El evangelio en Guatemala

Nota del editor: 

También en nuestra serie sobre el evangelio en América Latina:

Guatemala, “la tierra de la eterna primavera”, es un país lleno de frondosos bosques y montañas volcánicas. Esta tierra tiene una rica historia y cultura, siendo la cuna de la civilización maya, y durante siglos ha conservado su hermosa arquitectura de los días como colonia española.

Aunque el castellano es el idioma oficial de Guatemala, hay acerca de veintitres idiomas mayas todavía en uso entre los grupos indígenas. Como adolescente visité Guatemala para un viaje misionero. Un recuerdo atesorado de esa visita es el estar sentado alrededor de una fogata cantando “Canta al Señor” en tres idiomas (inglés, español, y dialecto local quiché), un pequeño anticipo de la adoración celestial y un hermoso recordatorio de que nuestro Señor ha redimido “para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación” (Apoc. 5:9b) .

Guatemala ha gozado de relativa paz y prosperidad en los últimos veinte años después de un convulso siglo XX cargado de una guerra civil, un genocidio étnico, y diversos golpes de estado. Estadísticamente, Guatemala es una de las naciones más evangélicas en América Latina, contando con el 35% de la población. Por supuesto, estas cifras incluyen las decenas de miles de conversos al falso evangelio de la prosperidad.

Continuando nuestra serie de cómo luce el evangelio en América Latina, conversé con Steven Morales, quien en además de servir como editor asociado para la Coalición por el Evangelio, es parte de un equipo de liderazgo pastoral con el deseo de plantar una iglesia en la Ciudad de Guatemala. En esta entrevista nos enteramos de la opinión común de Guatemala como la “tierra prometida”, el poder de la sangre de Cristo que nos hace más semejantes a pesar de nuestras diferencias culturales, y más.

¿Cómo describirías el estado de la iglesia en Guatemala?

Guatemala es considerada por muchos como una nación “cristiana” y aunque escucho a muchas personas usar el nombre de Jesús, usualmente lo utilizan como un medio para llegar a otra cosas. La teología de la prosperidad, el abuso pastoral, poco conocimiento de la Biblia, y ministerios corruptos son cosas muy comunes en nuestro país. La verdad es que Guatemala está más confundida que cristiana. La gente conoce a Cristo como un símbolo del cristianismo pero no lo conocen realmente como la Biblia lo presenta. En términos generales, el cristianismo está dominado por las restricciones del catolicismo, sincretismo, paganismo, líderes inmaduros, y un malentendido trágico del evangelio. Aún hay mucho por hacer aquí.

¿Qué es lo que más te anima hoy en día en la iglesia evangélica en tu país? 

Dios está aquí. Aunque en muchos lugares el evangelio ha sido reducido a un mensaje inofensivo o ha sido olvidado por completo, Dios está levantando en muchos pastores e iglesias un hambre por Su Palabra. Cada día las debilidades del cristianismo nominal son expuestas y más personas están preguntándose, “Entonces, ¿de qué se trata todo esto?”. A la medida que esto va creciendo, mi oración es que más y más personas abandonen sus tradiciones vacías y prácticas no bíblicas, y a la vez apliquen la centralidad del evangelio a sus vidas y planten sus pies sobre el fundamento de las Escrituras. Me anima ver esto ya pasando en algunas iglesias pequeñas, y tengo esperanza en Cristo para la Iglesia en Guatemala.

¿Cuál es el principal desafío que enfrenta la iglesia guatemanteca?

Cambiar la mentalidad pseudocristiana de “ya lo tenemos todo resuelto” o “ya lo sabemos todo”. He escuchado a muchas personas de otros países Latinoamericanos describir a Guatemala como la “tierra prometida”. Esto no es muy sorprendente considerando que Guatemala es descrita por estudios como una nación donde ocurre mucha “actividad religiosa”. Debemos tener cuidado de no confundir actividad religiosa por fe genuina. Si la iglesia en Guatemala va a madurar, debe aprender a ser enseñable. Y eso me incluye a mí.

No lo tenemos todo resuelto y aún hay mucho por aprender acerca de Dios, la Biblia, y el evangelio.

Un informe reciente indica que ambos católicos y protestantantes en Guatemala comparten su fe más que cualquier país en America Latina. ¿A qué se debe este impulso cultural?

Pienso que es muy importante tener una definición clara de que lo significa “compartir su fe”. En Guatemala, la jerga “cristiana” está incrustada en la cultura. La gente puede hablar acerca de temas de catolicismo o de la iglesia evangélica, pero eso no significa que están evangelizando, que conocen la sana doctrina, o que realmente entienden la Biblia.

En una ocasión estuve sentado en un avión a la par de un hombre que podía recitar cualquier pasaje del Nuevo Testamento, pero después de recitarlas, las explicaba con una interpretación que, tristiemente, no era para nada cristiana. Él había memorizado la Biblia, pero realmente no conocía la Biblia. Desde ese entonces he tenido muchas conversaciones con personas que se considerarían cristianos que “comparten su fe” pero, o eran muy inmaduros, o realmente no parecían ser cristianos. Espero que Guatemala siga siendo conocido como el país donde la gente más comparte su fe, pero mi mayor deseo es que la fe que compartamos sea verdadera y fiel a las Escrituras.

¿Qué distingue a la iglesia de Guatemala de la iglesia en los Estados Unidos? ¿De la iglesia en América Latina? 

La iglesia en Latinoamérica actualmente está enfrentando muchas de las mismas cuestiones que la iglesia en Norteamérica ya ha enfrentando y, de hecho, sigue enfrentando. Batallas por el estilo de adoración, la controversia del movimiento emergente, el resurgimiento de la teología Reformada, y el enfoque misional sobre la plantación de iglesias no son asuntos particularmente nuevos en Norteamérica, pero sí en Latinoamérica. Hace 8 años en los Estados Unidos, el pastor Mark Dever hizo la pregunta, “¿De donde salieron todos estos calvinistas?”. Muchos en Latinoamérica nos estamos preguntando la misma cosa hoy.

Lo más alentador entre cristianos en los Estados Unidos y Latinoamérica es que adoramos al mismo Dios y somos parte de la misma familia. No hay nada más maravilloso que ver a personas alrededor del mundo exaltar al mismo Dios, predicar las mismas verdades, y creer en el mismo evangelio. Latinoamericanos no tienen que imitar las prácticas de sus hermanos norteamericanos, pero sí necesitan el mismo evangelio. A pesar de nuestras diferencias culturales, al hablar del pecado en nuestros corazones y nuestra necesidad de un Salvador, no somos tan diferentes. Y eso nos debe alentar.

Eres parte de un equipo pastoral que está orando y planificando con la esperanza de plantar una nueva iglesia en la Ciudad de Guatemala en la primavera del 2015. ¿Quieres compartir más sobre esto y compartir cómo otros pueden orar e ayudar?

Desde el año pasado he formado parte de un equipo pastoral que está planeando, preparando, y orando por una nueva iglesia que deseamos plantar en la Ciudad de Guatemala. Es nuestro deseo desarrollar una comunidad donde el evangelio realmente es el centro, la Biblia es comunicada claramente, y la misión de Dios sea nuestra pasión. Ya hemos conocido a ministerios que están sirviendo en algunas areas muy pobres en la ciudad y esperamos poder entrar y aprender de ellos para poder predicar el evangelio con claridad.

Es nuestra oración que seamos una iglesia que hace, madura, y multiplica discípulos centrados en el evangelio, que crecen en santidad, transforman su entorno, y llevan el evangelio a cada rincón de la ciudad para la gloria de Dios. A la medida que tomamos estos pasos, pueden orar por (1) claridad en compartir el evangelio en una cultura donde el evangelio de la prosperidad es muy popular y (2) por unidad entre el equipo pastoral mientras practicamos un estilo de liderazgo humilde en una cultura donde muchos han sido abusados por pastores e iglesias.

¿Cómo podemos orar por la obra de Dios en Guatemala?

Uno de nuestros pastores recientemente compartió conmigo una lista de oración para Guatemala y nuestra iglesia. Aquí les menciono tres: