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UN PLAN DE LECTURA BÍBLICA Y DEVOCIONAL EN COLABORACIÓN CON LA NUEVA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS Y ANDAMIO EDITORIAL
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Lectura de Hoy

Devocional: Números 17–18

A un nivel, el relato conciso que nos ofrece Números 17 concluye la serie de episodios de rebelión del capítulo anterior. Dios quiere poner fin a la murmuración continua de los israelitas cuando desafían la autoridad sacerdotal de Aarón (17:5). De modo que Moisés toma el bastón del líder ancestral de cada tribu, lo identifica cuidadosamente y lo coloca, tal como se le da, en el Tabernáculo, “La Tienda del Pacto”. Dios declara, por adelantado, que el bastón del hombre a quien él escoge florecerá.

Moisés hace lo que se le manda. La mañana siguiente va a recoger los doce bastones. Únicamente el bastón que pertenece a Aarón ha florecido – de hecho, ha reverdecido, ha florecido y ha producido almendras. Por decreto divino, el bastón se conserva para la posteridad. En cuanto a los israelitas, se dan cuenta que su rebelión no es sólo contra Aarón y Moisés sino contra el Dios viviente. Ahora gritan: “¡Estamos perdidos, totalmente perdidos! ¡Vamos a morir!…” (17:12-13).

¿Qué significa este relato?

(1) La respuesta de los israelitas es buena en parte, pero sigue siendo horriblemente deficiente. Es buena en el sentido que este suceso les lleva, por ahora al menos, a comprender que no es sólo contra Moisés y Aarón que se han rebelado, sino contra el Dios viviente. El temor de Dios puede ser bueno. Pero en este caso parece más bien el miedo paralizante de los que no conocen a Dios. Tienen miedo de ser destruidos, pero este miedo no induce en ellos una mayor devoción a Dios. En Números 20 y 21, el pueblo de nuevo se queja y murmura: la señal milagrosa del bastón que floreció no produjo ninguna convicción duradera. Esto también refleja la realidad de manera espantosa: la iglesia cuenta con una larga historia de avivamientos poderosos cuyos resultados se han disipado y cuyo legado ha acabado por prostituirse al cabo de poco tiempo.

(2) Deberíamos preguntarnos por qué Dios da tanta importancia al hecho de que sólo el sumo sacerdote designado puede realizar las funciones sacerdotales. No debemos sacar la conclusión que es así como hay que tratar a todos los líderes cristianos. Dentro del marco canónico, hay mucho más en juego en el relato del bastón de Aarón que floreció. De lo que se trata es que sólo el sumo sacerdote designado por Dios es aceptable a Dios para ejercer el oficio sacerdotal. Cómo se explica con claridad al comienzo de Números 18, sólo Aarón y sus hijos se expondrán “a las consecuencias de ejercer el sacerdocio”. El Nuevo Testamento insiste en ello: “Nadie ocupa este cargo por iniciativa propia; más bien, lo ocupa el que es llamado por Dios, como sucedió con Aarón” (Hebreos 5:4). Así también Cristo (Hebreo 5:5). Sólo sirve el sacerdote designado por Dios.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: Isaías 7

Las interpretaciones de Isaías 7 son numerosas. Bajo mi punto de vista, solo dos de ellas son plausibles.

El escenario es bastante claro (7:1-12). El rey Acaz de Judá está aterrorizado por la alianza del reino norteño de Israel con Siria para destruir el reino del sur. De ahí que no esté dispuesto a unirse a ellos en su pacto contra la superpotencia de la región, Asiria. De hecho, cree que, siendo Estado vasallo de esta, podrá tener más seguridad ante la amenaza del reino del norte y Siria. El Señor dice a Isaías que lleve con él a su hijo Sear-jasub (que puede significar “un remanente volverá” o “un remanente se arrepentirá”) y se encuentre con el rey Acaz al final del acueducto; aparentemente, el rey está inspeccionando el suministro de agua, preparándose para un largo asedio. Isaías tiene un plan alternativo radical que proponer de parte del Señor: no confiar en nadie, sino en Dios, y él protegerá Jerusalén y Judá. Sin embargo, bajo un pretexto de piedad, Acaz se niega a hacerlo (7:12) y, por tanto, debe llegar el juicio: Judá sufrirá en breve el ataque de la misma Asiria que Acaz corteja en busca de protección y caerá derrotada (7:17-20).

La incertidumbre aumenta en torno a la profecía de Emanuel. Un punto de vista sostiene que el final de Isaías 6, que anuncia el surgimiento de un remanente justo, está vinculado al nombre del hijo del profeta: al menos, un remanente se arrepentirá y se invita a Acaz a unirse a él. Sion, representada como una mujer joven, da a luz al remanente fiel que emergerá de sus sufrimientos. Este “hijo” es llamado “Emanuel”, precisamente porque Dios está con nosotros, con ese grupo de fieles. Nótese el cambio de “tu Dios” (7:11) a “mi Dios” (7:13). Antes de que este “hijo” alcance la edad del discernimiento moral (no más de unos pocos años), Asiria habrá devastado la tierra (7:17), porque Dios mismo llamará a los enemigos. Incluso antes de ello (7:16a), la tierra de Israel y de Siria quedan asoladas. Del remanente justo brota el Mesías, la razón por la que Mateo 1:23 puede aplicar Isaías 7:14 a Jesús.

El otro punto de vista defiende que, a pesar de su lenguaje piadoso (7:12), Acaz ha rechazado totalmente la petición del Señor de que confiase sólo en él y abandonase cualquier idea de alianza con Asiria. Así pues, la “señal” prometida en 7:13-14 no invita al arrepentimiento, sino que confirma la condenación divina (como en, p. ej., Éxodo 3:12; 1 S. 2:34; Is. 37:30). A juzgar por las altas expectativas del versículo 11, la señal debe ser espectacular, no simplemente un intervalo de tiempo antes de que una joven se quede embarazada. A pesar de los argumentos contrarios, la palabra traducida como “joven” debe entenderse realmente como “virgen”, por lo que la profecía de “Emanuel” sería mesiánica. El título, “Dios con nosotros”, anuncia el que se aplica al Mesías davídico en Isaías 9:2-7, “Dios fuerte”. Su venida confirma retrospectivamente todo el juicio que se ha pronunciado.

 


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

Números 17–18

La vara de Aarón florece

17 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: «Habla a los israelitas y toma de ellos una vara por cada una de las casas paternas: doce varas de todos los jefes conforme a sus casas paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en su vara, y escribirás el nombre de Aarón en la vara de Leví; porque hay una vara para cada jefe de sus casas paternas. Las pondrás en la tienda de reunión delante del testimonio donde me encuentro contigo. Y acontecerá que la vara del hombre que Yo escoja, retoñará. Así disminuiré de sobre Mí las quejas de los israelitas que murmuran contra ustedes».

Moisés habló a los israelitas, y todos los jefes de ellos le dieron varas, una por cada jefe según sus casas paternas; doce varas, con la vara de Aarón entre sus varas. Y Moisés colocó las varas en la tienda del testimonio delante del SEÑOR.

Al siguiente día, Moisés entró en la tienda del testimonio, y vio que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido flores, y almendras maduras. Moisés entonces sacó todas las varas de la presencia del SEÑOR y las llevó a los israelitas; y ellos las miraron y cada uno tomó su vara. 10 Pero el SEÑOR dijo a Moisés: «Vuelve a poner la vara de Aarón delante del testimonio para guardarla por señal a los rebeldes, para que hagas cesar sus murmuraciones contra Mí, y no mueran». 11 Así lo hizo Moisés; como el SEÑOR le había ordenado, así lo hizo.

12 Entonces los israelitas dijeron a Moisés: «Vamos a morir; estamos perdidos; todos nosotros estamos perdidos. 13 Cualquiera que se acerca al tabernáculo del SEÑOR, muere. ¿Hemos de perecer todos?».

Oficio de los sacerdotes

18 Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: «Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, llevarán la culpa en relación con el santuario; y tú y tus hijos contigo llevarán la culpa en relación con su sacerdocio. Pero también a tus hermanos, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, haz que se acerquen para que se junten contigo y te sirvan, mientras que tú y tus hijos contigo están delante de la tienda del testimonio. Atenderán a lo que tú ordenes y a las obligaciones de toda la tienda, pero no se acercarán a los utensilios del santuario y del altar, para que no mueran, tanto ellos como ustedes. Y ellos se juntarán contigo, y atenderán a las obligaciones de la tienda de reunión, para todo el servicio de la tienda; pero ningún extraño se acercará a ustedes. Así atenderán a las obligaciones del santuario y a las obligaciones del altar, a fin de que la ira no venga más sobre los israelitas.

»Yo mismo he tomado a sus hermanos, los levitas, de entre los israelitas; son un regalo para ustedes, dedicados al SEÑOR, para servir en el ministerio de la tienda de reunión. Pero tú y tus hijos contigo atenderán a su sacerdocio en todo lo concerniente al altar y a lo que está dentro del velo, y ministrarán. Les doy el sacerdocio como un regalo para servir, pero el extraño que se acerque morirá».

Entonces el SEÑOR habló a Aarón: «Yo te he dado el cuidado de Mis ofrendas, todas las cosas consagradas de los israelitas; te las he dado a ti como porción, y a tus hijos como provisión perpetua. Esto será tuyo de las ofrendas santísimas preservadas del fuego: toda ofrenda de ellos, aun toda ofrenda de cereal y toda ofrenda por el pecado y toda ofrenda por la culpa, que ellos me han de presentar, será santísima para ti y para tus hijos. 10 Como ofrenda santísima la comerás; todo varón la comerá. Cosa santa será para ti. 11 Esto también será para ti: la ofrenda de sus dádivas, todas las ofrendas mecidas de los israelitas; las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comerla.

12 »Todo lo mejor del aceite nuevo y todo lo mejor del vino nuevo y del cereal, las primicias que presenten al SEÑOR, te las daré a ti. 13 Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan al SEÑOR, serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello. 14 Toda cosa dedicada en Israel, será tuya. 15 Todo lo que abre la matriz de toda carne, ya sea hombre o animal, que presenten al SEÑOR, será tuyo; sin embargo, el primogénito de hombre ciertamente redimirás, y el primogénito de animales inmundos redimirás. 16 En cuanto a su redención, de un mes los redimirás, según tu valuación, por cinco siclos (57 gramos) en plata, según el siclo del santuario que es de veinte geras (11.4 gramos de plata).

17 »Pero no redimirás el primogénito de buey, ni el primogénito de oveja, ni el primogénito de cabra; son sagrados. Rociarás su sangre en el altar y quemarás su grasa como ofrenda encendida, como aroma agradable al SEÑOR. 18 Y su carne será para ti; así como el pecho de la ofrenda mecida y la pierna derecha son tuyas. 19 Todas las ofrendas de lo que es santo, que los israelitas ofrezcan al SEÑOR, las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua; es un pacto permanente delante del SEÑOR para ti y para tu descendencia contigo». 20 Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: «No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos. Yo soy tu porción y tu herencia entre los israelitas.

Los diezmos para los levitas

21 »Ten en cuenta que Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión. 22 Y los israelitas no se acercarán más a la tienda de reunión, no sea que carguen con un pecado y mueran. 23 Solo los levitas servirán en el ministerio de la tienda de reunión, y ellos cargarán con la iniquidad del pueblo; será estatuto perpetuo por todas las generaciones de ustedes, y entre los israelitas no tendrán heredad. 24 Porque el diezmo de los israelitas, el cual ofrecen como ofrenda al SEÑOR, Yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, en cuanto a ellos he dicho: “Entre los israelitas no tendrán heredad”».

25 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: 26 «También hablarás a los levitas y les dirás: “Cuando reciban de los israelitas los diezmos que de ellos les he dado a ustedes por su heredad, ofrecerán de ello una ofrenda al SEÑOR, el diezmo de los diezmos. 27 Y su ofrenda les será considerada como los cereales de la era o como el producto del lagar. 28 Así también ustedes presentarán al SEÑOR una ofrenda de sus diezmos que reciben de los israelitas; y de ellos darán la ofrenda del SEÑOR al sacerdote Aarón. 29 De todos los dones que reciban presentarán las ofrendas que le pertenecen al SEÑOR, de lo mejor de ellas, la parte consagrada de ellas”. 30 Y les dirás: “Cuando hayan ofrecido de ello lo mejor, entonces el resto será contado a los levitas como el producto de la era o como el producto del lagar. 31 Lo comerán en cualquier lugar, ustedes y sus casas, porque es su pago a cambio de su ministerio en la tienda de reunión. 32 Y no llevarán pecado por ello, cuando hayan ofrecido lo mejor; así no profanarán las cosas consagradas de los israelitas, y no morirán”».

   

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Salmo 55

Oración del perseguido

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David.

55 Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica. Atiéndeme y respóndeme; Conmovido estoy en mi queja y muy conturbado, A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque echan iniquidad sobre mí, Y con furia me persiguen.

Angustiado está mi corazón dentro de mí, Y sobre mí han caído los terrores de la muerte. Terror y temblor me invaden, Y horror me ha cubierto. Y dije: «¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría y hallaría reposo. Ciertamente huiría muy lejos; Moraría en el desierto.      (Selah) Me apresuraría a buscar mi lugar de refugio Contra el viento borrascoso y la tempestad».

Confunde, Señor, divide sus lenguas, Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 10 Día y noche la rondan sobre sus muros, Y en medio de ella hay iniquidad y malicia. 11 Hay destrucción en medio de ella, Y la opresión y el engaño no se alejan de sus calles.

12 Porque no es un enemigo el que me reprocha, Si así fuera, podría soportarlo; Ni es uno que me odia el que se ha alzado contra mí, Si así fuera, podría ocultarme de él; 13 Sino tú, que eres mi igual, Mi compañero, mi íntimo amigo; 14 Nosotros que juntos teníamos dulce comunión, Que con la multitud andábamos en la casa de Dios. 15 Que la muerte sorprenda a mis enemigos, Que desciendan vivos al Seol, Porque la maldad está en su morada, en medio de ellos.

16 En cuanto a mí, a Dios invocaré, Y el SEÑOR me salvará. 17 Tarde, mañana y mediodía me lamentaré y gemiré, Y Él oirá mi voz. 18 En paz redimirá mi alma de la guerra que hay contra mí, Pues son muchos los que están contra mí. 19 Dios oirá y les responderá, Él, que reina desde la antigüedad,          (Selah) Porque no hay cambio en ellos Ni temen a Dios. 20 Aquel ha extendido sus manos contra los que estaban en paz con él, Ha violado su pacto. 21 Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, Pero en su corazón había guerra; Más suaves que el aceite eran sus palabras, Sin embargo, eran espadas desnudas.

22 Echa sobre el SEÑOR tu carga, y Él te sustentará; Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. 23 Pero Tú, oh Dios, harás caer a los malvados en el pozo de la destrucción; Los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; Pero yo en Ti confiaré.

   

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Isaías 7

Mensaje a Acaz

7 Y aconteció que en los días de Acaz, hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, subió Rezín, rey de Aram, con Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, a Jerusalén para combatir contra ella, pero no pudieron tomarla. Cuando se dio este aviso a la casa de David: «Los arameos han acampado en Efraín», se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento.

Entonces el SEÑOR dijo a Isaías: «Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y tu hijo Sear Jasub, al extremo del acueducto del estanque superior, en la calzada del campo del Batanero, y dile: “Cuídate y ten calma. No temas ni desmaye tu corazón ante estos dos cabos de tizones humeantes, a causa de la ira encendida de Rezín de Aram y del hijo de Remalías. Porque Aram ha tramado mal contra ti, junto con Efraín y el hijo de Remalías, y han dicho: ‘Subamos contra Judá y aterroricémosla, hagamos una brecha en sus murallas y pongamos por rey en medio de ella al hijo de Tabeel’. Por tanto así dice el Señor DIOS: ‘No prevalecerá ni se cumplirá. Porque la cabeza de Aram es Damasco, y la cabeza de Damasco es Rezín (y dentro de otros sesenta y cinco años Efraín será destrozado, dejando de ser pueblo), y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. Si ustedes no lo creen, de cierto no permanecerán’”».

10 El SEÑOR habló de nuevo a Acaz: 11 «Pide para ti una señal del SEÑOR tu Dios que sea tan profunda como el Seol o tan alta como el cielo». 12 Pero Acaz respondió: «No pediré, ni tentaré al SEÑOR».

13 Entonces Isaías dijo: «Oigan ahora, casa de David: ¿Les parece poco cansar a los hombres, que también cansarán a mi Dios? 14 Por tanto, el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. 15 Comerá cuajada y miel hasta que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes tú temes.

17 »El SEÑOR hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como nunca han venido desde el día en que Efraín se apartó de Judá, es decir, al rey de Asiria». 18 Y sucederá en aquel día que el SEÑOR silbará a la mosca que está en lo más remoto de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria. 19 Y todas ellas vendrán y se posarán en los precipicios de las barrancas, en las hendiduras de las peñas, en todos los espinos y en todos los abrevaderos.

20 En aquel día, con navaja alquilada en las regiones más allá del Éufrates, es decir, con el rey de Asiria, el Señor afeitará la cabeza y el pelo de las piernas, y también quitará la barba.

21 En aquel día cada uno criará una novilla y un par de ovejas. 22 Y por la abundancia de leche que darán, comerá cuajada, porque todo el que quede en la tierra comerá cuajada y miel. 23 En aquel día, en todo lugar donde había 1,000 vides valoradas en 1,000 siclos (11.4 kilos) de plata, habrá zarzas y espinos. 24 La gente se irá allá con arcos y flechas, porque toda la tierra será zarzas y espinos. 25 Y en cuanto a todas las colinas que eran cultivadas con la azada, no irás allá por temor de las zarzas y espinos; pero se convertirán en lugar para soltar los bueyes y para ser pisoteado por las ovejas.

   

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Santiago 1

Saludo

1 Santiago , siervo de Dios y del Señor Jesucristo:

A las doce tribus que están en la dispersión: Saludos.

Fe y sabiduría

Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte.

Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.

Lo transitorio de las riquezas

Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición, 10 y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. 11 Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece. Así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.

La tentación explicada

12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. 13 Que nadie diga cuando es tentado: «Soy tentado por Dios». Porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. 14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. 15 Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.

16 Amados hermanos míos, no se engañen. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. 18 En el ejercicio de Su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.

Hacedores de la palabra

19 Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; 20 pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.

22 Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. 23 Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; 24 pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. 25 Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace.

26 Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. 27 La religión pura y sin mancha delante de nuestro Dios y Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.

   

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