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Para reflexionar y crecer más, te invitamos a adquirir y leer el libro Líder de jóvenes: 12 marcas para impactar a las nuevas generaciones, un Recurso Coalición con capítulos en los que participan algunos de nuestros mejores autores sobre el tema.

Luego de varios años sirviendo y liderando a jóvenes en distintos contextos, estos son algunos consejos que comparto a otros líderes esperando que puedan ayudarlos a pensar mejor en la tarea de alcanzar y discipular a jóvenes.

Esta lista no es exhaustiva. Hay mucho para añadir, pero creo que estoy considerando temas indispensables para un buen funcionamiento del ministerio juvenil. Los consejos más importantes, para mí, son los puntos 1, 6, 9, 13, 17 y 21.

No puedes enseñar con credibilidad a las nuevas generaciones sobre lo que no conoces y no estás viviendo en tu propia vid

1. Conoce a Jesús en intimidad y Su Palabra con profundidad. No puedes enseñar con credibilidad a las nuevas generaciones sobre lo que no conoces y no estás viviendo en tu propia vida.

2. Ten cuidado de no convertir el ministerio de jóvenes en una especie de iglesia dentro de la iglesia. Los jóvenes necesitan formar parte de la vida de su congregación local y conocer a creyentes de otras edades. Procura que los líderes de otros ministerios compartan en el grupo de jóvenes, y que ellos interactúen con sus diferentes pastores y tengan una participación activa en los servicios de la iglesia.

3. Los jóvenes pueden escuchar durante horas clases de química, física y otras ramas del saber en el colegio o la universidad. Con toda probabilidad son más inteligentes que tú en muchas áreas de conocimiento. Así que, ten la seguridad de que pueden «tolerar» que les enseñes teología profunda en la Palabra de Dios. Tal vez no seas Jordan Peterson, pero el hecho de que tantos jóvenes escuchen sus enseñanzas testifica la sed de las nuevas generaciones por profundidad. El evangelio es un tesoro de sabiduría mucho más profundo de lo que un Jordan Peterson o cualquier psicólogo secular o influencer puede ofrecer.

4. ¿Quieres saber cómo aplicar la enseñanza bíblica a la vida de los jóvenes y que ellos te escuchen? Escúchalos y obsérvalos primero.

Lo que Dios tiene para decirte en la intimidad, con tu Biblia abierta, es más importante que todo contenido que veas en Internet o leas en cualquier otra parte

5. Si estás en las redes sociales, no dejes que el servicio a otros allí te distraiga de priorizar a los jóvenes que el Señor ha puesto bajo tu responsabilidad en tu ministerio local. Vas a rendir cuentas ante Dios por ellos, no por desconocidos en Internet.

6. Necesitas priorizar tus tiempos a solas con Dios, a Sus pies, para escuchar Su voz y ser moldeado por Él para el servicio a los demás. Lo que Dios tiene para decirte en la intimidad, con tu Biblia abierta, es más importante que todo contenido que veas en Internet o leas en cualquier otra parte. Derramar nuestro corazón en oración delante de Él es un privilegio y una necesidad que no debemos marginar en medio de la tarea de liderar a otros.

7. Algunos de los temas más apremiantes para los jóvenes son el noviazgo, la pornografía, la toma de decisiones, las redes sociales y los videojuegos. ¿Es bueno hablar de estas cosas a la luz de la Biblia? Por supuesto. El problema está cuando solo hablas de esos temas. Ora al Señor para que te dé sabiduría para poder entregarle a los jóvenes «todo el consejo de Dios». Un buen líder no solo busca responder bíblicamente a las preguntas que los jóvenes hacen, sino que además busca abordar las preguntas que ellos deberían estar haciendo y aún no lo saben.

Los creyentes jóvenes no son el futuro de la iglesia. Son el presente. No subestimes lo que Dios está haciendo en ellos y por medio de ellos

8. Recuerda que los creyentes jóvenes no son el futuro de la iglesia. Son el presente. No subestimes lo que Dios está haciendo en ellos y por medio de ellos.

9. Pretender servir a los jóvenes para impactar sus vidas con lo eterno sin orar por ellos es pretender que puedes hacerlo en tus propias fuerzas. Es básicamente pretender que no necesitas a Dios. Además, esos jóvenes le pertenecen al Señor y lo mejor que puedes hacer es presentarlos ante el Altar de Dios. 

10. Ten cuidado de atrapar a los jóvenes con tantas actividades dentro de la iglesia, que no tengan tiempo ni energía para ser luz afuera de las paredes de la iglesia. Tener una vida familiar, social, eclesial, estudiantil y laboral equilibrada es fundamental para el resto de sus vidas. Ellos necesitan entender que servir en un ministerio de la iglesia no es la única forma de servir a Dios y la expansión de Su reino. Nadie enciende una lámpara para ocultarla bajo una vasija (Mt 5:14-16).

11. Muchas veces es más fácil entretener que liderar. Ten cuidado de caer en la trampa de solo tenerlos felices pero superficiales. Si tratas a los adolescentes y jóvenes como si fueran niños, entonces no te sorprendas cuando permanezcan estancados en la inmadurez espiritual.

12. El aburrimiento no es sinónimo de santidad. En el ministerio de jóvenes hay espacio para las risas y los juegos, pero recuerda que nada de eso puede dar vida. Solo la Palabra de Dios es suficiente para impactar a los jóvenes por la eternidad.

Pretender servir a los jóvenes para impactar sus vidas con lo eterno sin orar por ellos es pretender que puedes hacerlo en tus propias fuerzas

13. ¿Quieres que la Biblia sea central en la vida de los jóvenes? Modela este propósito en tu propia vida y ten la Palabra en el centro de tu ministerio.

14. Siguiendo con los dos consejos anteriores, parafraseo a Mark Dever: lo que uses para atraer a los jóvenes es lo que vas a tener que seguir usando para mantenerlos. Así que, asegúrate de atraerlos con lo eterno.

15. La adicción a las pantallas, la distracción y las redes sociales es la crisis más grande que enfrenta la iglesia y especialmente los jóvenes. El discipulado en el siglo XXI demanda enseñarnos bíblicamente cómo confrontar y destronar en nuestro corazón el ídolo de la superficialidad de nuestra cultura, nuestra obsesión por lo nuevo y atractivo, y que entendamos los peligros de dar nuestro corazón a los baales de Silicon Valley. (Este libro te capacitará para pastorear a jóvenes en tiempos como estos).

16. No pierdas demasiado tiempo pensando en qué predicar a los jóvenes en la próxima reunión. Escoge un libro de la Biblia y abraza la predicación expositiva y secuencial de la Palabra. Te sorprenderá lo poderosa que resulta, los temas que abarcarás y que son tan relevantes para esta generación, y la credibilidad que brinda a tu ministerio el hecho de que la Biblia (y no tus opiniones) dirija los temas que se abordan en las enseñanzas.

¿Quieres que la Biblia sea central en la vida de los jóvenes? Modela este propósito en tu propia vida y ten la Palabra en el centro del ministerio

17. Considera cuáles son los jóvenes en tu grupo de jóvenes más comprometidos y con potencial para poder liderar en el futuro. Invierte de manera especial en ellos. Procura reunirte con ellos una vez por semana para pastorearlos, compartir un devocional y orar juntos. No te arrepentirás de esto. Puede ser incluso de mayor impacto que la reunión general del ministerio.

18. Por favor, no trates de vestirte, hablar o lucir como los jóvenes a quienes sirves para simplemente parecer más cool. No solo corres el riesgo de verte tonto, sino que los jóvenes no verán esto como auténtico y esto los repele. Además, es bueno que los jóvenes sepan quiénes son los más adultos en la sala.

19. Es bueno rodearte de jóvenes al servir como líder de jóvenes. Pero no dejes de tener otros creyentes mayores en tu vida de quienes puedas seguir aprendiendo. Timoteo necesitaba a Pablo y tú necesitas mentores que te corrijan, te alienten y te enseñen.

El ministerio de jóvenes y en la iglesia no lo es todo. Jesús lo es todo. No busques en el ministerio el gozo y la identidad que solo tienes en Cristo

20. Los eventos en el ministerio de jóvenes por lo general solo son eso: eventos. Pueden ser de bendición, pero no hagas demasiado énfasis en ellos ni pongas tu esperanza en el próximo congreso, retiro o campamento. Las semillas de futuros cambios y los momentos de mayor crecimiento en los jóvenes no están principalmente en los eventos, sino en el día a día, en la vida en comunidad siguiendo a Jesús. No solo de retiros, campamentos y conciertos vivirá el ministerio de jóvenes.

21. El ministerio de jóvenes y en la iglesia no lo es todo. Jesús lo es todo. No busques en el ministerio el gozo y la identidad que solo tienes en Cristo.

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