Elimina la pereza de tu vida: Un llamado a los jóvenes
La pereza no es solo una debilidad: es una amenaza espiritual. En un mundo saturado de distracciones, necesitamos recuperar la virtud del esfuerzo como hijos del Padre.
La pereza no es solo una debilidad: es una amenaza espiritual. En un mundo saturado de distracciones, necesitamos recuperar la virtud del esfuerzo como hijos del Padre.
En esta Semana Santa, trabajemos en ser pescadores de hombres para la gloria de Dios. Jesús se deleita en usarnos para que otros le conozcan.
Si una vida para Cristo completamente fiel pero exteriormente común y corriente parece insatisfactoria, hemos olvidado para quién trabajamos.
La gran comisión requiere obreros que siembren, rieguen y edifiquen allí donde el evangelio ha llegado.
Podemos discipular porque Aquel que tiene toda autoridad nos llama a hacerlo y porque Aquel de quien enseñamos prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.