×

Ha sido un gran año para las historias bíblicas en la pantalla. La casa de David, de Prime Video, fue un éxito. La quinta temporada de The Chosen batió récords de audiencia para la serie. Y en abril, la película animada sobre Jesús, El Rey de reyes, se convirtió en el segundo largometraje más taquillero de Angel Studios (por detrás de Sonido de libertad).

Ahora hay otra película animada sobre Jesús en los cines, Jesús, Luz del mundo, que se estrenó el 5 de septiembre en Estados Unidos y entró en el top diez de la taquilla en su primera semana. Distribuida por la organización evangelista sin fines de lucro Salvation Poem Project, la cinta presenta una animación 2D al estilo de las películas clásicas de Disney de los años noventas o la magnífica El príncipe de Egipto. El estilo retro pero fresco funciona a la perfección y supone un paso adelante muy bienvenido en el ámbito de la animación basada en la fe. Ayuda que animadores veteranos de Disney, los hermanos Tom y Tony Bancroft, sean la fuerza artística detrás de la película. No hay nada barato ni cursi en la animación de esta película.

Pero ¿qué hay de la historia? ¿Toma Jesús, Luz del mundo en serio las Escrituras y presenta una interpretación precisa, convincente y fiel de Jesús?

Jesús a través de los ojos de un joven Juan

La elección narrativa más notable de la película es contar la historia de Jesús a través de los ojos del apóstol Juan, pero como si Juan fuera un adolescente de trece años cuando conoció a Jesús. A algunos espectadores esto les puede resultar chocante, sobre todo porque la mayoría de las versiones cinematográficas o televisivas del «apóstol amado» lo representan como un hombre adulto. Pero la tradición cristiana sostiene generalmente que Juan era el discípulo más joven, muy posiblemente un adolescente cuando conoció a Jesús. Así que trece años no es en realidad una exageración tan grande.

Además, la elección de contar la historia desde el punto de vista de un muchacho ayuda a que el público infantil se identifique más con ella. Al ver las tiernas emociones que Juan experimenta a través de los altibajos de su amistad y seguimiento de Jesús, la historia se siente basada en dinámicas relacionales familiares. Me gustó el marco narrativo de la película, que se centra en Juan y su familia (su hermano mayor Jacobo, su padre Zebedeo y su madre Salomé) mientras experimentan de primera mano el drama que cambió el mundo: el ministerio, la muerte y la resurrección del Mesías.

Al enfocarse en que Jesús vence a la oscuridad a través de su muerte y resurrección, esta película es una articulación útil del evangelio

Como en cualquier adaptación de la Biblia, se toman libertades con el orden, la disposición y los detalles de la trama de las escenas bíblicas. Algunas de ellas son más notables que otras, y tal vez sean cuestionables. Pero, en general, los cambios no violan el texto bíblico, y algunos de los adornos, en particular los visuales, iluminan creativamente la historia sin distorsionarla. Me gustó especialmente cómo la película presentó visualmente el bautismo de Jesús y cómo historias como la parábola del buen samaritano se muestran con un estilo de animación diferente. También aprecié que la forma en que la película aborda la crucifixión de Jesús no elude su oscuridad y violencia, algo poco habitual pero refrescante en un género que tiende a suavizar los aspectos más duros de la historia.

Contando demasiado de la historia

Jesús, Luz del mundo es un relato de la historia de Jesús apto para niños. Incorpora eficazmente el humor (incluido el humor físico ridículo, como una broma recurrente sobre el apetito de Juan el Bautista por las langostas) y su ritmo ágil es adecuado para la corta capacidad de atención de los niños. Pero el valor de la concisa narrativa de la película es también su mayor inconveniente.

El reto de contar toda la historia de Jesús en noventa minutos es que simplemente hay demasiada trama para condensar en un tiempo tan limitado. El resultado es un vertiginoso recorrido a hipervelocidad por una historia infinitamente trascendental que exige que cada momento importante tenga, bueno, un momento real.

Este es el talón de Aquiles de muchas películas bíblicas, incluida la de este año, Rey de reyes. Esta no me gustó porque contaba la historia de Jesús paso a paso de una manera demasiado lineal y exhaustiva, hasta el punto de que resultaba predecible y aburrida. Aunque Jesús, Luz del mundo es más atractiva y sorprendente, en parte debido a su enfoque centrado en el joven Juan, todavía padece de un intento poco acertado de ser exhaustiva. Los grandes momentos y los innumerables milagros —la sanidad de María Magdalena, el paralítico bajado por el techo, los peces en las redes, el agua convertida en vino, la Última Cena, la resurrección, la ascensión— reciben apenas unos minutos, a veces segundos, de tiempo en pantalla. Los momentos clave de la trama están ahí, pero a menudo faltan la trascendencia y el sentido de poder.

Desde el punto de vista narrativo, el formato extendido de televisión podría ser simplemente mejor para este tipo de historias. La casa de David y The Chosen funcionan bien precisamente porque el formato de serie de varias temporadas permite desarrollar más los grandes momentos bíblicos y que los personajes involucrados tengan más textura y sean más tridimensionales. El efecto general es una mayor potencia emocional, ya que vemos los acontecimientos bíblicos a través de las perspectivas de personajes con los que hemos llegado a familiarizarnos y a querer.

Si tienes hijos, llévalos a ver Jesús, Luz del mundo. Es una experiencia cinematográfica valiosa y edificante

Un principio que habría mejorado Rey de reyes y Jesús, Luz del mundo, y que espero que las futuras películas sobre Jesús tengan en cuenta, es que menos es más. Las tramas maximalistas tienden a aplanar el impacto emocional; la exhaustividad tiende a disminuir el poder de cada momento. Solo tienes una hora y media para trabajar: reduce la historia, profundiza, deja que los grandes momentos respiren. Recuerda: tu película no es un sustituto de la Biblia y no necesita serlo. Deja que represente partes seleccionadas de la Biblia y anima a los espectadores a que vayan a la fuente original para conocer la historia completa.

Una oportunidad evangelística

A pesar de estos problemas con una narrativa condensada y demasiado exhaustiva (que no creo que a los niños les importe tanto como a mí), la película capta bien la sencillez del evangelio.

Al enfocarse en el tema de la luz y la oscuridad, y en Jesús (la Luz del mundo) que vence a la oscuridad (el pecado) a través de su muerte y resurrección, esta película es una articulación útil del evangelio. No oculta su objetivo evangelístico. El filme termina con Juan mientras guía a su padre en una oración de salvación (escuchamos las palabras de El poema de la salvación), seguida de un llamado a la acción antes de los créditos, donde Juan señala un código QR en la pantalla si los miembros de la audiencia quieren tomar la decisión de seguir a Jesús. Esto puede parecer un poco incómodo, pero también es comprensible. La película realmente tiene potencial como oportunidad evangelística. Espero que muchos niños que no conocen a Jesús tengan la oportunidad de verla.

Si tienes hijos, llévalos a ver Jesús, Luz del mundo. Es una experiencia cinematográfica valiosa y edificante, especialmente en comparación con las alternativas que ofrece la cultura popular actual. Mejor aún, haz que tus hijos inviten a uno o dos amigos que no sean creyentes y deja que la película propicie conversaciones sobre el evangelio.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por María del Carmen Atiaga.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando