Travesía de la religión a Cristo: Memorias de un periodista canadiense y San Pablo
Joe Serge y Joel Nederhood
Travesía de la religión a Cristo: Memorias de un periodista canadiense y San Pablo
Joe Serge y Joel Nederhood
Como latinoamericanos estamos acostumbrados a escuchar a la gente alrededor nuestro dar testimonio de cómo dejaron su Catolicismo Romano y “se convirtieron” a la fe Evangélica. De hecho, es muy probable que muchos de nosotros que ahora defendemos la doctrina protestante, en un tiempo fuimos católicos devotos. Sin embargo, es un fenómeno común que muchos que pasan del Catolicismo al Protestantismo no necesariamente ajustan correctamente su teología.
Aunque en algunos de nuestros países, como Brasil, Colombia y Guatemala, los índices cuentan con una población protestante de más del 22%, esto no necesariamente representa el mismo porcentaje de entendimiento de las bases doctrinales del Protestantismo, y tampoco, tristemente, un entendimiento del evangelio. Precisamente es este dilema que Joe Serge expone en Travesía de la religión a Cristo.
El libro
Travesía está dividido en 13 capítulos que presentan los elementos que Serge consideró como esenciales para su conversión al Protestantismo. Estos están posicionados con mucha astucia, ya que ayudan a el fluir del argumento del autor. Serge tiene una prosa simple, divertida y personal. En sus frases se puede percibir un hombre sincero y apasionado por comunicar la verdad.
Tanto la portada como el nombre del libro fueron creados con el propósito de hacer un paralelo entre la vida de Pablo y el autor, entre el viaje de Pablo a Malta y su contacto con marineros Malteses y el contacto que el autor, también de origen Maltés, tiene con Pablo. Desde esa historia, Serge parte a una travesía en la que nos cuenta cómo fue salvado por el mismo evangelio que salvó a Pablo.
Teológicamente este libro se alinea claramente con lo que enseña la Doctrina Reformada. Por ejemplo, dentro de la obra se encuentran destellos de los Cinco Puntos Calvinistas y de las Solas (Sola Fide, Sola Gracia, Sola Scriptura), junto con una eclesiología protestante tradicional:
Yo entendí que el hombre natural está muerto y que no existe tal cosa como el libre albedrío” (62)
Si la salvación le pertenece a Dios de principio a fin, podemos estar seguros que no puede, ni podrá, salvar a una persona un año y al otro abandonarla” (67)
La iglesia de la cual soy miembro (una iglesia cristiana reformada) toma muy enserio los sacramentos, pero tienen un papel completamente diferente” (148)
Por otro lado, se encuentran muy frecuentemente frases que intentan describir la teología católica en cuanto a la salvación, la gracia, los sacramentos y tantas otras cosas. Debe decirse que los ataques de Serge quizás no son tan intelectuales y efectivos al explicar profundamente la perspectiva Católica. Él mismo lo admite cuando dice: “Reconozco que si estuviera hablando con un teólogo Católico, me diría que no fui muy preciso al describir la enseñanza de la iglesia” (60). Pero esto es interesante: aunque pareciera ser una debilidad del libro, el autor fortalece su punto dejando en claro que lo que él ataca es la perspectiva común y corriente del católico devoto, no lo que conocen los teólogos de esta religión.
Finalmente, Travesía culmina declarando que la doctrina católica no es solo falsa, sino que también es peligrosa. Serge hace una apología en contra del relativismo e intenta llevar a sus lectores a analizar lo que creen y que se convenzan de la importancia de ir tras la verdad.
Conclusión
La Travesía De La Religión a Cristo es un libro muy divertido y fácil de leer. Fue escrito en un lenguaje sencillo para que los lectores católicos se interesaran por conocer el evangelio. Por cierto, es un libro con una traducción del inglés al español excelente. Pienso que Serge es exitoso en su persuasión, y seguramente convencerá a muchos lectores Católicos en América Latina a considerar el Protestantismo. De igual manera, considero que este libro sería útil para muchos evangélicos recién convertidos, puesto que muchos de ellos han recibido doctrinas, tanto en su trasfondo social como en las iglesias a las que pertenecen, que no son conformes a la enseñanza Protestante.
Como colombiano y canadiense, fue un placer leer este libro, ya que me pude relacionar con el autor en su contexto cultural y religioso. Para todos aquellos que puedan leerlo, seguro les será de mucha edificación y refresco al saber de dónde Dios nos ha sacado y dónde, por gracia, estamos hoy.
