Cuando siento que Dios me olvidó
Dios no se olvida de los Suyos. Que Dios nos olvide implicaría que algo ha cambiado en Su ser. Pero la realidad es que el amor de Dios no depende del recipiente de ese amor.
Dios no se olvida de los Suyos. Que Dios nos olvide implicaría que algo ha cambiado en Su ser. Pero la realidad es que el amor de Dios no depende del recipiente de ese amor.
Querido pastor, en Cristo el castillo de las dudas no es tu residencia permanente.
El divorcio es un tiempo de luto y confusión, ¡pero en Cristo hay esperanza! Estas verdades pueden ayudarte a navegar la separación desde una perspectiva bíblica.
La Navidad nos recuerda la esperanza de que, en un futuro no muy lejano, veremos cara a cara a nuestro Dios.
«Si todos nuestros deseos se satisficieran en esta tierra, ¿por qué querríamos que Cristo regrese y establezca Su reino?».