La pandemia de la pornografía
La pornografía no es un problema de «allá afuera». Es un problema de «aquí adentro», que afecta a la iglesia y necesita ser confrontado con gracia y verdad.
La pornografía no es un problema de «allá afuera». Es un problema de «aquí adentro», que afecta a la iglesia y necesita ser confrontado con gracia y verdad.
A quien encubre su pecado no le irá bien, porque el pecado engendra más pecado.
En un mundo cada vez más inundado de pornografía, necesitamos sabiduría para criar a nuestros hijos.
Para perseverar contra la pereza ocupada, busca la sabiduría de Dios, arranca lo que te hace caer y sé diligente para enfocarte en lo que el Señor te ha confiado.
De una manera u otra, en algún grado, el orgullo está presente en nuestro corazón. Esta es una verdad que no debemos perder de vista, porque el orgullo no es poca cosa para Dios.