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Kanye West: De “Yo soy Dios” a “Jesús es Rey”

El viaje artístico de Kanye West ha sido salvaje. Podría decirse que es uno de los artistas pop más importantes de los últimos 20 años y, ciertamente, uno de los más impredecibles.

Es difícil saber qué tipo de Kanye aparecerá de un momento a otro. Sin embargo, en el último año, hemos visto el giro más sorprendente: Kanye dice que se ha convertido en un cristiano nacido de nuevo. Sus conciertos ahora son “cultos de domingo” llenos del evangelio, y su álbum recién lanzado se titula: Jesus Is King (Jesús es Rey).

¿Qué hacemos con el viaje de Kanye? ¿Es este último giro una estrategia de marketing? ¿O es Kanye un alma agotada que está auténticamente desesperada por encontrar un salvador más allá de sí mismo?

De “abandonar la universidad” a Yeezus

Kanye irrumpió en escena en el 2004 con su álbum universalmente aclamado, College Dropout. Sin embargo, el ascenso de Kanye al estrellato pronto se entrelazó con controversia y crítica, ya sea por extraños estallidos públicos o letras salvajemente ofensivas. Recientemente, por ejemplo, provocó un alboroto al decir que la esclavitud de los afroamericanos durante 400 años “me suena a que fue una elección”.

Como Mike Cosper ha observado, la vida de Kanye ejemplifica lo que Charles Taylor describe como las “presiones cruzadas” de vivir en una era secular, donde estamos “protegidos” de la trascendencia y, sin embargo, perpetuamente perseguidos por ella.

La vida de Kanye ha estado marcada por algunos de los “parachoques” más difíciles de penetrar de lo que nuestra era secular tiene para ofrecer: fama, riqueza, importancia. Todos sus álbumes de estudio se han convertido en platino. Ha creado una línea de moda de alta gama. Está casado con la realeza del entretenimiento estadounidense, Kim Kardashian. Y Kanye no ha evitado jactarse de su éxito mundano. Su álbum de 2013, Yeezus, incluso tiene una canción llamada I Am a God (Yo soy Dios).

Sin embargo, a pesar de su autoproclamado estado de “dios”, Kanye ha luchado por encontrar la paz. Después de Yeezus, lanzó su álbum The Life of Pablo (2016), el cual comienza con Ultralight Beam, donde dice: Pero estoy buscando más / algún lugar para sentirme seguro y terminar mi guerra santa.

Buscando más

Por muy arraigados que estemos dentro de nuestros “parachoques” de arrogancia, fama, y fortuna,  los dolores de “buscar más” siempre nos persiguen. Como el autor y crítico afroamericano Ta-Nehisi Coates escribe sobre Kanye: “No hay nada original en este cuento y hay amplia evidencia, más allá de Kanye, de que los humanos no fueron creados para soportar el peso de la celebridad”.

La vida y carrera errática de Kanye hablan de esta incapacidad para soportar el peso, no solo de la celebridad, sino de la autosuficiencia y la justificación de cualquier manera.

La vida y carrera errática de Kanye hablan de esta incapacidad para soportar el peso, no solo de la celebridad, sino de la autosuficiencia y la justificación de cualquier manera. Cualquier otra cosa que podamos decir sobre la música y la personalidad pública de Kanye, al menos podemos ver una honestidad y vulnerabilidad en juego: él sabe que no está bien, y no lo oculta detrás de una fachada de relaciones públicas.

Algunos momentos en la vida de Kanye parecen haberlo sacudido particularmente, haciendo agujeros en las paredes de su “marco inmanente”. En el 2007, en el apogeo de su estrellato, su amada madre, Donda West, murió por complicaciones de una cirugía plástica. Esta tragedia envió a Kanye a un estado oscuro, reflejado en los agonizantes lamentos de autotune de su album 808s and Heartbreak (2008). En Coldest Winter (El invierno más frío), Kanye canta: Adiós mi amigo / nunca volveré a amar, nunca más. Para Kanye, y cualquiera que la haya tocado de cerca, la muerte es el mayor perturbador de la paz mundana.

En el 2013, otro momento trascendental golpeó a Kanye cuando nació su primera hija, North (Kanye ahora es padre de cuatro hijos). Entre otras cosas, este evento que cambió la vida pareció desencadenar una especie de despertar moral para Kanye. A menudo criticado por la representación misógina de las mujeres en su música, Kanye recientemente se ha alejado de materializar a las mujeres en letras obscenamente sexuales. En la última canción de Ye (2018), Violent Crimes (Crímenes violentos), Kanye ora: Padre, perdóname, tengo miedo del karma / Porque ahora veo a las mujeres como algo para nutrir, no para conquistar.

De Yeezus a Jesús

Y eso nos lleva a Jesus Is King (Jesús es Rey), una colección notablemente centrada en adoración de salmos en hip-hop que captura en quién se ha convertido Kanye: un hombre centrado únicamente en Jesús, un “todo cristiano”, como le dijo a Jimmy Kimmel.

Musicalmente creo que la producción es Kanye en su mejor momento. El disco ofrece muestras nostálgicas y conmovedoras con capas de coros y armonías, un cambio distinto del humor más oscuro de sus álbumes recientes.

Líricamente, Kanye nos recuerda a los artistas de CCM de los años 90 (y eso no es una crítica). La canción de apertura, “Every Hour” (A cada hora), comienza con un coro sin Kanye que repite una y otra vez: Canta, hasta que el poder del Señor descienda. Otras pistas, como “Water” (Agua), llevan esta estructura repetitiva. Es como si Kanye no pudiera dejar de adorar. En “Selah”, el cantante hace referencia a las Escrituras para describir su nueva libertad en Cristo: Debes ser libre, Juan 8:36 / A quien el Hijo ha libertado en verdad libre es / Él salvó a un desgraciado como yo.

Las letras simples y entusiastas del álbum manifiestan una fe refrescante, directa, e infantil que quiere ser compartida con el mundo. Es como el entusiasmo del mendigo cojo en Hechos 3 que, al ser sanado, estaba “andando, saltando y alabando a Dios” (v. 8).

Ora, y no seas escéptico

Anticipándose a las críticas de los escépticos, especialmente en la iglesia, Kanye rapea lo siguiente en “Hands On” (Manos a la obra): Dije que por fin haría un álbum de gospel / “¿Y qué te han dicho los cristianos?” / Serán los primeros en juzgarme, harán sentirme que nadie me quiere.

De hecho, muchos cristianos se han mostrado escépticos sobre las afirmaciones de esta conversión extraordinaria. Sin embargo, las Escrituras, y la historia cristiana, están plagadas de historias de aquellos que vivieron vidas de odio a Dios (los poseídos por demonios, los fariseos, el apóstol Pablo, etc.) y que, sin embargo, se transformaron por completo en exuberantes emisores de la gracia del evangelio.

En lugar de ver a Kanye como un fraude, ¿podemos elegir verlo como el recaudador de impuestos? ¿Y podemos nosotros, como la iglesia, darle a Kanye lo que pide?: No me deseches, pon tus manos sobre mí / Por favor, ora por mí.

Lecciones para la iglesia

¿Qué pueden aprender los creyentes del curioso caso de Kanye? Aun cuando no deberíamos elevar el significado de su historia o reclamarlo como una especie de nueva celebridad evangélica, podemos reflexionar fructíferamente sobre lo que dice la conversión de Kanye acerca de cómo algunas almas llegan a Cristo en nuestra era secular.

Podríamos reflexionar sobre cómo los resultados del dolor y la familia juegan un papel en sacudir la existencia protegida de una persona. ¿Cómo puede la iglesia estar lista para ayudar a personas así, y ofrecer esperanza en Cristo y una comunidad de apoyo? También podríamos reflexionar sobre cómo predicamos el don del evangelio que libera la carga de un mundo donde las personas están agobiadas y agotadas por diversas presiones: realizarse, ser aceptado, convertirse en los dioses de nuestra propia creación, definir (y redefinirnos) constantemente de maneras expresivas y novedosas.

Kanye no puede soportar ese peso aplastante. Ningún humano puede.

O mejor dicho, solo un humano puede, y Él ya soportó el peso en nuestro nombre, hasta el punto de la muerte. Es por eso que declaramos en alabanza, junto a Kanye en la última canción (“Jesús es el Señor”), que la verdadera libertad viene al echar nuestra corona, renunciar a nuestro trono, y rendir homenaje al único monarca legítimo: Toda rodilla se doblará, toda lengua confiesa: Jesús es el Señor.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
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