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Los cristianos somos llamados a estar preparados para dar razón de la esperanza de tenemos (1 Pedro 3:15). Este es un mandato que ha sido relevante a través de toda la historia, incluyendo nuestra época actual caracterizada por muchos escepticismo frente a la Palabra de Dios.

Con eso en mente, aquí tienes algunos recursos recomendados sobre apologética, que pueden ayudarte a ti (o a cualquiera de tus amigos) a lidiar con dudas y preguntas sobre la razón de nuestra fe:

El objetivo más valioso de la apologética, por R. C. Sproul.

“La tarea de la apologética, la defensa de la verdad del cristianismo, tiene al menos tres objetivos principales. Creo que la mayoría de los cristianos están familiarizados con dos de estos. En primer lugar, la apologética es dar una respuesta a los críticos de la fe cristiana, a los que tratan de socavar la base racional para el cristianismo o que la critican desde el punto de vista de otra filosofía o religión”.

Cinco maneras para dudar de tus dudas, por Tim Keller.

“Incluso nuestro pensamiento racional más riguroso está plagado de diversas formas de fe. Incluso la duda escéptica siempre contiene un elemento de creencia”.

4 Respuestas sencillas al ateísmo basado en la ciencia, por Samuel James.

“No necesitas un título en ciencias para tener algo que decir a los que presentan objeciones científicas a la fe. Aquí hay cuatro respuestas sencillas a los que afirman que la ciencia ha desmentido a Dios, o ha hecho el creer en Dios algo innecesario”.

Recuerda el evangelio cuando debates, por Pablo Gutiérrez.

“El celo por hablar la verdad (no aquello que nosotros de manera subjetiva interpretamos como tal, sino aquello que objetivamente es verdad), debe ser nuestro principal motor. Pero esto no implica que deba hacerse de manera ‘acalorada’. Siempre debe hacerse de manera firme, pero respetuosa; en amor, pero con la verdad; con pasión, pero sin dejar que esta nos domine; con ímpetu, pero sin perder el espíritu de humildad, sobre todo, porque este tipo de apologética centrada en el evangelio ha de realizarse en muchas ocasiones con personas que son creyentes, pero que han sido mal enseñados”.

3 razones para creer en la resurrección, por José Santiago.

“De acuerdo al apóstol, la resurrección de Cristo es el fundamento bajo el cual la verdad del cristianismo se mantiene o cae: ‘y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes… y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es falsa; todavía están en sus pecados. Entonces también los que han dormido en Cristo están perdidos. Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima’ (1 Co. 15:14, 17-19). El punto del apóstol Pablo es tan sencillo como sobrecogedor. Si Cristo no resucitó, la fe cristiana es un fiasco”.

Lo que Nietzsche quiso decir cuando dijo ‘Dios ha muerto’, por Douglas Blount.

“… Si Dios no existe, la vida no tiene sentido. Cuando no hay un autor, la historia no tiene un punto; de hecho, cuando no hay un autor, no puede haber ninguna historia. Por otra parte, si Dios no existe, la moral resulta ser ilusoria, y el juicio moral se convierte en mera interpretación, la que corresponde a nada más que el gusto personal”.

Los ateos no tienen fundamento para la moralidad, por Randy Alcorn.

“Si no hay un Dios que nos haya creado para un propósito eterno, y no hay un Dios que nos vaya a juzgar; si no hay un Dios que haya revelado sus normas y no hay Dios que informe nuestras conciencias, entonces ciertamente cualquier moralidad que forjemos por nuestra cuenta, en última instancia constituirá un reflejo de nuestras propias opiniones subjetivas, las cuales cambiarán con los tiempos”.

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Imagen: Lighstock.
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