“Que no se edifique mi iglesia, sino la Tuya”: Plantemos iglesias reconociendo que Cristo es Señor
Alerta: Cuando el crecimiento de una iglesia nueva es lento, la tentación de recurrir a trucos y estrategias mundanas es grande.
Alerta: Cuando el crecimiento de una iglesia nueva es lento, la tentación de recurrir a trucos y estrategias mundanas es grande.
Dios está haciendo crecer a Su iglesia en todo el mundo y, en ese sentido, no tenemos de qué preocuparnos. La iglesia está en buenas manos.
Si no tenemos cuidado de nuestros propios corazones, en lugar de cultivar la unidad, podemos encontrarnos en alianza con dos ladrones que la destruyen: el orgullo y el temor.
Dios sigue asombrándome cuando usa algo tan simple como un tratado para presentar el evangelio y nuestra iglesia a las personas.
Cuando vemos dones de enseñanza y liderazgo, es fácil emocionarse y querer nutrir esos dones más obvios. Pero hay muchos otros dones y miembros que necesitan ser notados y animados.