×

¿Cómo está tu agenda?

Es común que nos encontremos con libros cristianos que tratan el tema del servicio, el ministerio, y el trabajo. Eso es excelente, ¡fuimos creados para trabajar! Sin embargo, también fuimos diseñados como seres finitos y absolutamente dependientes de Dios. El descanso es un regalo y una muestra de alabanza; al descansar podemos decirle al Señor, “Confío en ti, no en mis esfuerzos”.

Hay muchísimas cosas que podríamos estar haciendo. En este mundo caído hay incontables causas por las que luchar y lugares en donde servir. Por mejores intenciones que tengamos, no podemos hacerlo todo. La buena noticia es que no estamos llamados a hacerlo todo. Ni siquiera el Señor Jesús sanó a todos los enfermos ni predicó en todas las ciudades. Él conocía su llamado y estaba perfectamente alineado a la voluntad de Dios. En su ministerio, Jesús era un hombre ocupado, no uno “súper ocupado”.

Super ocupados” de Kevin DeYoung es un libro corto, seguramente lo puedes leer en una sola sentada. El autor no pretende ser un erudito del tema, ni mucho menos un gurú de productividad. Al contrario, DeYoung reconoce que él es el primero que tiene que aprender de lo que las Escrituras dicen acerca del descanso.

Súper ocupados: Un libro pequeño sobre un problema grande

Súper ocupados: Un libro pequeño sobre un problema grande

Editorial Portavoz. 144 pp.
Editorial Portavoz. 144 pp.

Un problema más profundo

“Un ritmo de vida frenético puede señalar problemas más profundos: un deseo constante de agradar a las personas, una ambición implacable, un malestar de falta de sentido” (p. 32).

Como tantas otras cosas, la sobre ocupación no es más que un síntoma de que algo malo está sucediendo en nuestros corazones. El autor nos ofrece siete diagnósticos para considerar. A través de estas cortas páginas podemos examinar nuestra alma y ver si nuestra excesiva carga de actividades se debe al multiforme orgullo, la ansiedad por intentar hacerlo todo, la falta de prioridades, u otro pecado oculto.

“Dios nos hizo para necesitar sueño, y cuando pensamos que podemos sobrevivir sin él, no solo rechazamos su regalo (Salmo 127:2), sino que también demostramos nuestra errónea dependencia de nosotros mismos” (p. 95).

Creados para servir

La solución a tu problema de estrés no será abandonar todas tus actividades y enclaustrarte en un monasterio para vivir en la “quietud y paz espiritual”. Lo cierto es que fuimos hechos para trabajar y tenemos una misión como miembros del cuerpo de Cristo. Aún así, Kevin logra que nuestras almas reposen en la verdad de que —incluso en medio de nuestro ministerio— en ultima instancia no se trata de nuestros propios esfuerzos.

Ya sea que seas completamente incapaz de decir “no” a cualquier oportunidad de servir que se te presente, o pierdas horas y horas en Internet sin poder escapar de lo entretenido de las redes sociales, es mi oración que Dios use “Súper ocupados” para traer claridad a tu alma y ayudarte a caminar en la voluntad de Dios sin perder el sueño.

“No soy tan importante en el universo de Dios como para no permitirme descansar” (p.99).

Hay mucha necesidad, eso es cierto. Pero tú no tienes que suplirla toda. Jesús es nuestra cabeza: dejemos que Él se encargue de ordenar el trabajo del cuerpo. Seamos sensibles y busquemos trabajar mientras reposamos en Dios, para su gloria y el bien de su pueblo.

CARGAR MÁS
Cargando