Cuando alguien ha pecado o fallado en el pasado, lo natural es asumir lo peor, incluso si dice haberse arrepentido. Lo mismo hicieron con Saulo… antes de ser conocido como el apóstol Pablo.
Aunque la meta de graduarte existe, tienes otro objetivo que sobrepasa cualquier fin terrenal, y esa meta es Jesús.
En medio de un mundo que con frecuencia nos bombardea poniendo al hombre como centro de todo, al congregarme entiendo que la vida no se trata de mí.
Las parábolas de Jesús muestran la verdad oculta y revelada al mismo tiempo, por lo que necesitamos del Espíritu Santo para llegar al entendimiento que produce transformación.
En medio de todas las voces que nos inundan, hay una sola que es segura, que es la verdad y que siempre quiere nuestro bien: la voz de Jesús.
