¿Soy materialista?
El materialismo, más que un asunto de recursos, es un problema del corazón.
El materialismo, más que un asunto de recursos, es un problema del corazón.
Reconocer y confesar las formas en que el pecado ha corrompido nuestros deseos es un camino hacia la empatía, la compasión y la esperanza cristiana.
No debemos olvidar que Dios anhela bendecir a Sus hijos, pero el proceso comienza con una actitud de humildad ante Dios.
Uno de los debates más importantes de la historia de la iglesia es el que se produce entre el pelagianismo y el agustinismo.
Volver a Dios es lo que necesitamos hacer cuando hemos estado alejadas, envueltas en nuestro pecado.