Recuperemos la palabra “adopción”
¿Por qué usamos la misma palabra para hablar de integrar tanto a un animal como a un ser humano a nuestro hogar? Es hora de recuperar la palabra «adopción» y colocarla en su lugar correcto.
¿Por qué usamos la misma palabra para hablar de integrar tanto a un animal como a un ser humano a nuestro hogar? Es hora de recuperar la palabra «adopción» y colocarla en su lugar correcto.
¿Qué pasaría si, en lugar de buscar trabajar como «llaneros solitarios», nos uniéramos para ser luz en el mundo?
La adopción no es meramente una buena obra, no es hacer caridad. Es un compromiso, un pacto con Dios.
No todo cristiano debe adoptar, pero todo cristiano, siendo adoptado, debe saber qué está pasando y cómo puede ayudar.
En “Domingo para el Huérfano” es necesario recordar cómo el poder del evangelio nos transforma, moviliza, sostiene y manifiesta la verdadera esperanza en Cristo.