Los amigos vienen y van: Reflexionando bíblicamente en nuestras limitaciones en las amistades
Aunque las amistades no duren para siempre, podemos seguir el ejemplo de Cristo para cultivar relaciones profundas y bíblicas.
Aunque las amistades no duren para siempre, podemos seguir el ejemplo de Cristo para cultivar relaciones profundas y bíblicas.
Amar al enemigo no nos hace ganar el cielo, pero demuestra que el cielo es nuestra esperanza más grande.
Pablo dice que nuestra lucha no es contra personas, sino contra fuerzas espirituales. Entonces, ¿por qué nuestros mayores conflictos parecen ser con personas de carne y hueso?
Sigamos el ejemplo de Jesús y, aferrados a Su gracia, tomemos el camino del amor y no el de la indiferencia en medio de nuestros conflictos.
La luz de Cristo, que viene por medio de una charla honesta y transparente, puede despojar tinieblas, miedos, resentimientos y vicios que se esconden furtivos en el alma.