¿Qué son el antropormorfismo y el antropopatismo en la Biblia? | Preguntas bíblicas

El antropomorfismo es una figura literaria que ayuda al lector moderno a identificar cuándo los autores bíblicos le atribuyen a Dios cualidades o acciones humanas. Al hablar con la samaritana, Jesucristo afirmó que Dios es espíritu y, por lo tanto, no tiene un cuerpo (Jn 4:24), pero Dios decidió darse a conocer a la humanidad por medio de la revelación especial: su Palabra. Él se comunicó por medio del habla en términos humanos para que nosotros pudiésemos entenderlo.

Por ejemplo, el salmista habla del poder de Dios de esta manera: “Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra” (Sal 89:13). Algunos autores identifican el antropomorfismo usado por el salmista, donde habla sobre la atención de Dios a la humanidad al atribuirle acciones humanas: “El Señor ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay alguien que entienda, alguien que busque a Dios” (Sal 14:2).

En el antropopatismo, los autores bíblicos le atribuyen a Dios emociones o pasiones humanas, para dar a conocer cómo se siente Dios con el comportamiento de la humanidad o de su pueblo. Las Escrituras hablan de Dios como si tuviera sentimientos humanos para ayudarnos a entenderlo. El atribuir emociones a Dios puede observarse con respecto a los celos (Éx 20:5), enojo (Nm 25:3), arrepentimiento (1 S 15:35), pesar (Gn 6:6), compasión (Jer 31:20), amor (Jer 31:30) y odio (Am 5:21).

Dios tiene emociones divinas en vez de humanas. Por lo tanto, las emociones de Dios están libres de los pecados que con frecuencia corrompen las emociones humanas. La tensión se presenta al reconocer con la Escritura que Dios es tanto trascendente como personal, lo cual incluye que tenga emociones. La ocurrencia de antropopatismo en la Escritura no quita que Dios, el santo, sea sin pecado.