Este escrito es una sátira, basado en las “Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis. Por favor, disfrútelo por lo que es, y medite en las verdades aquí dichas.
Querido Maluco:
Recibir tu carta me trajo de vuelta muchos recuerdos. Parece que fue ayer que estaba en tu posición, en el campo, en las primeras líneas de la batalla, pidiendo consejo a mi tío Escrutopo. Que rápido pasan los años… Pero basta de eso. Tu situación es urgente. Nuestro Enemigo está siempre en movimiento, y no tenemos tiempo para recordar el pasado.
Tú dices que tu paciente se ha involucrado con algo llamado “Coalición por el Evangelio”. ¡Argh! Hasta el nombre apesta al Enemigo. He hecho un poco de investigación, y estoy de acuerdo completamente de que tienes que actuar ahora. Tu paciente está jugando con cosas mortales, y que pueden causar mucho daño. Pero no todo está perdido todavía.
Me parece que tienes una opción. Haz todo lo posible para cambiar su lealtad del Enemigo a esta “Coalición”. Si eres persistente en ello, ni siquiera sabrá lo que está sucediendo. Lo que estás buscando es esto: mantenerlo entusiasmado con la Coalición, mientras le impides hacer cualquiera de las cosas que al Enemigo le gusta ver en sus siervos.
Parece que la Coalición produce páginas y páginas de esa inmundicia que el Enemigo llama “verdad”. Eso es peligroso. Pero procura utilizar eso para evitarlo de que lea el Libro del Enemigo. Nada de lo que producen sus siervos es tan mortal para nuestra causa como ese Libro. Es mucho mejor para tu paciente que lea 10 artículos de cómo leer el Libro a que en realidad lea el Libro. (Una nota práctica: tal vez puedas trabajar con uno de los nuevos dispositivos, los que suenan todo el tiempo, que los humanos tanto quieren –nunca puedo recordar su nombre, pero, ¡cómo me hubiese gustado tenerlo en mi días!– para que lo distraiga del Libro. Mantenlo verificando constantemente la actualización más reciente de la Coalición. No subestimes el poder de la “nuevo” y “urgente: es uno de nuestros agentes paralizadores más potentes).
Un pequeño consejo sobre cómo manejar la terrible verdad del Enemigo, ya sea desde el Libro o la Coalición. Al igual que cualquier veneno, es más peligroso cuando se ingiere. Pero puedes convencer al sujeto de que todo lo que el Enemigo quiere es que recolecte estas píldoras de veneno. Si se puede lograr que no las ingiera, su influencia se debilita considerablemente. Lo que estás buscando es que tu paciente recolecte estos glóbulos de verdad sin llegar a actuar sobre ellos. En lo que a nosotros respecta, él puede tener montones de esa podredumbre, siempre y cuando permanezcan en almacenamiento. ¿Cómo vas a saber si se ha ido más allá de la recolección y ha llegado a la ingestión? Los síntomas son fáciles de detectar. Su rutina diaria va a cambiar: la forma en que se relaciona con su esposa y sus mocosos, la cantidad de tiempo que le da a sus compañeros de servicio en la causa del Enemigo, de lo mucho que habla a nuestros esclavos sobre el Enemigo. Estas son señales peligrosas, y me debes notificar de inmediato.
Lo que me lleva a otro elemento de preocupación. Trata a la influencia de esta Coalición en tu paciente como una mortal epidemia: no dejes que se transmita de él a los demás. Ponlo en cuarentena inmediatamente. Habrá mayor daño si él comienza a tomar esas ideas tontas y empieza a utilizarlas para fortalecer esa reunión horrible que el Enemigo llama iglesia. Supongo que él no conoce personalmente a ninguno de los siervos del Enemigo que escriben esta propaganda. Utiliza esto como ventaja. Convéncelo de que solo necesita la Coalición, que esa gente que el Enemigo ha colocado cerca de él son innecesarias. Puede tomar algún tiempo, pero se puede lograr. Trata de hacerle ver a sus hermanos de la iglesia como menos informados, menos celosos, menos útiles que él mismo debido a lo que “sabe” por la lectura de la Coalición. Por encima de todo, mantenlo lejos de su pastor. Tal vez puedas hacerle creer que sería mucho mejor si uno de los escritores de la Coalición fuese su pastor. El descontento con las órdenes de marcha específicas para él es muy útil para nosotros: muchos de los soldados del Enemigo se mantienen fuera de la batalla a causa de esto.
Bueno, ya no tengo más tiempo para esto. Mantenme informado, y presta mucha atención a los envíos. Recuerda, el Enemigo siempre está trabajando. Pero si puedes ganar esta batalla en contra de la Coalición, hemos logrado al menos una pequeña victoria. Escribe tus conclusiones y, si tienen éxito les enviaremos al resto de nuestros agentes. Quizás puedas ganarte una promoción. Tal vez estemos a tiempo de arruinar esta “Coalición por el Evangelio”.
Con mucho cariño,
Orugario