“Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los deprimidos, nos consoló con la llegada de Tito”, 2 Corintios 7:5-6.
Es interesante que no necesitamos mucho para convencer a creyentes y no creyentes de que las cosas en este mundo no son como deberían ser. En una forma innata nos damos cuenta de que el ciclo de vida que supuestamente es “natural” no se siente muy natural que digamos ya que todos tratamos de evitar el dolor y la muerte. Más bien todos tenemos anhelos de “eternidad” como dice la Palabra de Dios. Esto es una evidencia de que fuimos creados por Él y para Él.
Es en medio de vivir en estas realidades que experimentamos el sentirnos atribulados frecuentemente. El versículo apunta también las fuentes y aun causas de esto.
Por un lado dice que por fuera la causa de sentirnos atribulados son los conflictos. Estos pueden ser interpersonales, familiares, laborales o aun ministeriales, que nos llevan a experimentar rupturas en las relaciones. La presencia del pecado en nuestra vida y en medio de cada relación hace que aún cualquier comentario muchas veces se sienta en “contra nuestra”.
Por otro lado, adentro de nosotros experimentamos temores. Estos pueden ser a situaciones reales o aun imaginarias que no nos dejan dormir. La presencia del pecado y la obra del enemigo nos traen condenación y culpa.
Como siempre esta realidad de nuestra condición humana es presentada en Su Palabra en función de otra realidad también muy importante. “Pero Dios”, como dice el versículo, refleja la realidad de que podemos ajustar y re alinear nuestros pensamientos, emociones y corazón a la verdad objetiva de Su Palabra. Ésta y la obra de Su Espíritu traen consuelo a nuestra alma, y aun en esas relaciones imperfectas que son parte de la vida, Dios se encuentra obrando y nuestros hermanos en la fe son un regalo para traer también consuelo y ánimo a nuestro ser.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.
