Cuando te aterrorizan los lunes
Dios puede ser glorificado en ese trabajo que no te emociona, si lo haces con todo tu corazón para Él, confiando en que ninguna labor para el Señor será en vano.
Dios puede ser glorificado en ese trabajo que no te emociona, si lo haces con todo tu corazón para Él, confiando en que ninguna labor para el Señor será en vano.
Advertencia: Hay una línea delgada entre cuidar nuestro cuerpo e idolatrar nuestro cuerpo.
Podemos enfrentar la realidad del incansable paso del tiempo y navegarla con sabiduría. Podemos ser buenos mayordomos de los minutos que Dios nos permite experimentar en esta tierra.
Se nos olvida que nuestras tareas pueden ser un acto de adoración. Entonces, ¿qué hacer cuando nos enfrentemos a la falta de ganas de levantarnos y actuar?
El éxito empresarial no debe medirse únicamente en términos financieros, sino por la capacidad de glorificar a Dios a través del trabajo, bendecir a otros y contribuir al avance del evangelio.