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“Esto realmente es un milagro”, dijo un grupo de líderes, pastores, y sus cónyuges en Ecuador. La oportunidad de recibir entrenamiento en la predicación expositiva les ha permitido cruzar líneas denominacionales.

Como un entrenador internacional de Leadership Resources International (LRI), fui testigo de una reunión en mayo que promovió la unidad cristiana entre creyentes de las iglesias en Portoviejo, Ecuador. Siendo un ministerio que equipa y anima a pastores alrededor del mundo, LRI reunió a 25 ministros para que recibieran instrucción sobre cómo proclamar y aplicar el evangelio con una mayor habilidad.

Aunque el 94 porciento de los ecuatorianos afirman ser cristianos, solo el 8% son evangélicos. Portoviejo —que está a menos de 30 kilómetros de la costa Pacífica del Ecuador— no es la excepción. Aun habiendo muchas iglesias en esta tranquila ciudad de cerca de 225,000 personas, el estado en el que se encuentra el púlpito está lejos de ser el ideal.

La falta generalizada de la predicación expositiva ha resultado en que exista mucho legalismo, donde ciertas doctrinas están siendo sobreenfatizadas a expensas de otras. Más aún, los pastores e iglesias se han mantenido aislados unos de otros debido a las diferencias denominacionales y teológicas.

Visión por la ciudad

El entrenamiento en mayo fue el resultado de años de oración de Alexander y Oscar Paul, dos pastores claves en Portoviejo. Estos vecinos y amigos íntimos servían como copastores en una iglesia local y eran colegas en un seminario.

En los últimos tres años, ambos estaban siendo entrenados en exposición bíblica por medio del programa de LRI llamado “Pastores Entrenando Pastores” (PEP). PEP invierte en un pequeño grupo de pastores nacionales a través de dos sesiones de entrenamiento al año durante cuatro años. Mientras que los pastores reciben entrenamiento, ellos a su vez instruyen a otros pastores.

Alexander y Oscar Paul ya han entrenado a otros pastores en varias partes del Ecuador. Al ver el fruto de su entrenamiento de primera mano, ellos deseaban dirigir talleres interactivos en Portoviejo con el fin de equipar a pastores e iglesias locales para que prediquen fielmente la Palabra de Dios con claridad y poder. Al ofrecer el entrenamiento del PEP a varias iglesias en su ciudad, buscaban generar una mayor unidad, con el fin de que hubiera una mayor expansión del evangelio.

Una gran piedra de tropiezo

Pero un obstáculo estaba en su camino: los líderes locales no tenían ningún incentivo para asistir. Para un observador externo, el PEP aparenta ser simplemente otro estudio bíblico. He observado que las personas muchas veces necesitan probar las riquezas de la Palabra de Dios descubiertas en este programa antes de decidirse a invertir su tiempo.

Seis meses antes del entrenamiento, Patricio Paredes (Director del LRI en América Latina), Alexander, Oscar Paul, y yo reflexionamos sobre cómo atraer a los pastores al entrenamiento. Una idea fue la de proveer algo que no estaba fácilmente disponible en Portoviejo o en la mayor parte de América Latina: libros impregnados con las Escrituras y sólidos en teología.

Buscamos títulos de libros disponibles por medio del proyecto Packing Hope de TGC International Outreach, antes de escoger el libro de Christopher Ash llamado “La predicación como  prioridad”. El libro afirma la autoridad y la suficiencia de la Palabra predicada, y explica siete bendiciones de la predicación expositiva. Puesto que este libro ofrecía un perfecto complemento al entrenamiento, esperamos que pudiera desarrollar un sincero interés de los pastores y los motivara a asistir.

Del escepticismo a la emoción

Muchos de los pastores y líderes se acercaron al entrenamiento con algo de escepticismo, inseguros de lo que debían esperar. Una esposa de pastor que asistió en ausencia de su esposo, afirmó su escepticismo: “No tengo ningún problema en irme temprano si esto vale mi tiempo”. Los entrenadores la animaron —y a otros también— a que permitieran que la Palabra de Dios hablara a sus corazones.

En los siguientes tres días, los presentes aprendieron las bases de la predicación expositiva y de la teología bíblica mientras estudiaban el libro de Rut. El claro despliegue de la Escritura mostró un método iluminador y enriquecedor que moldeó las convicciones hacia un modelo de predicación más Cristocéntrico.

Al ir terminando el taller, la mujer escéptica expresó un entusiasmo incontenible de compartir el entrenamiento con su esposo. Por el bien de otros pastores, los participantes solicitaron otro entrenamiento, el cual ya ha sido planeado.

El grupo de hermanos de diferentes denominaciones se retiraron con sus corazones y sus mentes llenos, habiendo adquirido herramientas prácticas para proclamar más fielmente la Palabra de Dios. Además, cada uno llevaba en sus manos un buen libro que ayudaría a moldear sus ministerios.

Únanse en oración con nosotros para pedir que la Palabra de Dios se esparza amplia y poderosamente a través de iglesias más unificadas en Portoviejo y en todo Ecuador.


Packing Hope es un proyecto de TGC International Outreach que provee de recursos teológicos gratuitos a los hermanos que sirven en el campo misionero. Descubre más acerca de esta iniciativa y de cómo puedes ayudar aquí.

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