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Caminando con Dios a través del dolor y el sufrimiento, del pastor Tim Keller, es uno de los libros más útiles y edificantes que he leído.

Aquí comparto 20 de mis frases favoritas del libro, que espero te ayuden a conocer cómo el evangelio transforma la forma en que vemos el sufrimiento. Entre paréntesis se encuentran las posiciones de las frases en la edición en Kindle del texto.


Cuando el dolor y el sufrimiento llegan a nuestras vidas, finalmente caemos en cuenta no solo de que no estamos en control, sino de que nunca lo hemos estado (108).

Dios trae plenitud de gozo no a pesar de, sino a través del sufrimiento, así como Jesús nos salvó no a pesar de lo que sufrió en la cruz, sino a través de ello (136).

El sufrimiento puede refinarnos en lugar de destruirnos debido a que Dios camina con nosotros a través del fuego (178).

Mientras que otras cosmovisiones nos llevan a sentarnos en medio de los deleites de la vida, previendo los sufrimientos venideros, el cristianismo empodera a su gente para permanecer en medio de los sufrimientos de este mundo, probando el gozo venidero (508).

A diferencia del momento actual, en el que la existencia del sufrimiento y el mal hace que la fe cristiana sea vulnerable a la crítica y la duda, los primeros cristianos proclamaban que el dolor y la adversidad en la vida eran de las principales razones para abrazar la fe (772).

Los cristianos no enfrentamos la adversidad reduciendo estoicamente nuestro amor por las personas y por las cosas de este mundo, sino aumentando nuestro amor y nuestro gozo en Dios (819).

La única forma en que podremos enfrentarnos a todas las cosas con paz es si Dios es nuestro mayor amor, pues ni siquiera la muerte puede separarnos de Su amor. El dolor no tenía que ser eliminado, sino sazonado y sostenido con amor y esperanza (824).

No debemos tratar de usar nuestra paciencia para ganarnos la paz con Cristo; necesitamos la paz con Cristo para poder ser pacientes. No podemos ni empezar a sufrir como Cristo si no hemos descansado en la suficiencia de Sus sufrimientos por nosotros (980).

Si no crees en Dios, no deberías preguntarte por qué la vida es tan injusta. Simplemente es así; tienes que aceptarlo. Pero tampoco disfrutas del consuelo y el gozo que hay en la fe cristiana (1109).

El sufrimiento es el resultado de nuestro alejamiento de Dios y, por tanto, fue el camino por el cual Dios mismo, en Jesucristo, vino y nos rescató (1431).

Si Dios tiene buenas razones para permitir el sufrimiento y el mal, entonces no hay contradicción entre Su existencia y la del mal (1779).

No sabemos por qué Dios permite que continúen el mal y el sufrimiento, ni por qué son tan aleatorios, pero ahora al menos sabemos cuál no es la razón. No puede ser que Él no nos ame. No puede ser que no le importemos. Está tan comprometido con nuestra felicidad que estuvo dispuesto a sumergirse en las profundidades del sufrimiento (2160).

Si la confianza es algo que debe ganarse, ¿no se ha ganado Dios nuestra confianza después de las cruentas heridas, de las espinas clavadas en Su frente y de Él haber intercedido por ti con Sus labios lastimados? (2176).

Sin el sufrimiento de Jesús, el mal gana. Resulta en la destrucción de toda la raza humana. El sufrimiento de Jesús era la única manera de terminar con el sufrimiento —de juzgar y renovar el mundo— sin tener que destruirnos (2746).

Si Dios es percibido como Dios durante el sufrimiento, entonces el sufrimiento puede revelarlo y presentarlo en toda Su grandeza (3275).

Nuestro sufrimiento solo servirá para nuestra gloria cuando la gloria de Dios sea primordial en medio de nuestro dolor (3305).

Cuando los tiempos son buenos, ¿cómo sabes si amas a Dios o simplemente amas las cosas que Él te está dando o lo que está haciendo por ti? Realmente no lo sabes (3373).

Si crees en Jesús y descansas en Él, entonces el sufrimiento será para tu carácter lo que el fuego es para el oro (4086).

Cuando las cosas van mal, una de las formas en que pierdes la paz es que piensas que tal vez estás siendo castigado. ¡Pero mira a la cruz! Todo el castigo recayó sobre Jesús (5382).

El sufrimiento solo nos hará mejores (en lugar de peores) si, durante el mismo, aprendemos a amar a Dios más que antes (5525).


Imagen: Lightstock.
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