Hanibal Rodríguez: Tal vez una pregunta que podríamos responder hoy es: «¿cómo sabes si no estás listo para el matrimonio?».
Yo puedo pensar en tres cosas. Primero, si eres una persona que está luchando con lascivia, lo cual puede parecer normal para mucha gente, y no has ejercido dominio propio sobre esa área; puedes pensar que si te casas va a desaparecer. La realidad es que no desaparece después de que te casas, y lo que pasa es que si no has aprendido a ejercer dominio propio en esa área, entras al matrimonio con esa debilidad. Y como dice el Señor Jesús en el sermón del monte, estás trayendo adulterio a tu matrimonio desde el principio, desde tu mente y corazón.
La segunda cosa, tiene que ver con el carácter. Si realmente no has desarrollado un carácter cristiano; como en Génesis, que se llama al hombre a dejar a padre y a madre, con el propósito de servir, amar, cuidar, proteger, y liderar a su esposa, es muy difícil hacer eso en el matrimonio. Es difícil amar, servir, entregarse, y morir por tu esposa cuando no has desarrollado un carácter cristiano.
Y la tercera, aunque parece simple y mínima, creo que es bastante importante, y tiene que ver con el trabajo. El libro de los Proverbios en dos ocasiones (capítulos 10 y 4) habla del varón trabajador. Y Génesis nos muestra que el Señor creó al hombre para trabajar. Un varón al que no le gusta trabajar, o que tiene problemas trabajando, es un varón que debería considerar si está listo para casarse, ¿verdad?
Emanuel Elizondo: Es importante también que cada persona esté al tanto de esas cosas y una vez más mirar las Escrituras, ¿por qué? Porque ninguno de nosotros necesariamente está en el lugar donde quisiera estar, pero por la gracia de Cristo, el Señor nos va llevando para estar en ese lugar y estar listo para casarse.
Sin embargo, es bueno saber una vez más, que el matrimonio es algo bueno, es algo que el Señor quiere, y que cuando el Señor lo trae a nuestra vida, es algo que nosotros podemos usar para crecimiento para la gloria de Él. Pero debemos también reconsiderar y estar listos.