El invierno había comenzado en mi ciudad, y me trasladaba de la oficina a una reunión a más o menos cuatro kilómetros de distancia. La lluvia era intensa, al grado que los parabrisas apenas realizaban su función. Llegó un momento en donde no veía nada al frente. Me asusté, pues las posibilidades de que chocara o me chocaran eran altas debido a la poca visibilidad. Busqué un lugar donde estacionarme y lo encontré pronto. Activando las luces de emergencia me detuve a esperar que escampara, esperé alrededor de 20 minutos y paulatinamente la lluvia cesó hasta convertirse en una simple llovizna.
Cómo navegar en tiempos turbulentos
Aquella experiencia de incertidumbre y peligro me llevó a reflexionar en que vivimos en una sociedad secularizada, una época posmoderna repleta de relativismo cultural, una revolución moral, en donde parece que no hay valores absolutos. Se viven días de agitación y confusión. Sin duda alguna, tiempos turbulentos.
Ante esto, ¿cómo debe responder un creyente? Un cristiano sabe que la Biblia es la Palabra de Dios y, como tal, se constituye en la brújula que apuntará siempre en la dirección correcta. Es decir, las Escrituras nos guían a pensar y actuar centrados en la verdad para la gloria de Dios. Con esto en mente, el pastor Miguel Núñez en su libro Ética Cristiana aborda de una manera clara y documentada, una serie de temas polémicos que han estado claros desde siempre en la Escritura.
Ética cristiana
Miguel Núñez
Un cristiano sabe que la Biblia es la Palabra de Dios y, como tal, se constituye en la brújula que apuntará siempre en la dirección correcta. Es decir, las Escrituras nos guían a pensar y actuar centrados en la verdad para la gloria de Dios. Con esto en mente, el pastor Miguel Núñez en su libro Ética Cristiana aborda de una manera clara y documentada, una serie de temas polémicos que han estado claros desde siempre en la Escritura.
“La verdad definida por Dios para todo el mundo es absoluta e invariable, mientras que la verdad definida de acuerdo con el individuo es subjetiva y situacional. Esta última depende del sujeto, de lo que él piensa, cree y de cómo se siente, lo cual puede variar según la circunstancia en que se encuentre” (p. 54).
El libro se divide en cuatro partes que a su vez cubren 16 capítulos:
- La ética cristiana en una sociedad secular.
- La ética de la sexualidad humana.
- La Biblia, la imagen de Dios y la bioética.
- La crisis ética es una crisis de carácter.
Por qué es importante el estudio de la ética
Antes de responder, de acuerdo a lo que el autor plantea, importa también definir qué es la ética:
“Lo primero que debemos aclarar es que la ética no es una ciencia, ya que no es posible aplicarle el método científico. Más bien, la ética es una disciplina, rama del saber o sistema relacionado al estudio de lo que es bueno (virtudes) y lo que es malo (vicios), así como al estudio de los deberes del ser humano” (p. 49).
La ética es relevante porque nos ayuda a comprender cómo la Biblia demanda al creyente la manera en que debe vivir y enfrentar tormentas, no como la que pasé, sino las tormentas de ideas que contradicen abiertamente lo que Dios ha revelado. Los grupos detrás de esas ideas se valen de instituciones educativas, sociales, políticas y medios de comunicación para implantar su agenda en la cultura y la sociedad. Por eso el pastor Núñez recomienda:
“El cristiano necesita una mente bíblica para poder vivir éticamente. La razón principal de la ausencia de un buen caminar cristiano es la falta de una mente bíblica, y eso está directamente relacionado con la ética cristiana porque ese sistema ético está basado precisamente en principios y valores que han sido revelados por Dios al hombre a través de su Palabra, y que al seguirlos nos ayudan en nuestro proceso de santificación” (p. 77).
Respuestas prácticas a temas complejos
El autor explica qué es una cosmovisión, qué elementos la articulan y cuáles son las cosmovisiones que han influenciado al mundo. Define y explica los principales “—ismos” de un sistema secular de pensamiento como el materialismo, el relativismo, el narcisismo, el pragmatismo, entre otros. Asimismo, realiza un análisis de los diferentes sistemas éticos que abarcan el absolutismo y no absolutismo, y sus subcategorías.
Este libro aporta, además, observaciones sobre temas relevantes que son muy discutidos en las redes sociales y los medios de comunicación, y que son parte de la conversación actual, como la homosexualidad, el VIH, el movimiento LGTB e ideología de género, así como la adicción a la pornografía y las enfermedades venéreas. Responde de frente a debates morales como el aborto, la eutanasia y el uso de métodos anticonceptivos, todo desde una perspectiva histórica, genética, biológica, médica y, por supuesto, bíblica.
Una sociedad ofendida que no se ofende
Cuando la tormenta arrecia es difícil ver con claridad. Es necesario activar las luces de emergencia y detenerse a pensar en cómo y cuándo enfrentar la lluvia para continuar avanzando. Esta obra de 335 páginas es un excelente recurso que te permitirá meditar y reflexionar en los temas citados y otros que no mencioné. Se trata de una amplia caja de herramientas que nos permite tener a la mano respuestas satisfactorias a los dilemas de hoy, sobre todo a la luz de la Escritura.
Nos movemos en medio de una sociedad a la que todo le ofende, excepto su pecado porque lo practica de manera pública sin mostrar un ápice de vergüenza o remordimiento. Por eso el cristiano debe pensar de manera bíblica para no ser presa de esta manera vana de vivir. Para este fin, debemos estudiar los principios y valores que Dios determinó en su Palabra y que se vinculan en la ética cristiana, sabiendo que, como afirma Nuñez, “Dios es la base de la ética, la norma de la ética y el poder para vivir éticamente” (p. 110).
