El evangelio según Mefiboset
La historia de Mefiboset no se trata solo de David, sino de la sorprendente bondad de Dios hacia nosotros: enemigos lisiados, llamados a sentarnos a Su mesa.
La historia de Mefiboset no se trata solo de David, sino de la sorprendente bondad de Dios hacia nosotros: enemigos lisiados, llamados a sentarnos a Su mesa.
Leída de manera superficial, la parábola del buen samaritano parece enseñar que la salvación es por obras. Pero ¿es realmente así?
Cristo siempre ha tenido Su iglesia que ha proclamado la salvación solo por fe, y esta no desapareció durante siglos entre Agustín y Lutero.
Solo el Dios que hace justicia y misericordia en la tierra provee un sentido pleno de deleite y esperanza en el alma.
«Si Dios es santo y está por encima de todo, puedes estar seguro de que nada se escapa de Sus manos y todo lo obra para tu bien».