Ante una aparente contradicción en los evangelios, el creyente no debe eludir el problema, sino buscar respuestas que requieren un profundo estudio y confianza en el Señor que inspiró Su Palabra.
El Espíritu de Dios es el único que puede traer una armonía entre nuestra teología y ética. Por eso necesitamos con urgencia ser llenos de Él.
Cristo siempre ha tenido Su iglesia que ha proclamado la salvación solo por fe, y esta no desapareció durante siglos entre Agustín y Lutero.
Los católicos romanos rastrean el origen del papa hasta el apóstol Pedro. Sin embargo, la historia cuenta una realidad diferente.
Es crucial comprender que la misión de la iglesia está en obedecer al mandato de predicar el evangelio conforme a lo establecido en la Palabra de Dios.
