¿Dónde está el Rey Jesús cuando reina la violencia?
El mundo no es como debería ser y es normal preguntarnos dónde está Dios. Pero el mal no tiene la última palabra.
El mundo no es como debería ser y es normal preguntarnos dónde está Dios. Pero el mal no tiene la última palabra.
¿Estamos conectando solo con la mente de los no cristianos, o buscamos llegar también a sus corazones e imaginación?
Cuando alguien que amas se siente abrumado y «no suficiente», tu respuesta puede apuntar al yo… o a Cristo.
El ministerio pastoral implica sufrimiento, pero no es en vano. Dios transforma ese dolor en una gloria aún más gloriosa: el día en que veremos Su rostro.
Confesar “Yo no soy el Cristo” es esencial para tu efectividad en el ministerio, tu gozo en el ministerio y tu supervivencia en el ministerio.