse por medio de la fe en el Señor Jesucristo.

El impulso moderno del evangelio de la prosperidad comenzó en la década de 1950. Nacido en 1918, Granville “Oral” Roberts fue, en muchos sentidos, el pionero del evangelio de la prosperidad de la era moderna. Pasó de ser pastor a construir un imperio multimillonario basado en una premisa teológica principal: Dios quiere que todas las personas sean sanas y ricas. Oral Roberts enseñó y defendió su creencia de que el principal deseo de Jesús es que prosperemos materialmente y tengamos salud física a la par de su paz y poder en nuestras almas.

Él tergiversó la Biblia al enseñar que fue Jesús quien dijo en 3 Juan 1:2: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (RV60). Para empezar, fue Juan quien escribió esto, no Jesús. Segundo, Juan no le está diciendo a Gayo (el destinatario de la carta) que Dios quiere que sea sano y rico. Esta era simplemente la manera en que el apóstol Juan saludaba con amor a Gayo. El saludo de Juan es como enviar un correo electrónico que comienza diciendo: “¡Hola! Espero que te vaya bien”. Este versículo no es algo sobre lo que construir toda una postura religiosa.

No es malo querer una vida buena y feliz, pero el evangelio de la prosperidad usa a Jesucristo como un peón en su engaño sobre enriquecerse al instante

Los libros superventas de Oral Roberts a menudo reunían las enseñanzas del evangelio de la prosperidad y del movimiento de la Palabra de Fe bajo un mismo techo. Sus libros tenían títulos atractivos, como Si necesitas sanidad, haz estas cosas. Las multitudes desesperadas difícilmente podían rechazar sus grandes promesas. Ignoraban que Roberts estaba masacrando el verdadero evangelio de Jesucristo.

La gran afluencia de gente y dinero cegó tanto a Roberts como a los que lo seguían. Mientras tanto, muchos otros factores facilitaron la difusión del evangelio de la prosperidad, demasiados como para abordarlos aquí. Pero, para iluminar al lector, presentamos tres que lo harán reflexionar:

1) La tecnología ayudó a difundir el evangelio de la prosperidad

Los avances en los medios de comunicación permitieron a los maestros difundir su versión del evangelio más rápido que nunca. De América a África, las audiencias globales recibieron el evangelio equivocado por televisión, radio y, hoy en día, en la palma de la mano. Un mensaje predicado con tanta frecuencia parecía legítimo y apelaba a sus necesidades materiales. ¿Cómo puede un misionero en el nivel más bajo del campo misionero competir con un predicador que usa un Rolex para convencer a la gente noche tras noche de que el evangelio de la salud, la riqueza, y la felicidad los hizo ricos?

2) El movimiento de los buscadores ofrecía “comodidad”

Durante los últimos cuarenta años, las iglesias dirigidas a los buscadores dominaron el paisaje cristiano en Estados Unidos. Una iglesia dirigida a buscadores es aquella que se dirige a los intereses de personas que no tienen interés en la iglesia. Esto parece una gran idea, pero los métodos usados para hacer que la gente venga a la iglesia y mantenerla en ella tienen poco que ver con la Biblia. Como dice el viejo refrán: “Cómo los metes en la iglesia es cómo los mantienes en la iglesia”.

Para la iglesia orientada a los buscadores, los entretenidos espectáculos al estilo de Broadway casi reemplazaban el sermón, y se tocaba música secular en la adoración para hacer que los no cristianos se sintieran más cómodos. ¿Y puedes adivinar lo que se filtró en el mensaje de estas iglesias? El evangelio de la prosperidad.

Jesús, en el movimiento de los buscadores, era un hombre blanco de ojos azules que mejoraba tu vida ofreciéndote el sueño americano. Las iglesias de buscadores no hablaban sobre el pecado, el arrepentimiento o los momentos difíciles. La dura verdad (no importa con cuánto amor se presentara) era mala para el negocio. Un evangelio más suave significaba mensajes más suaves. Todo estaba orientado a hacer que la gente se sintiera bien.

El evangelio de la prosperidad vende la salvación y una falsa esperanza. Pero la paz verdadera solo puede encontrarse por medio de la fe en Jesucristo

Como un amigo que nunca te dice la cruda verdad, el movimiento de los buscadores falló a la hora de ser fiel en predicar todo lo que Jesús enseñó. Como resultado, las iglesias se llenaron con una asistencia récord. La gente amaba al Jesús orientado al buscador porque era muy fácil de seguir y ofrecía un pasaje dorado al cielo. Cuidar del rebaño de Dios alimentándolo con la verdad pasó a ser una complacencia corporativa para que la gente siguiera asistiendo. No se desafiaba a las personas a profundizar y a ejercitar el discernimiento.

En su lugar, por muy bien intencionado que fuera el esfuerzo, buscaban la unidad a costa de la verdad, y las consecuencias fueron nefastas. Iglesias como Willow Creek admitieron abiertamente haber creado cristianos bíblicamente analfabetos por más de dos décadas antes de abordar el problema en 2008.

Este es un pequeño ejemplo del panorama general. Millones de cristianos estadounidenses no estaban aprendiendo de la Biblia, estaban siendo entretenidos. ¿Cómo podían oponerse al error si no conocían la verdad? ¿Cómo podían tomar en serio la doctrina si sus líderes no lo hacían? ¿Cuándo sabrían defender la verdad si sus pastores evitaban adoptar una postura?

3) Las concesiones que promueven el consumismo

Seamos honestos y preguntémonos cuántos predicadores de la prosperidad son ahora publicados por las grandes editoriales. Una editorial importante tuvo que rechazar el manuscrito de este libro (estás leyendo un fragmento). Aunque estaban interesados, habrían sufrido una gran controversia porque cuentan con cuatro autores del evangelio de la prosperidad reconocidos mundialmente que mantienen su negocio boyante.

¿Cuántos libros del evangelio de la prosperidad hay en los estantes de las principales librerías y tiendas cristianas? ¿Cuántas conferencias traen a predicadores famosos, aunque prediquen el evangelio de la prosperidad, porque llena los asientos? En última instancia, es algo muy lucrativo para las empresas cristianas. Libros, seguidores, productos e influencias equivalen a dólares de ganancias. No es lo ideal, pero es el mundo orientado al consumidor en el que vivimos hoy en día.

Defiende el verdadero evangelio

Permíteme ir un poco más allá de estos tres factores. Esto puede doler un poco, pero tenemos que quitarnos la venda: ¡esto lo hicimos nosotros! Con nosotros, me refiero a todos los que profesamos ser cristianos. Como colectivo hemos desempeñado algún papel en el surgimiento de la teología de la prosperidad en algún momento. Ya sea por el silencio pasivo o por la participación activa, permitimos que los falsos evangelios se establezcan.

Necesitamos asumir juntos la responsabilidad, lo creamos o no, de erradicar males como el evangelio de la prosperidad. Eso comienza con el compromiso de defender el verdadero evangelio a toda costa.


Adquiere el libro: Físico | Kindle

Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando