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Nota del editor: 

Este artículo es la adaptación de un episodio de podcast publicado originalmente en Teología en tu vida.

¿Qué significa para nosotros decir que «necesitamos las Escrituras»?

Podemos afirmar que si deseamos conocer a Dios personalmente es necesario leer la Biblia para comprender su mensaje. La Biblia nos revela la realidad de nuestros pecados, cómo son perdonados e indica lo que Dios quiere que hagamos.

Hay dos tipos de revelación. Se denomina revelación general a lo que Dios ha revelado por medio de la creación y por su providencia. De esta afirmación surge la pregunta: ¿es suficiente la revelación general para guiar a alguien a Cristo y que reciba la salvación? La respuesta nos ayudará a ver la importancia de esta doctrina sobre la necesidad de las Escrituras. Piensa por un momento si mirar la creación de Dios es suficiente para hacer que alguien se arrepienta de sus pecados y ponga su fe en Cristo. Por supuesto que no es suficiente. La revelación general revela solo algunos aspectos sobre Dios. Pablo habló de esos aspectos en su carta a los Romanos:

«Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa» (Romanos 1:20, énfasis añadido).

Entonces, por la creación misma podemos descubrir y entender que Dios existe y es poderoso y divino. Pero, por ejemplo, no podríamos conocer y entender el evangelio solo por medio de ella. En la misma carta, Pablo habla de forma indirecta sobre la necesidad de la revelación especial, la Biblia misma, cuando afirma que nadie podrá llegar a la salvación sin la predicación del evangelio. Para eso hace las siguientes preguntas que demuestran la necesidad de proclamar la verdad del evangelio:

«¿Cómo, pues, invocarán a Aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien!”» (Romanos 10:14–15).

Para saber qué es el evangelio, necesitamos conocer el mensaje de las Escrituras (1 Co 15:1-4). La Biblia es necesaria para conocer cómo podemos llegar a ser hijos de Dios y conocer su voluntad sobre la salvación.

Para saber qué es el evangelio, necesitamos conocer el mensaje de las Escrituras

Pedro también señala este punto cuando escribe: «Pues ustedes han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece» (1 P 1:23, énfasis añadido). Nacimos de nuevo por la Palabra de Dios. La Biblia es necesaria para la salvación, porque es allí donde encontramos revelado el plan redentor de Dios.

Pero la Biblia no solo es necesaria para la salvación, sino que también es necesaria para nuestro crecimiento como cristianos, es decir, nuestra santificación. Jesus oró: «Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad» (Jn 17:17). Pedro pide que los cristianos «deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la Palabra, para que por ella crezcan para salvación (1 P 2:2).

De la misma manera en que la comida es necesaria para nutrir y hacer crecer el cuerpo, la Biblia es necesaria para nuestro crecimiento y nutrición espiritual. No podemos crecer sin ella.

Si la Biblia es necesaria para nuestra salvación y crecimiento espiritual. Te podrías preguntar: ¿Hay otras maneras en las que las Escrituras afectan nuestras prácticas?

Puedo pensar en algunas. Primero, debemos regocijarnos porque tenemos la Biblia en nuestro idioma. Debemos lamentarnos de que muchas personas en el mundo todavía no tienen la Biblia en su idioma. Si la Palabra de Dios es necesaria para la salvación y el crecimiento espiritual, se deduce que las personas que hablan esos idiomas son incapaces de escuchar y responder al evangelio o crecer. Ahora, ciertamente podría haber misioneros u otros creyentes que puedan articular el evangelio en ese idioma, y damos gloria a Dios por eso. Pero a largo plazo, como alguien dijo, el mejor misionero es la Biblia.

La Biblia no solo es necesaria para la salvación, también es necesaria para nuestro crecimiento como cristianos, es decir, nuestra santificación

Una segunda manera en que las Escrituras afectan nuestras prácticas es que esta verdad sobre la necesidad de la Biblia debería afectar la forma en que nos conducimos en nuestra vida, iglesias y hogares. Tanto como sea posible, nuestra forma de hablar debe estar llena de la Palabra de Dios. He estado en iglesias donde durante toda la reunión tal vez se lee o se menciona un solo versículo de la Biblia. ¿Cómo puede ser? Si creemos que la Biblia es necesaria para proclamar la esperanza del evangelio, nuestras reuniones deberían tener más Biblia, no menos. ¡Es lo más relevante que podemos hacer para dar a conocer la voluntad de Dios!

Por último, en nuestros hogares, mientras hablamos unos con otros y a nuestros hijos, también necesitamos hablar sobre la esperanza que se encuentra en la Palabra de Dios. Todo lo demás que escuchemos durante nuestro día, en las noticias o en las redes sociales, no te salvará ni te santificará. Las Escrituras son imprescindibles para la humanidad. ¡Valoremos la Escritura compartiendo todo su consejo y su buena noticia de salvación!

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