Patricia Namnún: Muchos han llamado la vida con niños con una frase que a mí me gusta: ¡Hermosamente caótica! Si tienes niños pequeños, debes saber que es verdad. Es una hermosura tenerlos pero a veces nuestra vida se vuelve un caos, y vemos que una de las cosas que a veces sufre en medio de esto es nuestro tiempo y nuestra relación con el Señor.
Una de las cosas que debes recordar primero es que, antes de ser una madre, tú eres una creyente. Tu identidad no está en la maternidad, tu identidad está en Cristo, por lo que necesitas cultivar un tiempo a solas con el Señor, donde puedas crecer en su Palabra, donde puedas tener un tiempo de intimidad de la manera en la que puedas hacerlo en esta etapa de la vida. Es un pensamiento que necesita estar en tu mente, porque si tú tienes esa verdad firme y sabes que tu identidad está en Cristo y no en la maternidad, tú buscarás formas de priorizar ese tiempo porque conoces la necesidad que tienes de Su Palabra.
Chárbela El Hage de Salcedo: Cada etapa es diferente, cada etapa tiene su encanto y tiene sus retos. El apóstol Pablo en 1 Corintios 7, le dice a las solteras: La soltera tiene tiempo para el Señor, mientras que la casada se preocupa por las cosas terrenales del día a día.
Las madres tienen esa etapa que deben cursar, sobre todo cuando tienen niños pequeños, donde van a tener sus propios retos. Lo importante allí es tener las expectativas en el lugar correcto de lo que voy a poder hacer y lo que no voy a poder hacer en este tiempo.
Así que entendemos que nuestro tiempo con Dios va a sufrir porque cuando tenemos hijos, mi estructura y el tiempo que yo tenía antes ya no lo vuelvo a tener porque ahora hay un nuevo miembro en la familia. Cuando era soltera me ocupaba de las cosas del Señor con más tiempo. Llega el esposo y quizás alguna de las cosas que hacía como soltera ya no las puedo hacer. Luego llegan los hijos, y las cosas que podía hacer se ven afectadas porque hay una nueva criatura a quién cuidar, tengo que estar dispuesta a suplir para mis hijos en cualquier momento. Tendremos imprevistos, interrupciones, la estructura se disloca y esto es algo que debemos tener en cuenta.
PN: Debemos ser creativas en cómo sacar ese tiempo para ir a la Palabra de Dios, para conocerle mejor, para orar, porque definitivamente nuestras vidas cambian cuando hay niños pequeños alrededor nuestro demandando nuestra atención.
Una de las ayudas que a mí me ha servido en esta etapa de mi vida, es escuchar la Biblia. A veces no tengo el tiempo como lo tenía antes de sentarme a solas por largas horas con la Biblia, pero sé que no puedo dejar a un lado el estudio de la Palabra. Entonces aprovecho cuando estoy camino al trabajo, cuando estoy camino a llevar los chicos al colegio o algún otro lugar, y pongo la Biblia en audio; elijo un libro en específico, voy escuchando, y de esa manera busco nutrirme con la Palabra de Dios.
También me ayuda darle estructura a nuestros hijos; darles horas específicas para ir a dormir para poder tener ese tiempo y espacio a solas para ir a la Palabra y estudiarla, y para pasar tiempo con nuestros esposos en caso de que lo tengas.
CS: Es interesante lo que dices acerca la creatividad, porque muchas se sumergen en la queja y la desesperanza, y no se sumergen en la creatividad. Esto es un llamado para ti, que tienes hijos pequeños, de sumergirte en la creatividad y buscar maneras de tener ese tiempo personal con el Señor en tu espacio, en tu cultura, en tus horarios. Para mí ha sido una bendición poder preparar los devocionales de mis hijos y compartirlos con ellos. Yo he tenido momentos hermosos de ministración haciendo estos devocionales donde el Señor ha hablado a mi corazón.
No desperdicies ninguna oportunidad de estar en contacto con el Señor. Lo importante es que no te hundas en la desesperanza, ni en los pensamientos de que “como no puedo orar, ni sacar un tiempo, entonces no soy una buena cristiana”. Esa no es una actitud que Dios bendice, sino todo lo contrario. Creo que si eres proactiva en bendecir a tus hijos, Dios te puede también bendecir a ti a través de ellos.
PN: No te desanimes. La misma Palabra de Dios dice: “el que esté falto de sabiduría que la pida a Dios porque la da abundantemente”.
Si sientes que te falta sabiduría para saber cómo organizar tu tiempo, ve a la Palabra, ve en oración delante de Dios, y dile: “Señor, ayúdame, ayúdame a ver de qué manera con mi familia, con mi estructura, puedo tener una comunión contigo diaria. Yo quiero cultivar mi relación contigo como sea que luzca en esta etapa de la vida que tú me has regalado”. Y recuerda eso: esta etapa en la que estás ahora es un regalo de Dios. Dios te tiene ahí y ha prometido sostenerte en medio de ella.