Este año 2021 se cumplió el 85 aniversario de la muerte de G. K. Chesterton. Aunque era católico, el escritor británico cuenta con un grupo de seguidores entusiastas entre los evangélicos. John Piper dijo: “Doy gracias a Dios por G. K. Chesterton. Su don para ver el mundo y decir lo que ve es incomparable. Él abre mis ojos a las maravillas de lo que está ahí, y lo que está ahí es la obra de la mano de Dios”.
Estas son nueve cosas que debes saber sobre el “príncipe de la paradoja”.
1. Cuando era niño, Chesterton era un alumno de aprendizaje lento
Gilbert Keith Chesterton nació en 1874 en una zona acomodada de Londres. Asistió a una prestigiosa escuela para varones, pero era un alumno con un aprendizaje tan lento que no aprendió a leer hasta los 8 años. Sus padres incluso lo llevaron a un especialista para determinar si tenía alguna discapacidad. En su Autobiografía, él escribió: “Creo que la mayor impresión que causé en la mayoría de los maestros y en muchos de los muchachos, era una convicción bastante sólida de que estaba dormido”.
2. Casi se convierte en profesor, aunque nunca se graduó de la universidad
Después de graduarse, asistió a la escuela de artes Slade School of Art para convertirse en ilustrador y tomó clases de literatura en la universidad University College London. Antes de terminar su carrera, abandonó la universidad para trabajar en una editorial. Cuando tenía 25 años comenzó a escribir para una publicación semanal y se dedicó a publicar libros. Dos años después, escribía regularmente para el periódico The Daily News. Al llegar a los 30 años, ya se estaba haciendo famoso por sus escritos. A pesar de no tener un título universitario, fue invitado a ser un candidato a catedrático de literatura en la Universidad de Birmingham, lo cual rechazó.
3. Chesterton fue uno de los escritores más prolíficos de todos los tiempos
Escribió alrededor de 80 libros e hizo contribuciones a unos 200 más. Escribió cientos de poemas, incluyendo un poema épico, cinco obras de teatro, cinco novelas y 200 cuentos, incluyendo una serie popular de un sacerdote detective titulada El padre Brown. Para su trabajo regular, escribió más de 4,000 ensayos periodísticos y editó su propio periódico titulado G. K.’s Weekly. “Para ponerlo en perspectiva, 4,000 ensayos es el equivalente a escribir un ensayo al día, todos los días, durante 11 años”, dice Dale Ahlquist.
4. Chesterton escribió ficción detectivesca sobre un sacerdote que resuelve crímenes
Entre 1910 y 1936, publicó cuentos sobre un sacerdote católico y detective aficionado conocido como el padre Brown. A diferencia de Sherlock Holmes, quien se basó en la deducción y la comprensión científica, el padre Brown resolvió misterios utilizando la inducción y la comprensión espiritual. “El padre Brown tiene tres cualidades que le permiten penetrar en la mente del criminal para poder identificarlo”, dice Daniel Callam. Él continúa:
“Primero, es un sacerdote, y ‘un hombre que no hace casi nada más que escuchar los pecados reales de los hombres, haciendo que sea poco probable que ignore por completo la maldad humana’. Es por esto que el padre Brown tiene un interés en el caso que va más allá de resolver el crimen y llevar al culpable ante la justicia: quiere reconciliar al pecador con Dios, como al final de su cuento El hombre invisible, cuando escucha la confesión del asesino James Welkin. En tercer lugar, lo más significativo es que el padre Brown siente compasión por el criminal porque reconoce que él mismo es un pecador y, como tal, sería capaz de todas las gravedades, incluyendo el crimen que se investiga”.
La serie de Los relatos del padre Brown comprende 51 historias en cinco volúmenes.
5. Chesterton fue uno de los apologistas más influyentes del siglo XX
En su libro Ortodoxia, dijo que “nunca leyó una línea de apologética cristiana” antes de convertirse en creyente y agregó: “Ahora leo lo menos que puedo sobre el tema”. A pesar de su aversión declarada a la apologética, fue uno de los apologistas más influyentes del siglo XX. Al explicar qué hizo a Chesterton tan eficaz, el teólogo anglicano David Pickering dijo:
“[Él] desplegó un conjunto de recursos retóricos que le permitieron crear afinidad con sus lectores. Usó estas estrategias para presentarse a sí mismo como un amigo y para afirmar que presentaba preguntas religiosas a sus lectores como un explorador imparcial, a pesar de sus propios compromisos de fe. Como parte de esta estrategia, restringió el rango de la teología que usó en su apologética para permanecer, en la medida de lo posible, dentro de los límites con los cuales sus lectores no religiosos podían identificarse con facilidad”.
6. Chesterton no se hizo católico hasta la mediana edad
Chesterton se crió en una familia cuya visión religiosa se inclinaba hacia el unitarismo. Él le da crédito a su esposa por haberlo influenciado hacia el anglicanismo, aunque no fue hasta 1908, el año en que publicó Ortodoxia, que afirmó que era un creyente ortodoxo. Durante los siguientes 14 años, sopesó las afirmaciones de las iglesias anglicana y católica romana. Su miedo a que el anglicanismo no pudiera responder a las amenazas de la modernidad lo empujó hacia el catolicismo. Tomó la decisión de hacerse católico en 1922, a la edad de 48 años, 14 años antes de su muerte. Cuando Chesterton murió en 1936, el Papa Pío XI lo elogió como un “dotado defensor de la fe católica”.
7. Chesterton y George Bernard Shaw eran “enemigos amistosos”
George Bernard Shaw era un aclamado dramaturgo y ganador del Premio Nobel considerado en ocasiones como el segundo después de Shakespeare entre los dramaturgos británicos. También fue un activista radical que promovió la eutanasia y se opuso al cristianismo. Sin embargo, durante 35 años, Shaw y Chesterton mantuvieron una amigable aunque contenciosa amistad. Chesterton dijo: “Es algo pagano y como muchos otros paganos, es un hombre muy bueno”. Chesterton y Shaw comenzaron una serie de debates públicos en 1911 que continuaron hasta 1928. Durante esos debates, el corpulento Chesterton (quien medía 6 pies 4 pulgadas [1.90 m] y pesaba casi 300 libras [130 kilos]) y el delgado Shaw se burlaban frecuentemente entre sí. Chesterton le dijo una vez a Shaw: “Al verte, cualquiera pensaría que una hambruna ha golpeado a Inglaterra”. En contraargumento, Shaw respondió: “Al mirarte, cualquiera pensaría que tú la has causado”.
8. Chesterton inspiró a muchas personas influyentes y también dos movimientos de independencia nacional
Chesterton influyó en una variedad de personas, incluyendo a novelistas (J. R. R. Tolkien, Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald, George Orwell, Agatha Christie, Neil Gaiman, Dean Koontz), poetas (W. H. Auden, T. S. Eliot), pensadores (Alexander Solzhenitsyn , Marshall McLuhan), directores de cine (Orson Welles, Alfred Hitchcock) y presidentes de los Estados Unidos (Theodore Roosevelt). Chesterton aun jugó un papel influyendo en dos movimientos de independencia, habiendo influido en el pensamiento de Mahatma Gandhi en India y Michael Collins en Irlanda.
9. Chesterton tiene una influencia significativa en los escritores y pensadores cristianos protestantes
A pesar de que no están de acuerdo con su catolicismo, Chesterton ha tenido un profundo efecto en escritores como Trevin Wax, Philip Yancey y John Piper. En su autobiografía espiritual, Cautivado por la alegría, C. S. Lewis menciona cómo Chesterton lo llevó a convertirse en cristiano. “Al leer a Chesterton… No sabía en qué me estaba metiendo”, escribió Lewis. “Un joven que desea seguir siendo un ateo sólido no puede ser demasiado cuidadoso con su lectura”. Lewis agregó: “Luego leí El hombre eterno de Chesterton y por primera vez vi todo el bosquejo cristiano de la historia expuesto en una forma que me pareció que tenía sentido…”. En su obituario a Chesterton, el poeta y crítico literario T. S. Eliot dijo que “hizo más que cualquier hombre de su tiempo” para “mantener la existencia de la minoría [cristiana] en el mundo moderno”.
