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¿Qué son los sacramentos u ordenanzas?

Los sacramentos u ordenanzas dados por Dios e instituidos por Cristo, es decir, el bautismo y la Cena del Señor, son señales y sellos visibles de que estamos unidos como una comunidad de fe por Su muerte y resurrección. Mediante el uso que hacemos de ellos, el Espíritu Santo nos declara las promesas del evangelio y las sella en nosotros.

El bautismo y la Cena del Señor.

Respuesta para Niños

Versículo bíblico

Romanos 6:4 y Lucas 22:19–20

Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con Él en Su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva...

También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: ‘Este pan es Mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de Mí’. De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes.

Devocional

TIMOTHY KELLER

Existen dos sacramentos u ordenanzas. Son el bautismo, que es una vez y para siempre. Y la Cena del Señor, que se practica regularmente. Les llamamos a ambos ordenanzas porque Jesucristo nos ordenó practicarlas. Pero les llamamos sacramentos porque a través de ellos las bendiciones de Dios y Su gracia vienen a nosotros de manera única. No son meras experiencias personales e individuales. Somos miembros de una comunidad, y el bautismo y la Cena del Señor muestran que pertenecemos a una comunidad, la comunidad del pacto, las personas que pertenecemos a Jesús. Y por eso funcionan como marcas delimitantes. La Confesión de Westminster dice que “establecen una diferencia visible entre aquellos que pertenecen a la iglesia y el resto del mundo”.

Ambos son señales y sellos. Les llamamos señales porque simbolizan las bendiciones de la salvación, el perdón de pecados, la recepción del Espíritu Santo y la capacidad de tener comunión con Jesucristo en Su presencia. Pero no solo son señales; también son sellos. Eso significa que realmente nos traen estas bendiciones. Nos dan seguridad y alientan nuestra fe, y es nuestra fe la que recibe esas bendiciones.

Algunas partes de la Biblia, como 1 Corintios 10 y 1 Pedro 3, parecen decir que son los sacramentos los que reciben estas bendiciones de salvación. Pero los sacramentos alientan nuestra fe, y es nuestra fe la que realmente recibe las bendiciones y la que nos salva. J. I. Packer lo dice de esta manera: “De la misma forma en que la predicación de la Palabra hace que el evangelio sea audible, así los sacramentos lo hacen visible, y Dios alienta nuestra fe por medio de ambos”. Los sacramentos, por tanto, funcionan como medios de gracia bajo el principio de que ver nos lleva a creer.

Oración

Dador del evangelio, Tú nos has dado señales de Tu gracia que pueden ser vistas, sentidas y probadas. Ayúdanos a practicarlas de acuerdo a Tus mandamientos. Que ellas aparten nuestra mirada de nosotros mismos y la dirijan hacia Tu obra salvadora. Guárdanos de exaltar las señales de tal forma que distraigan nuestra atención del Salvador a quien apuntan. Amén.